La hidroterapia para bebés: ayuda en su desarrollo
Revisado y aprobado por la médico Maricela Jiménez López
La hidroterapia para bebés aporta grandes beneficios para la capacidad psicomotora de los más pequeños de la familia. Después de haber pasado 9 meses literalmente nadando en el ambiente del líquido amniótico, los bebés encuentran en el agua de una piscina un gran lugar para disfrutar, relajarse y seguir desarrollándose.
Aunque también es conocida como natación para bebés, no tiene nada que ver con aprender a nadar. A los pequeños aún les falta desarrollarse para alcanzar los movimientos propios de la natación. Los niños pueden aprender a nadar a partir de los 4 o 5 años, ya que han alcanzado el nivel de capacidad motora que les permite ser autónomos mientras están en el agua.
La hidroterapia para bebés
La hidroterapia para bebés combina una serie de ejercicios para ejecutar en el agua, aprovechando la facilidad que tienen los más pequeños para adaptarse a este medio.
Los bebés están dotados de una variedad de reflejos innatos que les permite adaptarse al agua. Para ellos es mucho más fácil que para los niños mayores, ya que son incapaces de sentir miedo al agua. Por ello, el proceso de adaptación es mucho más rápido que en los niños de más edad.
A partir del cuarto mes de vida es un buen momento para iniciar la hidroterapia para bebés, ya que su sistema inmunitario estará lo suficientemente maduro. No obstante, hay pequeños que son introducidos a la piscina a partir de la sexta semana de vida.
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Beneficios de la hidroterapia para bebés
Esta práctica se ha convertido en una de las técnicas más utilizadas para la estimulación temprana postnatal. Se utiliza tanto en niños con diferentes patologías como en bebés completamente sanos.
Las actividades acuáticas tienen efectos saludables a nivel orgánico, ya que mejoran la movilidad intestinal e incrementan el apetito; pero también en otros niveles como el neuromotor, emocional y socio-afectivo.
Por ello, a continuación, presentamos algunos de los principales beneficios de la estimulación acuática en bebés, tomando como referencia la información que proporciona este estudio publicado en la revista Nutrición Hospitalaria.
Favorece el vínculo con los padres
La hidroterapia mejora y fortalece el vínculo de amor y confianza entre el bebé y sus padres. En lo que mamá o papá acompañan al bebé en la piscina viven una experiencia única. Se unen reacciones innatas e instintivas del bebé con las vivencias propias en el agua. Esto fortalece la relación afectiva que los une.
Mejora el desarrollo psicomotor
En el agua, el bebé tiene una capacidad y libertad de movimientos que no tiene cuando está en su cuna o en el suelo. Ello le permite lograr una mayor coordinación motriz. El pequeño ejercita toda su musculatura, desarrolla su motricidad gruesa y fortalece la confianza en sus capacidades.
Aumenta las capacidades cognitivas
La práctica de la hidroterapia antes de los 2 primeros años de vida ayuda a desarrollar las capacidades cognitivas. El juego en el agua aumenta la percepción del mundo que los rodea. Ayuda a que los niños sean más creativos y observadores. La hidroterapia para bebés estimula la capacidad de juego del niño, lo que repercute positivamente en el aprendizaje.
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Fortalece el sistema cardiorrespiratorio
El ejercicio que promueve la hidroterapia para bebés fortalece el corazón y los pulmones. El trabajo respiratorio que se realiza en el agua aumenta la oxigenación de la sangre y del organismo. La presión del agua sobre la caja torácica fortalece la musculatura respiratoria. Además, la humedad de la piscina favorece la eliminación de mucosidades.
Desarrolla el aparato osteomuscular
Se incrementa el rendimiento muscular, la movilidad y la rapidez. Mejora la postura corporal, la coordinación y el equilibrio. En el caso de patologías como la rigidez muscular o hipotonía (falta de tonicidad), la hidroterapia para bebés es muy recomendable.
La hidroterapia para bebés favorece la relajación
Toda actividad realizada en agua ayuda al bebé a relajarse, porque se elimina la tensión nerviosa y el estrés. En niños hiperactivos son notorios los beneficios de la hidroterapia para ayudarles a estar más tranquilos y conciliar el sueño.
Ayuda positivamente a la socialización
En el ambiente lúdido de la piscina, los niños aprenden a relacionarse con otros niños. El pequeño adquiere más confianza para comunicarse y puede desarrollar más seguridad e independencia.
Antes del primer chapuzón
En definitiva, la hidroterapia para bebés brinda múltiples experiencias que favorecen tanto el desarrollo físico como intelectual en una fase crítica de la vida como son los primeros dos años de vida.
Esta práctica suele tener pocas contraindicaciones, pero antes de iniciarse a estas actividades, es importante consultar con el pediatra si el bebé padece algún tipo de enfermedad infecciosa, cardiovascular o del sistema nervioso como la epilepsia.
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