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7 formas de gaslighting que seguramente has ignorado

8 minutos
El gaslighting hace que una persona comience a dudar de sí misma, de sus percepciones, emociones y sentimientos. Así, queda vulnerable al abuso y la manipulación. Te mostramos cómo identificarlo cuando sucede.
7 formas de gaslighting que seguramente has ignorado
Elena Sanz

Escrito y verificado por la psicóloga Elena Sanz

Última actualización: 06 julio, 2023

Nuestras relaciones con los demás deberían ser lugares seguros, agradables y enriquecedores. Desafortunadamente, el abuso está más presente de lo que podemos imaginar. Cuando se basa en agresiones o conductas claramente visibles, resulta más sencillo para la víctima y los allegados identificar lo que ocurre. Sin embargo, ¿qué ocurre cuando la violencia se produce en un nivel sutil y ambiguo? ¿Cómo identificar el gaslighting?

En los últimos años se ha producido un gran avance a nivel social a la hora de exponer y condenar el abuso emocional. Por ello, cada vez más personas logran identificar cuándo lo están sufriendo y se deciden a pedir ayuda.

No obstante, el gaslighting no siempre se identifica como tal. Y es que su dinámica se basa, precisamente, en confundir a la víctima y privarla de su capacidad de confiar en sí misma.

Tal vez ya hayas escuchado antes este término o este sea tu primer contacto con el mismo. En cualquier caso, queremos explicarte algunas de sus manifestaciones más comunes, pero más difíciles de detectar, a fin de que puedas actuar si en algún momento lo sufres.

¿Qué es el gaslighting?

El gaslighting es un tipo de abuso psicológico o emocional que consiste en confundir a la víctima y llevarla a dudar de sí misma, de sus percepciones, de su memoria e incluso de su cordura. El término proviene de la obra de teatro de 1938 y la posterior película de 1944 que lleva este mismo nombre.

En ella, el protagonista logra aislar y desestabilizar mentalmente a su esposa manipulando la iluminación y los sonidos en su hogar. Luego niega que estos fenómenos ocurran. De este modo, ella comienza a creer que está perdiendo el juicio.

De manera similar, quienes padecen gaslighting se terminan desconectando de sí mismos, de sus intuiciones e instintos. Comienzan a dudar de su propio raciocinio y terminan bajo el control y la manipulación del agresor.

Este fenómeno puede tener lugar en relaciones de cualquier índole, aunque resulta especialmente dañino cuando se produce en vínculos emocionales estrechos. Por ejemplo, los que mantienen las parejas o los padres con sus hijos.

Los niveles en que se aplica este abuso pueden variar y sus manifestaciones van de lo más visible a lo más sutil. Así, puede que conozcas algunas de sus características principales, como el hecho de que el abusador acusa a la víctima de estar loca o de ser excesivamente sensible, o que miente incluso en presencia de pruebas. Sin embargo, queremos hablarte de otro tipo de situaciones relacionadas que tal vez hayas pasado por alto.

Algunas formas de gaslighting que puedes haber ignorado

El gaslighting se produce de manera gradual y progresiva, de modo que quien comienza a padecerlo no se percata de lo que está ocurriendo. Además, algunas de sus manifestaciones pueden confundirse con lo que ocurre con frecuencia en muchas relaciones de pareja.

1. Proyección

¿Alguna vez has sentido que tu pareja pone en ti sentimientos, pensamientos o acciones que no son tuyos? Es más, ¿observas que suele trasladarte los fallos, las carencias y las malas actitudes que realmente le pertenecen a ella? Esto es lo que se denomina proyección y es uno de los mecanismos implicados en el abuso emocional.

La persona infiel acusa constantemente a su pareja de engañarlo; la persona controladora le recrimina a la otra su control; y aquel que es abusivo y tóxico convence a su compañero de que en realidad es él quien tiene actitudes nocivas para la relación.

¿Te suena? Con esto, la persona logra deshacerse de la responsabilidad de sus actos y desviar la atención de sí mismo, ya que la pareja ha de enfocar sus energías en defenderse de los ataques que recibe.

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La proyección deriva en el otro culpas propias, para correr la atención del foco real.

2. Aislamiento

Para algunas personas es natural alejarse o descuidar a sus amistades y familiares al tener pareja; y aunque esto es perjudicial en todos los casos, cuando viene motivado por las intenciones ocultas del otro es sin duda una bandera roja del gaslighting.

Si tu pareja trata de convencerte de que tus seres allegados no te quieren, no se preocupan por ti, te mienten o no te tienen en consideración, ¡ten cuidado! De este modo logra hacerte desconfiar de todo el mundo, te priva de otros vínculos sociales y te aboca a una relación de dependencia en la que solo la tienes a ella. Sin apoyo externo, estás mucho más expuesto y vulnerable al abuso crónico.

