Hormona antimülleriana (HAM): qué es y cómo actúa

La hormona antimülleriana (HAM) es producida por las células testiculares de embriones masculinos con el objetivo de impedir el desarrollo de caracteres sexuales femeninos.
Hormona antimülleriana (HAM): qué es y cómo actúa
Alejandro Duarte

Revisado y aprobado por el biotecnólogo Alejandro Duarte.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 26 enero, 2022

La hormona antimülleriana (HAM) es una hormona proteica cuya presencia es fundamental para un correcto desarrollo de los órganos sexuales masculinos. Se produce en las células de Sertolli, localizadas en los túbulos seminíferos de los testículos.

La HAM es fundamental para que en los embriones masculinos se inhiba el desarrollo de estructuras reproductoras femeninas: impide el desarrollo de los conductos de Müller en embriones genéticamente masculinos (sexo cromosómico XY).

En embriones genéticamente femeninos, esta hormona no se encuentra presente, por lo que los conductos de Müller permanecen. A partir de ellos se desarrollarán las trompas de Falopio, útero y cérvix y el tercio superior de la vagina.

Lejos de su papel durante el desarrollo embrionario, la HAM juega un rol fundamental en los estudios de fertilidad femenina.

¿Cómo actúa la HAM durante el desarrollo embrionario?

Hormona antimulleriana (HAM)

El sexo genético de una persona queda determinado en el momento de la fecundación, pudiendo ser XX o XY. A partir de este momento, la presencia del cromosoma Y determinará el desarrollo de los caracteres sexuales masculinos.

Esto se debe a que en el cromosoma Y se encuentra el gen SRY. El gen SRY da lugar a una proteína llamada también SRY, factor determinante para la formación de los testículos. En este proceso también interviene el factor de transcripción SOX9, una proteína codificada por el gen SOX9.

A continuación, durante el proceso de formación de los testículos, SRY y SOX9 actúan a nivel genético, haciendo aumentar los niveles de otra proteína, llamada SF1 (factor de esteroidogénesis). Esta estimula el proceso de diferenciación en células de Leydig y células de Sertoli en los testículos.

Una vez diferenciadas las células de Sertoli, la acción conjunta de SF1 y SOX9 permite que produzcan y liberen a la sangre HAM. Sus receptores se encuentran en las células de los conductos de Müller, que desde este momento se atrofian hasta desaparecer.

El desarrollo del resto de estructuras genitales masculinas se debe al papel de la testosterona sobre los conductos de Wolff. Estos conductos son estructuras embrionarias que, en presencia de testosterona, dan lugar todas las demás estructuras de los genitales masculinos.

La testosterona se produce en las células de Leydig gracias a la acción de SF1. En los embriones genéticamente femeninos, dado que no hay cromosoma Y, y por tanto, tampoco hay gen SRY, estos conductos degeneran hasta desaparecer.

La HAM en la fertilidad

Se puede potenciar la fertilidad de forma natural

La hormona antimülleriana también es producida por un tipo de células del ovario, las células de la granulosa. Recientemente, la determinación de los niveles de HAM en mujeres ha adquirido mucha importancia en los estudios de fertilidad femeninos.

¿Por qué? Porque los niveles de esta hormona se correlacionan con la reserva ovárica de forma directamente proporcional. Es decir, la concentración de HAM permite obtener una idea del número de ovocitos viables que tiene una mujer.

Además, tanto la HAM como el número de ovocitos disminuyen con la edad. De este modo, niveles bajos de HAM son indicativos de que el ovario está envejeciendo. Por tanto, esta prueba aporta información acerca del estado del ovario y del número de ovocitos viables disponibles. Para completar el estudio, esta prueba debe acompañarse de la determinación de los niveles de FSH y de una ecografía.


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