Infección de riñón: síntomas y tratamiento

Para estimular el funcionamiento de los riñones y eliminar las bacterias es muy importante que bebamos abundante cantidad de agua a lo largo del día.
Infección de riñón: síntomas y tratamiento
Valeria Sabater

Escrito y verificado por la psicóloga Valeria Sabater.

Última actualización: 09 julio, 2023

Una infección de riñón es un problema bastante común en la población a nivel mundial. Generalmente, la molestia se manifiesta a través de un intenso dolor pélvico y de espalda, así como con unas décimas de fiebre. Por fortuna, esto tiene tiene tratamiento.

A continuación te comentaremos más acerca de esta enfermedad y cuáles son las pautas que debes seguir si te la han diagnosticado. Pero primero que nada, te daremos una pista: deberás hidratarte muy bien a diario y darle prioridad al consumo de agua por encima de cualquier otra bebida, incluso las naturales.

¿Cómo se manifiesta una infección de riñón y cómo afecta?

La infección renal es bastante común dentro del mundo de las infecciones. Puede afectar a uno o ambos riñones. Si es el caso, los riñones estarán inflamados, lo que te ocasionará dolor pélvico y de espalda. Además, al ser el lugar donde se produce la orina, notarás diferencias de color e incluso de olor.

Un análisis de orina puede ayudar a determinar la presencia de infección. Observar leucocitos en ella indica de inmediato la presencia de una infección, ya sea del tracto urinario o de los propios riñones.

Dolor en los riñones.
La falta de apetito, la anemia, el dolor en la zona lumbar son signos incipientes de una posible falla renal.

¿Cuáles son las causas de una infección renal?

Los expertos de Mayo Clinic indican que “las bacterias que ingresan en las vías urinarias a través del tubo que transporta la orina del cuerpo (uretra) pueden multiplicarse y desplazarse a los riñones. Esta es la causa más frecuente de infecciones renales”.

Además de las bacterias, otras posibles causas serían las siguientes:

  • Diabetes.
  • Piedras en el riñón.
  • Quistes en el riñón.
  • Algún tipo de anemia.
  • Anomalías genéticas.
  • Infección en la propia vejiga.
  • Tener un sistema inmune debilitado.

¿Cuáles son los síntomas más comunes?

  • Fiebre.
  • Náuseas.
  • Cansancio.
  • Escalofríos.
  • Pérdida de apetito.
  • Urgencia para orinar y ardor al hacerlo.
  • Dolor en el abdomen, la parte inferior de la espalda o incluso en las ingles.

¿Cómo es el tratamiento para la infección de riñón?

En caso de que te diagnostiquen una infección en el riñón será primordial que sigas el tratamiento que te paute el médico. Solo así podrás mejorarte y prevenir complicaciones. En torno al tratamiento como tal, los expertos de los National Institutes of Health (NIH) aclaran lo siguiente:

“Si el paciente tiene una infección renal, un profesional de atención médica le recetará antibióticos. (…) Aún cuando el paciente se pueda sentir aliviado de los síntomas, debe asegurarse de terminar todo el tratamiento antibiótico que le recetaron“.

¿Qué otras medidas hay que tener en cuenta?

¿Cuáles son los beneficios de tomar agua con bicarbonato de sodio todos los días?

A la par que el paciente sigue el tratamiento médico, deberá mantener buenos hábitos de vida, sobre todo en lo que respecta a su alimentación e hidratación.

Una buena hidratación no solo ayudará a promover la mejoría porque permitirá que el paciente orine con frecuencia y expulse los agentes patógenos que se alojaban en su sistema renal, sino también porque prevendrá la deshidratación.

Los pacientes con infección en el riñón deben asegurarse de consumir abundante cantidad de agua a lo largo del día. Más de 6-7 vasos preferiblemente.

Otras medidas que a tener en cuenta:

  • Bebe agua de coco verde o jugo de arándanos
  • Toma frutas y verduras ricas en fibra y agua
  • Ve a orinar cada vez que sientas ganas de hacerlo 
  • Después de orinar, límpiate siempre de adelante hacia atrás
  • Evita consumir altas cantidades de sodio así como tampoco de azúcar
  • Merienda un licuado de apio o piña (siempre y cuando tu médico lo autorice)
  • Evita las bebidas industriales, incluso aquellas que tienen la etiqueta de light o “cero”

Por último, pero no menos importante, bajo ningún concepto se debe suspender el tratamiento farmacológico aún cuando se noten mejorías. Solo cuando el médico lo indique, se suspende. De lo contrario, se puede alargar aún más el tiempo de recuperación.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.