Glándulas submaxilares: ¿para qué sirven?
Escrito y verificado por el médico Leonardo Biolatto
Las glándulas submaxilares pueden denominarse, también, glándulas submandibulares. El nombre lo deben a su ubicación anatómica en el cráneo, por debajo del piso de la boca.
Forman parte del conjunto de glándulas salivales mayores, el cual está conformado por las submaxilares, las parótidas y las sublinguales. La glándula parótida es par, una en cada mejilla, cercanas a las orejas. Las sublinguales se distribuyen debajo de la lengua.
El peso de las glándulas submaxilares es pequeño, de no más de 15 gramos cada una. Embriológicamente, es de las primeras en aparecer en el feto durante la gestación. Por supuesto, su función principal es la formación de saliva.
Anatomía de las glándulas submaxilares
Las glándulas submaxilares se componen de tejido conjuntivo y tejido glandular. El glandular es de dos formas: seroso y mucoso. El tejido conjuntivo son las fibras que sirven de sostén para la estructura.
Desde la glándula en sí parte un conducto, el cual tiene la función de verter la saliva en la cavidad bucal. El mismo se llama conducto submaxilar de Wharton y tiene alrededor de 5 centímetros.
El desemboque del conducto de Wharton es visible y palpable por la cavidad bucal. Se puede encontrar a cada lado del frenillo lingual. A veces, para saber si el conducto está obstruido o no, el odontólogo puede estimular las glándulas y revisar ese orificio bucal para corroborar la expulsión de saliva.
Los nervios que llegan a las glándulas para comandar la producción de saliva son el lingual y unas ramas del facial. Es una zona muy irrigada por arterias y venas, como toda la boca.
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Las funciones de la saliva
Si nos preguntamos para qué sirven las glándulas submaxilares, entonces la respuesta evidente es la saliva. Como parte del sistema salival que componen, allí reside su importancia.
Junto con las glándulas parótidas y las sublinguales, más las glándulas salivales menores, estos órganos se encargan de dotar a la boca con saliva. Si entendemos las funciones de la saliva en el cuerpo, podremos entender la razón de ser las glándulas submaxilares.
La saliva es un líquido incoloro cuya función principal es lubricar la boca. En un día completo podemos llegar a producir hasta un litro y medio de esta sustancia. Sus funciones son:
- Facilitar la deglución: los alimentos son masticados y envueltos en saliva antes de iniciar su recorrido hacia el resto del tubo digestivo. El recubrimiento que otorga la saliva lubrica este paso del bolo alimenticio, facilitando la ingesta.
- Cicatrizar la mucosa: la saliva es un poderoso antiséptico y protector. Contiene sustancias que previenen las infecciones y que estimulan la cicatrización si hubiese una herida dentro de la boca.
- Regular la acidez del medio bucal: los alimentos que ingerimos pueden ser ácidos o básicos. Si los valores de acidez del alimento son extremos, cabría la posibilidad de que se dañe el esmalte dentario. Para contrarrestar eso, la saliva neutraliza sustancias buscando equiparar hacia un pH neutro.
- Degradar almidones: en la saliva hay una enzima llamada alfa-amilasa. Esta enzima desdobla los hidratos de carbono grandes para hacerlos más pequeños y más fáciles de introducir en el torrente sanguíneo. Cuando la alfa-amilasa llega al estómago se inactiva con el ácido clorhídrico.
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Enfermedades de las glándulas submaxilares
Como todo órgano del cuerpo, la glándula submaxilar puede sufrir trastornos y patologías que la afecten. Aunque para muchos es una desconocida, los odontólogos saben bien de su existencia y de sus problemas asociados.
Lo más frecuente es que se formen cálculos que obstruyan el conducto de Wharton. Estos cálculos se llaman, técnicamente, sialolitos. Si son demasiado grandes y se encajan en el trayecto de salida de la saliva, la glándula se inflama.
Los sialolitos son infrecuentes en los niños, pero pueden aparecer de manera esporádica. La mayor prevalencia se da en adultos hasta los 50 años.
Las glándulas submaxilares pueden también infectarse. Tanto virus como bacterias tienen la posibilidad de invadir el tejido salival, inflamarlo y obstruir el conducto de Wharton.
En conclusión
Las glándulas submaxilares son órganos que forman parte del conjunto de glándulas salivales mayores, junto a las parótidas y las sublinguales. Cumplen la función esencial de producir la saliva que utilizamos a diario.
La saliva es imprescindible para la digestión de los alimentos, para proteger la mucosa bucal y para cuidar los dientes. Cuando hay deficiencia de saliva o ausencia de la misma, todos estos procesos se ven alterados.
Por último, no podemos olvidar que las glándulas submaxilares pueden infectarse y obstruirse con cálculos. En caso de tener síntomas en dichas regiones, lo prudente es consultar con un odontólogo.
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