La inflamación: una respuesta a las agresiones
Escrito y verificado por el médico Mario Benedetti Arzuza
La inflamación es la forma que tiene el organismo de manifestar diversas enfermedades. Se trata de una respuesta a las agresiones del medio que está generada por agentes inflamatorios.
Ocurre solamente en tejidos conectivos, con el fin de aislar y destruir al agente externo, y reparar el tejido y el órgano dañado.
Los distintos tipos de inflamación se identifican en medicina con el sufijo: -itis. Por ejemplo, dermatitis.
¿Qué función tiene el sistema inmunitario en este proceso?
El sistema inmunitario controla los procesos fisiológicos que dan lugar a la inflamación. Esto lo realiza a través de receptores, de células efectoras, y a través de sustancias que sintetizan y liberan. En otras palabras, organiza todas las respuestas fisiológicas encargadas de dar lugar a este mecanismo.
Para eliminar el agente invasor, el sistema inmunitario genera un proceso inflamatorio a través de la activación de un mecanismo de defensa para procurar un equilibrio en el organismo. De esta forma, el sistema inmunitario protege al organismo de sustancias posiblemente nocivas, al responder y reconocer a los antígenos.
Antígenos
Los antígenos son sustancias que se encuentran en la superficie de las células, como:
- Virus.
- Hongos.
- Bacterias.
- Químicos.
- Sustancias inertes.
- Partículas extrañas (una astilla puede ser considerada un antígeno).
Descubre: Las manos, una gran fuente de bacterias
Funcionamiento del sistema inmune en el proceso de inflamación
La función principal de las células del sistema inmune es eliminar a los patógenos y liberar moléculas biológicamente activas. Las células inmunitarias implicadas en el proceso de inflamación son las siguientes:
Macrófagos
Estas son células que se encuentran en los tejidos, junto con los mastocitos; los macrófagos constituyen poderosos receptores capaces de detectar antígenos.
Cuando se activan, eliminan microbios e inician el proceso de reparación de tejido. Estos son los responsables de la mayor parte de los daños en el tejido, y en la inflamación crónica.
Los macrófagos son eficaces para combatir la invasión de los microbios, pero pueden perjudicar cuando se dirige hacia los propios tejidos.
Por ello la destrucción de tejidos es característica de la inflamación crónica, cuando los macrófagos se acumulan aumentando los daños colaterales.
Linfocitos
Se activan con el objetivo de producir anticuerpos y células capaces de identificar y destruir el microbio patógeno. Hay diferentes tipos de linfocitos, algunos matan células infectadas por virus, otros son reguladores que controlan el proceso inflamatorio.
Células plasmáticas
Estas células producen grandes cantidades de anticuerpos dirigidos a actuar contra el microbio patógeno, y, en ocasiones, contra antígenos endógenos (en las enfermedades autoinmunes).
Eosinófilos
Los eosinófilos son abundantes en reacciones inflamatorias en infecciones por parásitos. Tienen un papel importante en la destrucción de tejidos en reacciones inmunes, como las alergias.
Mastocitos
Como los macrófagos, los mastocitos son células distribuidas por los tejidos que tienen receptores es sus membranas de hipersensibilidad inmediata, y reaccionan al estrés físico, calor, frío, presión… y participan tanto en la inflamación aguda, como en la crónica.
Puede interesarte: Conservación de células madre: en qué consiste
¿Cómo incide la alimentación en el proceso inflamatorio?
Agentes externos modifican y determinan la expresión de determinados genes, además del efecto que hacen los alimentos sobre las células y los tejidos.
Es imprescindible llevar un control sobre la alimentación si queremos prevenir enfermedades de origen inflamatorio, y realizar un estudio personalizado a cada persona, porque cada una va a reaccionar de manera diferente.
Alimentos que tienen poder antiinflamatorio
- Pescado azul.
- Algunos tipos de algas.
- Ácidos grasos omega 3.
- Aceite de determinadas semillas.
Estos alimentos ejercen un efecto antiinflamatorio; por otra parte, las grasas trans son muy perjudiciales para la salud y, en este sentido, su consumo aumenta la cantidad de marcadores inflamatorios en sangre.
Proteínas
El consumo debe corresponder con las necesidades fisiológicas, y no sobrepasarse con este alimento; ya que su consumo elevado tiende acidificar el organismo, y esto favorece a procesos inflamatorios y degenerativos.
Hidratos de carbono
Mantener un ajuste en el consumo de hidratos de carbono, y un peso saludable, aseguran niveles bajos de marcadores inflamatorios en sangre.
Vitaminas y antioxidantes
Abundantes en frutas y verduras tienen la capacidad de neutralizar los radicales libres, agentes implicados en el proceso inflamatorio. El consumo de alimentos ricos en antioxidantes y vitaminas reduce la acción perjudicial de los radicales libres, y reducen los procesos inflamatorios.
Conclusión
Recuerda que manteniendo un estilo de vida saludable siempre podrás gozar de bienestar. Ahora, si tienes alguna inquietud, no dudes en consultar con tu médico.
Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.
- Villalba, E. (2014). Inflamación I. Revista de Actualización Clínica. https://doi.org/10.1080/00036810601109119
- Robles Gil, J. (1967). Inflamación. Gaceta Medica de Mexico. https://doi.org/10.1007/s13398-014-0173-7.2
- Bórdes, R., Martínez, M., Gercía, E., & Guisado, R. (1994). El proceso inflamatorio. Revista de Enfermería.
- González Naranjo, L. A., & Molina Restrepo, J. F. (2010). Evaluación de la inflamación en el laboratorio TT – Laboratory evaluation of inflammation. Rev. Colomb. Reumatol. https://doi.org/10.1016/S0121-8123(10)70091-8
Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.