¿Cómo estimular los pezones de tu pareja?
La correcta estimulación de los pezones puede llevar a una experiencia realmente placentera. Esta zona ultrasensible concentra muchas terminaciones nerviosas que, inclusive, facilitan el orgasmo.
Aunque el nivel de excitación puede variar en función de la edad, las hormonas o el tamaño y la forma de los senos, es casi inevitable desencadenar múltiples sensaciones cuando se les da un trato adecuado.
El error que muchos cometen es que, desconociendo su sensibilidad, proporcionan caricias bruscas, mordiscos u otras acciones que resultan bastante dolorosas.
Si bien el placer experimentado varía de acuerdo a las preferencias de cada persona, en general se recomienda un trato delicado, lento y que incluya diferentes técnicas (caricias, masajes, movimientos, etc.).
¿Sabes cómo estimularlos de forma correcta? Entendiendo que pueden surgir muchas dudas al respecto, a continuación queremos compartir algunos consejos básicos.
Consejos para estimular los pezones de tu pareja
Caricias suaves
Para no producir una experiencia dolorosa y traumática al tener contacto con los pezones de la pareja, lo ideal es iniciar con caricias suaves, sin nada de apretones o mordiscos.
Un ligero roce o movimiento con los dedos, la lengua o un objeto delicado, desencadena interesantes sensaciones que, poco a poco, llevan la excitación a otro nivel.
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Besos y movimientos con la lengua
La lengua se convierte en una protagonista de los preliminares en el acto sexual. Su textura y energía consigue liberar fuertes sensaciones que aumentan el grado de placer.
Al aprovecharla en una zona tan sensible como los pezones, incrementa la excitación y, con esta, favorece la lubricación de la zona íntima.
- Los movimientos delicados en forma circular, o hacia arriba y hacia abajo, resultan perfectos.
- Lo importante es evitar chupar o lamer de forma exagerada, ya que, lejos de producir placer, genera incomodidad o dolor.
Velocidades
Para empezar la estimulación de los pezones se recomiendan los movimientos suaves, sin importar la caricia o el elemento que se utilice. Conforme se eleva la temperatura, se pueden probar diferentes velocidades, tanto en el movimiento de los dedos como con la lengua.
Los movimientos rápidos y alocados pueden producir un cosquilleo muy excitante cuando ya hay una estimulación previa.
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Masajes
Hay varias formas de masajear los senos y los pezones durante el acto sexual. Todo depende del momento, o bien, de las preferencias de la pareja.
Casi siempre se aplican con ligeras presiones, por la delicadeza de los tejidos. Sin embargo, cuando aumenta la excitación se puede hacer un poco más fuerte, sin llegar a ser bruscos.
- Para empezar, se puede masajear el pezón con la yema de los dedos.
- Luego, mediante movimientos circulares, se puede extender por todo el contorno de los senos.
- El uso de lubricantes, cremas o aceites ayuda a mejorar la experiencia.
Un ligero pellizco
En este punto todo depende de los gustos. Es importante “experimentar” y, sobre todo, tener una buena comunicación con la pareja para que la experiencia resulte placentera y no dolorosa.
Los pellizcos o ligeros retorcimientos del pezón pueden producir mucha excitación cuando ya hay cierto grado de placer durante los preliminares o el acto sexual.
- Siempre y cuando ella esté de acuerdo, se puede probar un ligero pellizco con los dedos, o un leve mordisco.
- La intensidad puede ir incrementando si ella lo manifiesta o si, al intentarlo, se le nota cómoda y complacida.
Masaje con los genitales
Masajear los pezones con los genitales es un poco más atrevido que todo lo anterior, pero muchas parejas lo practican y es realmente efectivo.
El contacto de la punta del pene con los pezones los hace estremecer a ambos de una forma indescriptible. Muchos, incluso, consiguen el orgasmo tras juguetear un rato con este método.
Temperaturas
La aplicación de elementos a diferentes temperaturas es una técnica útil para estimular los pezones, salir de la rutina y aumentar el deseo sexual en la cama. Un cubo de hielo o un poco de lubricante con efecto frío-calor suelen ser los aliados más habituales en este tipo de juegos.
Esto es porque las distintas temperaturas pueden potenciar sensaciones intensas que pueden llevar con más facilidad al clímax.
- Una forma simple consiste en deslizar con cuidado un pequeño cubo de hielo. Este se puede sostener con los dedos o, mejor aún, con la boca.
- También se pueden emplear geles o aceites calientes (a una temperatura soportable, por supuesto) o cualquier elemento con una temperatura diferente a la habitual.
- La cuestión es tener cuidado, sobre todo con el calor, dado que la idea no es producir lesiones.
¿Te animas a intentarlo? Si aún no conocías estos trucos para sacarle provecho al placer que dan los pezones, no dudes en tenerlos en cuenta la próxima vez que tengas un encuentro íntimo con tu pareja.
Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.