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Filosofía de la mente: relación entre la mente y el cerebro

5 minutos
La filosofía de la mente es un ámbito de reflexión muy pertinente hoy en día, ya que aborda uno de los grandes enigmas de la humanidad: la mente humana.
Filosofía de la mente: relación entre la mente y el cerebro
Escrito por Equipo Editorial
Última actualización: 25 mayo, 2023

La filosofía de la mente es una rama que estudia la naturaleza de los fenómenos mentales (pensamientos, percepciones, sentimientos, etcétera) y su relación con el cuerpo físico (especialmente el cerebro). Dicho de otro modo, se centra en explicar cómo la mente —un fenómeno supuestamente inmaterial— influye en un cuerpo material, y viceversa.

Para ello, han surgido diferentes posturas que intentan explicar dicho cuestionamiento. De estas, el dualismo y el monismo se catalogan como las más importantes. ¿Quieres saber más al respecto? A continuación, detallamos por qué es tan importante para el desarrollo de las ciencias cognitivas y para la comprensión del ser humano.

Filosofía de la mente: ¿en qué consiste?

La filosofía de la mente se plantea cuestionamientos generales sobre la naturaleza de los fenómenos mentales, como los siguientes:

  • Los pensamientos.
  • Las emociones.
  • La memoria.
  • La experiencia sensorial.

Ahora bien, es pertinente hacer una distinción entre los cuestionamientos filosóficos de esta rama y las preguntas que intentan responder los abordajes más empíricos, como la psicología experimental o la neurociencia, que dependen crucialmente de los resultados de la observación. Es decir, a pesar de que estas disciplinas se ocupan de los mismos temas, hay que tener en cuenta que el abordaje de cada una es diferente.

Por ejemplo, los psicólogos empíricos suelen estudiar hechos contingentes sobre personas y animales reales, como descubrir que cierta sustancia química se libera solo al experimentar miedo; o que cierta región del cerebro se activa al padecer algún dolor.

En cambio, la filosofía de la mente quiere saber si liberar ese químico o tener el cerebro activado en cierta región, es esencial para sentir miedo o dolor. Por tanto, se hacen preguntas como las siguientes:

  • ¿Los seres que carecen de ese químico o diseño cerebral en particular serían incapaces de experimentar dichas vivencias?
  • ¿Es posible que algo tenga tales experiencias y no esté compuesto de la misma materia, como el caso de las máquinas?
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La filosofía de la mente reflexiona filosóficamente sobre los problemas que plantean las ciencias cognitivas.

Al hacer estas preguntas, los filósofos no solo piensan en las remotas posibilidades de entidades divinas o criaturas extraterrestres (cuyas constituciones físicas serían muy diferentes a las de los humanos), sino que también consideran realidades más cercanas, como la posibilidad de que los ordenadores sean capaces de pensar.

No obstante, esto no significa que los hallazgos contingentes de la ciencia empírica no sean relevantes para la especulación filosófica sobre la mente. De hecho, muchos filósofos piensan que la investigación científica puede revelar la esencia o la naturaleza de muchos fenómenos mentales que hasta ahora siguen siendo un enigma.

El problema mente-cuerpo

El tema central de filosofía de la mente es el problema «mente-cuerpo». Por tanto, intenta explicar cómo estas dos entidades —una inmaterial y otra material— se relacionan y se influyen mutuamente.

Entre las explicaciones con más aceptación, encontramos al dualismo y al monismo, dos corrientes del pensamiento que a su vez se dividen en varias perspectivas. Veamos las más influyentes.

Dualismo

Es la posición que defiende que la mente y el cuerpo están separados de manera categórica el uno del otro. Además, que los fenómenos mentales son de naturaleza no física en algunos aspectos.

Esta tradición se remonta a Platón y Aristóteles, pero fue formulada con mayor precisión por René Descartes en el siglo XVII. Este fue el primero en identificar con claridad la mente con la conciencia, y distinguirla del cerebro, asiento físico de la inteligencia. Dentro del dualismo podemos encontrar dos perspectivas principales.

El dualismo de sustancias (o dualismo cartesiano)

Sostiene que la mente es una sustancia que existe de forma independiente del cuerpo físico. En este sentido, lo mental no tiene extensión en el espacio y lo material no puede pensar.

Se trata del dualismo popularmente defendido por Descartes. Es compatible con la mayoría de las teologías que afirman que las almas inmortales existen en un «reino» independiente del mundo físico.

El dualismo de propiedades

Defiende que la mente es un conjunto de propiedades independientes que emergen del cerebro, pero que no es una sustancia distinta a la materia. Así, cuando la materia se organiza de la forma adecuada (como en los cuerpos humanos vivos), emergen las propiedades mentales.

Monismo

Por su parte, el monismo defiende que la mente y el cuerpo no son entidades ontológicamente distintas. Fue defendido por primera vez en la filosofía occidental por Parménides (siglo V a. C.) y Baruch Spinoza (siglo XVII). Dentro de esta posición destacan las siguientes perspectivas.

Fisicalismo o monismo materialista

El fisicalismo argumenta que la mente es una construcción puramente física y que, de manera eventual, será explicada por completo por las ciencias empíricas, a medida que continúa evolucionando. Con los grandes avances en la ciencia en el siglo XX, esta postura se ha convertido en la doctrina dominante.

Fisicalismo no reductivo

Defiende que, aunque el cerebro es todo lo que hay en la mente, el vocabulario utilizado en las descripciones y en las explicaciones mentales no pueden reducirse al lenguaje de la ciencia física.

Así, los estados mentales dependen de los estados físicos, pero no son reducibles a ellos. De esta forma, no puede haber cambio en lo mental, sin algún cambio en lo físico.

Idealismo

Sostiene que la mente es todo lo que existe. Por tanto, el mundo externo es mental en sí mismo o una ilusión creada por la mente. Por ende, el problema de la interacción entre la mente y el cuerpo no es un problema en absoluto.

Monismo neutral

Sugiere que la existencia consiste en un tipo de sustancia primaria (de ahí el monismo), que en sí misma no es ni mental ni física, pero que es capaz de producir atributos de ambos tipos.

Por lo tanto, hay alguna otra sustancia neutra (nombrada de distintas formas: «sustancia», «naturaleza» o «Dios»); y tanto la materia como la mente son propiedades de esta otra sustancia desconocida.

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La filosofía de la mente aborda como tema principal el problema mente-cuerpo.

Importancia de la filosofía de la mente

Como vemos, la filosofía de la mente es un ámbito de reflexión muy pertinente en nuestros días, pues aborda uno de los grandes enigmas de la humanidad, la mente humana.

De este modo, podemos tener una mayor comprensión del ser humano y del mundo que nos rodea. De hecho, las teorías explicativas ofrecidas por los filósofos de la mente han contribuido con el desarrollo teórico de las ciencias cognitivas.


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