Los gases vaginales también se denominan ventosidad o flatulencias vaginales. La gran mayoría de las mujeres los han experimentado alguna…
¿Qué es la lluvia dorada?
La lluvia dorada es una expresión metafórica utilizada para hablar de una parafilia sexual asociada a la orina. Aunque no es una práctica para todo tipo de público, tiene sus adeptos.

La lluvia dorada es la expresión coloquial de lo que se conoce como “urolagnia”. Se trata de un fetichismo sexual que, siendo una incógnita para muchas personas, es algo habitual y placentero para otras tantas.
En las relaciones íntimas existen cientos de posturas y fantasías en las que se provocan diferentes sensaciones. Hay quienes se excitan con besos o con otro tipo de juegos. Pero, también están aquellos que se encienden con elementos alternativos, como es la orina en este caso.
Presentada así, quizás esta práctica pueda parecer una locura, pero hay que ir un poco más allá para entender por qué hay quienes se animan a incorporarla a su vida sexual.
¿A qué se llama lluvia dorada?
Como hemos señalado, este término representa una forma poética de nombrar a la urolagnia. Esta consiste en una parafilia a través de la cual se logra el placer orinando o dejándose orinar por el compañero íntimo.
Es más común en las parejas que practican sexo sadomasoquista, aunque no se limita solo a estas.
La base es el juego de roles. A partir de este, uno de los dos miembros toma un papel dominante y el otro asume una posición sumisa, desde la cual recibe órdenes.
En el sexo las alternativas parecen infinitas y es frecuente que uno se sorprenda con que le queda algo nuevo por conocer. En este sentido, la lluvia dorada se interpreta como un acto de liberación con el que satisfacer el deseo erótico y alcanzar el clímax.
Con esta rutina se incorpora al placer de los encuentros sexuales esa agradable sensación que se tiene al orinar después de “haberse aguantado” durante un tiempo.
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¿Dónde practicar la lluvia dorada?
Las personas que tienen entre sus preferencias la práctica de la lluvia dorada sienten excitación por la orina en sí. También están aquellos que experimentan atracción por la misma e, incluso, hay quienes se atreven a saborearla.
En cualquier caso, es importante elegir de forma adecuada el lugar en el que se hace, ya que tras el acto sexual, este podría quedar mojado. Los menos osados eligen llevarla a cabo en la ducha o en una pileta. De esta manera, el fluido se limpia enseguida con el agua del baño y se evitan situaciones incómodas.
Por su parte, otros prefieren hacerlo en el piso o sobre superficies fáciles de lavar y secar. Y hasta hay quienes no resisten los deseos del momento y lo hacen allá donde se encuentren.
Cabe mencionar que la cama o algunos muebles pueden verse deteriorados si se les somete de forma periódica a este líquido sin unos mínimos cuidados previos.
Además, el aroma que desprende la orina llega a impregnar las estancias, algo con lo que es probable que no todos los invitados se sientan muy cómodos. Así que tal vez la cuestión resida en saber equilibrar el buen gusto con ciertos placeres íntimos.
Si bien nada está prohibido, tampoco es agradable que quienes se hallen alrededor se vean afectados por las elecciones sexuales individuales.
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Riesgos de la lluvia dorada
Las enfermedades de transmisión sexual no se contagian por la orina, por lo que no existe un peligro mayor con esta práctica. Sin embargo, sí existe la probabilidad de exponerse a bacterias que pueden estar presentes en esta secreción, más aún si el acto implica tragarla.
Además, también se corre el riesgo de contraer distintos tipos de hepatitis (infección del hígado), tal y como advierte un estudio dirigido por un grupo de científicos del Instituto Nacional para el Control de Alimentos y Medicamentos de Pekín (China).
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¿Qué reflexiones hacer al respecto?
Como en todas las relaciones sexuales, y mucho más cuando se trata de cumplir ciertas fantasías eróticas, el consenso es lo primero.
Por tanto, es fundamental que ambos miembros se encuentren del todo convencidos de lo que quieren hacer. De lo contrario, es preferible optar por otros juegos, posturas o innovaciones.
Recordemos que uno de los fines prioritarios del sexo es disfrutar y conectar con la pareja. Por ello, si queremos que la intimidad sea una experiencia positiva e intensa, la aventura consistirá en buscar y satisfacer aquellas inquietudes y deseos que los dos comparten.
Licenciada en Filosofía por la Universidad del Zulia (2010). Máster en Filosofía por la Universidad de Zulia (2013). Actualmente, es estudiante de Orientación en Sexología (Centro de Investigaciones Psicológicas, Psiquiátricas y Sexológicas de Venezuela) y posee certificación en Coahing por la Universidad Autónoma de Barcelona, Fundamentos de la escritura por el Instintuto Tecnológico de Monterrey y Psicología positiva por la Universidad Metropolitana de Caracas, entre otros. Ha ejercido como docente de Castellano y Literatura, investigadora en el área de filosofía, curadora en exposiciones artísticas y redactora de contenidos. Ha participado como ponente en diversos congresos de filosofía y educación. También colabora con otras revistas, enfocadas al público femenino, como redactora en temas de sexualidad. El resultado de sus investigaciones se condensa en las diferentes revistas académicas en las que ha publicado.