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Esclerosis lateral amiotrófica (ELA): ¿cómo detectarla?

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Detectar la esclerosis lateral amiotrófica o ELA es una tarea complicada al inicio de los síntomas. Esto retrasa el diagnóstico y enlentece la buena evolución a futuro. ¿Qué pruebas se usan para su diagnóstico?
Esclerosis lateral amiotrófica (ELA): ¿cómo detectarla?
Leonardo Biolatto

Escrito y verificado por el médico Leonardo Biolatto

Escrito por Leonardo Biolatto
Última actualización: 10 julio, 2023

La ciencia se plantea con frecuencia cómo detectar a tiempo la esclerosis lateral amiotrófica o enfermedad de Lou Gherig, como también se conoce. Muchos están más familizarizados con sus siglas: ELA.

Esta grave enfermedad tiene una evolución progresiva que es, al día de hoy, imparable. Se han elaborado protocolos de tratamiento que retrasan algunos síntomas, pero el desenlace final sigue siendo fatal, y en relativo poco tiempo, con una supervivencia menor al 50 % trascurridos los primeros 3 a 5 años de la enfermedad.

¿Qué es la esclerosis lateral amiotrófica (ELA)?

Para detectar la esclerosis lateral amiotrófica o ELA hay que referirse al sistema nervioso, ya que se trata de una patología degenerativa de las neuronas, además de progresiva. Esto quiere decir que evoluciona de forma inexorable y produce un deterioro de las funciones.

Su neurona de ataque predilecto es la neurona motora cerebral y de la médula espinal. Cada una de estas células afectadas pierden su capacidad funcional, y esto se traduce en falta de fuerza muscular, pérdida de tonicidad y parálisis.

Los pacientes tienen en el movimiento solo uno de los problemas, ya que las neuronas que comandan el centro respiratorio y los músculos del tórax son las que suelen determinar el uso de respiradores artificiales. La conexión a estos aparatos no asegura calidad de vida ni supervivencia a largo plazo.

El componente social y psicológico no es menor. Al detectar la ELA, el médico le certifica a la persona una evolución que será más o menos esperable, y que nadie está dispuesto a asumir en primera instancia, ni tampoco la familia.

Los orígenes y causas de este trastorno no están claros. Casi la totalidad de los diagnosticados no tienen factores que expliquen la aparición, ni una edad que denote envejecimiento celular. Lo genético se encuentra en discusión, ya que menos del 10 % de los enfermos poseen antecedentes familiares.

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La esclerosis lateral amiotrófica (ELA) se caracteriza por un deterioro progresivo de las neuronas.

Sigue leyendo: ¿Qué diferencias hay entre ELA y esclerosis múltiple?

Sospechar y detectar esclerosis lateral amiotrófica por los síntomas

Los signos y la sintomatología son la primera base para iniciar en la detección de la ELA. En particular, es la pérdida de fuerzas y la atrofia de los músculos que se dejan de emplear. Por eso, el achicamiento de los miocitos (células musculares) comienza en miembros inferiores y manos.

Los músculos afectados tienden a presentar calambres y episodios dolorosos con cierta frecuencia. Junto a esto, hay fasciculaciones, que son movimientos involuntarios de fibras individuales, perceptibles bajo la piel.

Si la evolución toma camino, avanza, y no se implementan terapéuticas ni rehabilitación, en poco tiempo puede haber síntomas digestivos y respiratorios. Las personas con ELA notan que comer no es lo mismo que antes, se les dificulta tragar y su lengua tiene movimientos anormales.

De todas maneras, hay casos con signos solapados que tardan en manifestar toda su complicación. La falta de aire o disnea es uno de estos problemas progresivos, que al inicio pasan desapercibidos, pero luego, una vez instalados, son el factor limitante de la vida cotidiana.

