Las consecuencias de la contaminación ambiental en el cuerpo

Revisado y aprobado por el médico Nelton Abdon Ramos Rojas

Escrito por Yamila Papa Pintor

Última actualización: 01 junio, 2023

A diario estamos expuestos a todo tipo de contaminación ambiental de diferentes modos. Por desgracia, sus consecuencias son nefastas para nuestro cuerpo.

Si vivimos en una ciudad donde el esmog es demasiado alto quizás nuestra expectativa de vida se reduzca. En este artículo te contamos más sobre ello.

Lo que nos rodea

La polución es un problema más que grave. Tiene efectos nocivos no solo en el planeta, sino en todos los seres que vivimos en él.

Debemos saber que estar en contacto directo con la contaminación ambiental produce enfermedades. Además, reduce nuestra calidad de vida.

Los coches, las fábricas, ciertos sistemas de producción, las aguas con ciertos desechos y también los electrodomésticos son los responsables. Estamos viviendo, a la par, un incremento de problemas respiratorios y cardiovasculares.
La mortandad en las ciudades ha aumentado por el nivel de contaminación ambiental. Pero antes de continuar, debemos entender bien qué es la “contaminación ambiental”.

¿Qué es la contaminación ambiental?

La contaminación ambiental es la descarga de cualquier material tóxico al suelo, al aire o al agua. Esta puede ocasionar un desequilibrio en el balance ecológico del planeta y reducir la calidad de vida de quienes lo habitan.

Desde que el hombre comenzó a organizarse en pueblos o comunidades la contaminación también está presente. Por ejemplo, los residuos cloacales que se arrojaban a los ríos en la Edad Media. No obstante, en los últimos años la industria es una de las principales contaminantes del mundo.

La polución ha llegado a tal extremo que ya no es un problema ajeno para ninguno de nosotros. Ni siquiera aunque vivamos alejados de las grandes ciudades.

Además, todo tiene efectos directos en nuestra salud:

• La descarga de desechos en los ríos y mares.
• La emisión de gases tóxicos a la atmósfera.
• El uso de productos químicos para limpieza.
• La utilización de ciertos medios de transporte como el coche.
• Etc.

Tipos de contaminación ambiental y sus consecuencias

Según el recurso natural que resulta perjudicado podemos dividir la contaminación ambiental en estos grupos:

Contaminación del agua

Sucede cuando se arrojan sustancias químicas o biológicas a las cuencas hidrográficas, mares o lagos. Estos elementos afectan a la calidad del agua y a los seres que viven en ella.

También, por supuesto, nos repercute a las personas. Todos consumimos el pescado que se desarrolla en aguas contaminadas. Y, además, introducimos muchas bacterias al organismo a través del consumo del agua.

Entre las principales enfermedades causadas por la contaminación del agua, las cuales dañan el estómago y los intestinos, podemos destacar:

• Disentería.
• Fiebre tifoidea y otras salmonelosis.
• Leptospirosis.

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Cuando una fábrica o empresa arroja metales pesados a los ríos o cuencas nuestro organismo sufre una sobredosis de ciertos materiales. Por ejemplo, de flúor, zinc, selenio o cromo, entre otros. Por ende, varios órganos (riñones, páncreas, hígado) no pueden funcionar como corresponde.

Contaminación del aire

Podría decirse que es el tipo de contaminación ambiental que más conocemos o vemos si vivimos en la ciudad. El esmog que lanzan los coches o autobuses se va acumulando en la atmósfera .Este tiene efectos no deseados en todos los seres vivos (además de los daños al medio ambiente).

En el aire hay muchos agentes contaminantes. Entre ellos el monóxido de carbono, el óxido de azufre, los hidrocarburos y los oxidantes fotoquímicos.

El humo es el mayor contaminante al que nos exponemos las personas, los animales y las plantas. En los dos primeros irrita el sistema respiratorio y la visibilidad. Al mismo tiempo aumenta la posibilidad de sufrir enfermedades de pulmón o garganta.

Por último, la quema de basura en las cercanías urbanas agrava aún más la situación. Sin olvidarnos de tener que respirar el humo del cigarrillo.

Contaminación del suelo

En tercer lugar tenemos la contaminación del suelo. Puede ocurrir por una mala utilización de la tierra o por arrojar basura y ciertos agentes químicos.

Uno de los principales ejemplos de este tipo de contaminación es el uso de fertilizantes e insecticidas. Si bien sirven para acelerar la producción de las cosechas y evitar el ataque de las plagas, tienen una consecuencia nefasta en el estado de la tierra.

Si comemos hortalizas o cereales que han crecido bajo este tipo de “tratamientos” nuestro sistema nervioso se verá afectado. Además, podríamos sufrir alergias o intolerancias.

Otro tipo de contaminación del suelo se produce por la acumulación de basura en los vertederos. Con las lluvias y el proceso de descomposición se forma un “lixiviado”. Es decir, un residuo líquido muy contaminante que se filtra a la tierra y a las aguas subterráneas.

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Contaminación acústica

No nos damos cuenta de que este tipo de contaminación es tan grave como los demás y la sufrimos a diario. El mundo moderno nos lleva a padecer diferentes daños físicos y psicológicos por los ruidos y sonidos a los que nos exponemos día tras día.

Por ejemplo alteran nuestro descanso y el rendimiento en el trabajo. No obstante, existen efectos más graves de estar expuestos a la contaminación acústica a diario.

Si el ruido supera los 130 decibelios nos produce dolor de cabeza o físico. Y, si es mayor, puede ocasionar daño permanente en el sistema auditivo.

El ruido de las bocinas, los medios de transporte e incluso de escuchar música muy fuerte tienen su precio. Estos aumentan la irritabilidad, la presión arterial y el insomnio.

Además, reducen la productividad y provoca reacciones alérgicas. El sistema nervioso es el más afectado por este tipo de contaminación.