3. Destrucción de la identidad

¿Has abandonado tus aficiones y gustos desde que estás en una relación? ¿Se han transformado tus opiniones, tu estilo o tus prioridades? Tal vez pienses que esto es un proceso natural y necesario para que una pareja funcione, pero en realidad es una auténtica trampa.

Quien aplica gaslighting convence progresivamente a su víctima de que todo lo que cree, siente, decide o le gusta es inadecuado. Así, va destruyendo la identidad de la otra persona, dejándola incapacitada para decidir y pensar por sí misma.

4. Ausencia de razonamiento y diálogo

Las discrepancias son normales en cualquier vínculo humano, pero con suerte, el diálogo y la negociación nos ayudan a llegar a un territorio común. Cuando se está en una dinámica de violencia emocional, las conversaciones asertivas y racionales brillan por su ausencia.

Uno de los miembros de la pareja se niega a escuchar las peticiones y los sentimientos del otro u ofrece respuestas vagas y difusas que desvían el tema.

No importa cuán sólidos sean tus argumentos o cuán razonables sean los reclamos, la otra persona logrará girar la situación, invalidar tus sentimientos y continuar con la misma dinámica. No habrá reflexión, cambio ni reconocimiento de culpa.

5. Búsqueda de aliados

Es común que ante una discusión de pareja ambos miembros se desahoguen con una persona de confianza, expongan su situación y busquen consejos. Sin embargo, quien practica gaslighting procura convencer al entorno de que su pareja está loca o es irracional.

Con esto logra que el resto de las personas desestimen las quejas o los pedidos de ayuda de la víctima. Además, aumenta la sensación de esta de que verdaderamente ha perdido la cordura.

Al fin y al cabo, si nadie parece ver lo dañino o injusto de su situación, si todos parecen alinearse con la versión de su pareja, tal vez sea ella realmente quien tiene una percepción errada.

6. Culpabilización

¿Tu pareja te hace responsable de todas las discusiones y conflictos? ¿Te señala como el culpable de todas sus malas actitudes y comportamientos? Esta es una dinámica peligrosa, ya que te sitúa en una posición de impotencia e indefensión.

Si tu compañero te maltrata, te falta al respeto o te daña de algún modo, no solo no puedes reclamar, sino que además has de asumir que tú has sido el causante de que eso suceda. Pase lo que pase, tú serás el responsable. Si estás haciendo que quien tanto te ama se comporte tan mal, realmente debe haber grandes fallos en ti.

Si tiendes a llegar a este tipo de conclusiones, pide ayuda. A las claras, estás siendo víctima de abuso emocional y esta situación puede ser muy peligrosa. Recuerda siempre que solo uno mismo es responsable de sus actos.

7. Anulación de la persona

El destino final de una relación en la que se produce gaslighting es la anulación de la persona que lo sufre. El desgaste psicológico, la confusión, los ataques y la falta de claridad terminan por agotar su instinto de preservación y de lucha.

Finalmente, se rinde ante la manipulación, pierde la confianza en sí misma y termina por creer la versión y la palabra del abusador. Cuando la duda es tan grande, cuando la imagen de uno mismo ya no es estable, la única solución parece ser resignarse y ceder al agotamiento.

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El objetivo final de este abuso emocional es la dilución de la personalidad, con una baja autoestima que es muy peligrosa.

La forma en que te sientes te ayuda a identificar el gaslighting

Si te enfocas en identificar el abuso por parte de tu pareja, puede que caigas en la confusión, las dudas y las excusas que sostienen todo este tipo de dinámicas. Por ello, si deseas saber si estás sufriendo gaslighting, pregúntate cómo te sientes tú.

¿Dudas de ti mismo a menudo? ¿Consideras que no puedes fiarte de tus percepciones, instintos o emociones? ¿Has asumido que eres excesivamente emocional o exagerado? ¿Has perdido la conexión con quien eras, con quienes te aman y con lo que amabas hacer?

Si tu respuesta a las anteriores preguntas es afirmativa, es muy probable que hayas estado sufriendo abuso psicológico. En este caso, es primordial que busques ayuda en tu entorno cercano y en profesionales cualificados.

Las secuelas del gaslighting afectan a la identidad, la autoestima y la confianza. Requieren todo un proceso para ser sanadas. Sin embargo, este es el camino a la liberación y a la reconexión con esa parte esencial de ti que el abuso te hizo perder.


Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.


  • Galán, J. S., & Figueroa, M. R. (2017). Gaslighting. La invisible violencia psicológica. Uaricha14(32), 53-60.
  • Sarkis, S. M. (2018). Gaslighting: Recognize Manipulative and Emotionally Abusive People--and Break Free. Hachette UK.
  • Calef, V., & Weinshel, E. M. (1981). Some clinical consequences of introjection: Gaslighting. The Psychoanalytic Quarterly50(1), 44-66.

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