Por qué deberías incorporar un difusor aromático a tu hogar
¿Te has planteado comprar un difusor aromático para tu hogar? Los hay de muchos tipos y precios, pero todos ellos te permiten darle un aroma especial, con los aceites esenciales que elijas, para conseguir diferentes objetivos mucho más allá del olor.
Descubre en este artículo todo lo que puedes ganar con un difusor aromático y a partir de ahora ya no podrás vivir sin él.
1. Un difusor con nuestro olor
Del mismo modo que nos gusta llevar nuestro perfume favorito, también nos gustaría que el hogar oliera a nosotros, a nuestra esencia o a lo que nos caracteriza. De hecho, cuando las personas de fuera entran a la casa suelen identificar su aroma mucho antes que nosotros, que ya estamos acostumbrados. Y nos gusta, por supuesto, que ese aroma sea bueno, acogedor y, por qué no, diferente.
Los aceites esenciales nos permiten perfumar el hogar e incluso variar ese aroma en función del momento, la estación o lo que queramos conseguir. Algunas investigaciones incluso sugieren que los aromas pueden tener propiedades medicinales.
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2. Para combatir las infecciones
Llegan las épocas de cambio de estación, aparece el frío de golpe, tenemos niños en casa o queremos prevenir las gripes y resfriados. Cada año nos encontramos ante esta situación y, en algunos casos, optamos por suplementos naturales de vitamina C, propóleo, polen, equinácea, etc.
Según creencias, los aceites esenciales también podrían ayudar a proteger de las infecciones, ya que el difusor aromático se encarga de esparcir pequeñas partículas por el aire de las estancias con propiedades terapéuticas:
- Limón: tiene un aroma refrescante y se le atribuyen propiedades antibacterianas.
- Lavanda: se le atribuyen propiedades antisépticas. Su aroma es muy relajante y puede ayudar a mitigar el estrés, la ansiedad y la depresión.
- Clavo: además de ser de utilidad en la repostería, aromatiza y puede ayudar a combatir infecciones bacterianas, virales y micóticas.
- Eucalipto de limón (Eucalyptus citriodora): tiene propiedades antibacterianas y antivirales, por lo que podría ser efectivo ante las enfermedades respiratorias.
3. Para relajarte y dormir mejor
Sin duda, una buena opción para personas con ansiedad, nerviosismo, estrés o insomnio.
El difusor aromático nos permite crear ambientes con propiedades relajantes y reguladoras del sistema nervioso sin tener que tomar ningún medicamento o suplemento. Es decir, sin riesgos de efectos secundarios.
Nos aseguraremos de impregnar bien las estancias donde pasemos más horas. Utilizaremos las esencias de lavanda, jazmín, manzanilla, nerolí, orégano, ciprés, enebro, sándalo o benjuí.
No basta con que el aceite esencial tenga propiedades relajantes, sino que también debe enamorarnos ese aroma.
4. Para mejorar el estado de ánimo
Las propiedades calmantes del aceite de lavanda contribuyen a reducir el ardor y la irritación causados por la picadura de abejas.
A veces lo que necesitamos no es relajarnos, sino una buena dosis de alegría y vitalidad. Sin duda, los mejores aceites esenciales para mejorar el estado de ánimo son los cítricos, que son antidepresivos naturales.
Déjate seducir por los olores del limón, la naranja, la mandarina o el pomelo y escoge los que te hagan sentir mejor. Algunos de estos aceites activan en el cerebro recuerdos felices o de la infancia que nos llevan a estados de bienestar.
5. Para combatir el frío o el calor
¿Qué tiene que ver el difusor aromático con la temperatura? Los aceites esenciales no pueden subir o bajar la temperatura del hogar. No obstante, sí que pueden crear una sensación de frescor o calidez según los aromas:
- Aceites que refrescan: limón, naranja, mandarina, pomelo, menta.
- Aceites que dan calidez: clavo, orégano, jengibre, nuez moscada, comino, anís.
Con estos aceites podemos jugar para cambiar la sensación que nos despiertan algunas estancias.
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6. Para crear un ambiente íntimo
Hemos destacado varios aceites que son muy reconocidos por sus propiedades caloríficas, así como por su poder estimulante y afrodisíaco.
Una noche especial, una cena romántica o un aroma habitual para el dormitorio pueden estar impregnados de aceites esenciales como el clavo, el jengibre, el comino, el anís o la canela.
Son aromas muy fuertes, por lo que recomendamos usarlos en pequeñas cantidades para que no nos cansen e incluso nos susciten las ganas de más.
Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.