La postura del helicóptero

Si estás en este punto, es porque disfrutas de practicar nuevas posiciones sexuales. Por eso, hemos recopilado la información disponible para mostrarte todo lo referente con la postura del helicóptero. Sin lugar a dudas, despertará el interés en probar cosas nuevas.

Lo primero que hay que aclarar es que cualquier postura sexual que sea de tu preferencia siempre ayudará a mejorar la satisfacción en la cama, siempre y cuando sea consensuada con tu pareja. Las sorpresas en el sexo siempre son un plus.

Ahora bien, para llevar a cabo esta intrincada y desafiante postura, tú y tu pareja deben ser conscientes de que conlleva algo más de esfuerzo y dedicación para poder lograrla. Es decir, no es realmente cómoda.

No obstante, el placer para ambos amantes está garantizado. Sin obviar que es una experiencia notable y divertida si se ejecuta con la pareja adecuada.

La postura del helicóptero: excitante y exigente

Es cierto, las posturas sexuales son fruto de la imaginación y sirven para animar, excitar y promover el deseo y la lujuria al momento de desnudar la intimidad (valga el verbo ‘desnudar’ doblemente).

Si deseas practicar esta exigente, pero estimulante posición, deberás tener en cuenta varios factores:

• Uno de los participantes yace boca arriba.
• El otro se sienta sobre el pene.
• El que está sobre el pene debe apoyarse en los talones.
• Inmediatamente después, empezar a dar vueltas sobre el cuerpo del que está boca arriba conservando el pene dentro.

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Origen y surgimiento de la postura del helicóptero

El origen de esta postura es algo incierto. Si bien algunos la atribuyen al texto indio del Kamasutra, la denominación ‘helicóptero’ no aparece dentro del mencionado manual.

Con respecto al surgimiento, después de la explosión sexual en la década de los sesenta, muchas de las posturas sexuales asomaron y recorrieron rápidamente el mundo entero. Estas han logrado formar parte de la cultura de los amantes y son un gran aporte al sexo.

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A tener en cuenta

Con la postura del helicóptero, la persona que es penetrada disfruta de la anatomía del pene a plenitud y la excitación que produce tanto su tacto, como los movimientos que ambos realicen (por turnos). Todo ello sin olvidar que el ritmo y el control está en su dominio.

Si la penetración es anal, la sensación con respecto a la lubricación será muy diferente que durante el sexo vaginal. Los músculos del ano no dilatan con facilidad y esa zona no lubrica naturalmente. Por ende, puede llegar a ser bastante molesto.

Lo importante antes de intentar esta postura es saberse apto dentro de los roles que demanda la posición. También, hay que crear el ambiente propicio para que se dé favorablemente.

No te olvides de los ingredientes principales: juegos previos, proposiciones sexuales, un lubricante adecuado, buena comunicación y disposición. De esta manera, todas las posiciones sexuales resultan excitantes y placenteras.