Lo que no hay es dolor crónico, excepto por algunos calambres, ni tampoco pérdida de la función cognitiva. Parte de la detección de la esclerosis lateral amiotrófica establece un diagnóstico diferencial con otras patologías que sí alteran la memoria y el pensamiento.

Tipos de esclerosis lateral amiotrófica

De acuerdo a la presentación inicial de los síntomas, las sociedades médicas han establecido protocolos y consensos que clasifican la enfermedad para detectar la ELA con mayor precisión. Es así que los tipos conocidos hasta ahora son los siguientes:

  • Bulbar: hasta un tercio de los enfermos padece esta forma, con los primeros signos en la región bucal.
  • Medular: la gran mayoría de los pacientes debuta con un signo en los miembros inferiores o superiores.
  • Respiratoria: es una presentación rara, ya que la disnea es un signo tardío, pero en algunos pacientes el inicio es la falta de aire, junto a cambios en la deglución y en el habla.
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La esclerosis lateral amiotrófica puede causar debilitamiento o disfunción de los miembros inferiores o superiores.

Descubre más: Primeros síntomas de la esclerosis lateral amiotrófica (ELA)

Detectar la ELA con métodos complementarios

Los síntomas, por sí solos, no son suficientes para establecer el diagnóstico. Se deben realizar métodos complementarios que certifiquen la alteración y reúnan los criterios para otorgar un nombre al trastorno.

Detectar la esclerosis lateral amiotrófica supone un recorrido por equipos médicos y especialistas que suman estudios de diversas áreas. A continuación, detallamos las pruebas más importantes.

Electromiograma

Suele ser una de las primeras prescripciones. Ante la consulta de una persona con debilidad muscular que no se explica por ninguna causa, el neurólogo solicita un electromiograma.

Se colocan electrodos en formas de aguja dentro del músculo afectado y se mide la transmisión nerviosa allí. Es una prueba básica que, muchas veces, orienta de manera definitiva el diagnóstico hacia la confirmación.

Analítica de sangre

El examen de sangre no aportará a la detección de la ELA, sin embargo, descartará otros procesos que forman parte del diagnóstico diferencial, como una infección neurológica, por ejemplo.

Punción lumbar

Del mismo modo que la analítica, en la punción se descartarán procesos similares las meningitis y las encefalitis. Hay pacientes que no deben ser sometidos a esta prueba porque se considera innecesaria si la sospecha de ELA resulta inapelable.

Se trata de un método muy invasivo, en el cual el médico inserta una aguja en el espacio interno donde se aloja el líquido cefalorraquídeo, dentro de la columna vertebral.

Conducción nerviosa

Como un complemento al electromiograma, el estudio de conducción mide los impulsos que los nervios envían a las zonas musculares.

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La prueba de conducción nerviosa sirve para determinar la velocidad con que viajan los impulsos a través de un nervio.

Resonancia magnética nuclear

Es una prueba de imagen que obtiene, por campo magnético, fotografías del sistema nervioso. En vistas a descartar tumores neurológicos, y a que es un método accesible, ingresa dentro de los primeros que se solicitan.

Biopsia del músculo

La biosia del músculo no siempre se realiza, pero en el proceso de detectar la esclerosis lateral amiotrófica, es un elemento más que analiza la integridad del tejido muscular y la presencia de una posible patología de los miocitos que simule ELA.

¿Es posible detectar la esclerosis lateral amiotrófica a tiempo?

Se puede detectar esta enfermedad con premura, pero lo cierto es que los casos en que eso sucede dependen más de la pericia del neurólogo y de la rapidez de la consulta, que de otros factores. No siempre se la sospecha y casi nunca se completa todo el proceso de pruebas complementarias de una sola vez.

Los síntomas musculares y neurológicos no deben pasarse por alto. Ante cansancio, calambres a repetición y fasciculaciones, conviene consultar con un neurólogo y realizar las pruebas básicas. Si la situación lo amerita, se seguirá investigando hasta llegar a las causas subyacentes.


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