Cómo tener buen aliento todo el día: la guía práctica definitiva

¿Tienes mal aliento a pesar de cepillarte los dientes? Este problema es más común de lo que parece y puede afectar tu confianza, generando incomodidad en tu vida diaria. La mayoría de las veces, se produce porque las bacterias de la boca descomponen los restos de alimentos de los dientes, encías y lengua, liberando gases con mal olor.
Para combatir el mal aliento de raíz, es indispensable mantener una higiene bucal completa. Sigue estos consejos para mantener un aliento fresco por más tiempo.
Cepíllate y usa hilo dental a diario
La base de un buen aliento es eliminar los restos de comida y de placa de la boca. Algo fundamental es cepillarte los dientes al menos dos veces al día durante 2 minutos.
Sin embargo, no es suficiente. El cepillo puede no alcanzar ciertos espacios entre los dientes, por lo que debes completar la limpieza con el uso de hilo dental o cepillos interdentales sin falta.
No olvides limpiar la lengua
La superficie rugosa de la lengua es el espacio perfecto para que se acumulen bacterias. Ya sea con el mismo cepillo de dientes o con un raspador lingual, limpia el dorso de la lengua a diario después de cada limpieza. Realiza 4 o 5 pasadas suaves desde la parte posterior hacia la punta y enjuaga con agua.
Usa enjuague bucal
Después de cepillar tus dientes y lengua, usa un enjuague bucal sin diluir durante 30 a 60 segundos. Para que sea un gran aliado, busca opciones libres de alcohol, ya que puede resecar la boca.
Las fórmulas que contienen zinc o cloruro de cetilpiridinio (CPC) son recomendables para neutralizar el mal olor. Por su parte, la clorhexidina puede ser muy fuerte y, aunque en algunos casos ayuda, es mejor usarla por periodos cortos y bajo la recomendación del dentista.
Recuerda no beber ni consumir nada por hasta 30 minutos después de usar el enjuague bucal.
Mantén la boca hidratada
Una boca seca es un ambiente perfecto para que proliferen las bacterias. La forma más sencilla de mantener la boca húmeda es beber agua con frecuencia a lo largo del día.
Además, puede ayudarte masticar chicle sin azúcar con xilitol después de las comidas, porque estimula la producción de saliva, que es nuestro enjuague bucal natural.
Estrategias para mantener la frescura todo el día
Puedes complementar la limpieza diaria con estos consejos que te ayudarán a reducir el mal aliento.
- Respira por la nariz en lugar de por la boca, en especial por las noches, porque ocasiona sequedad e intensifica el olor.
- Enjuágate con agua después de comer en caso de que no puedas cepillarte. Esto ayuda a eliminar gran parte de los restos de comida.
- Lleva un kit portátil con cepillo de dientes, hilo y pasta dental y chicles con xilitol para higienizar tu boca en cualquier lugar y momento.
Cuándo debes consultar a un profesional
Si a pesar de seguir una rutina de limpieza bucal completa continúas con mal aliento, podría tratarse de un problema subyacente. Consulta con un médico o un dentista si notas:
- Sequedad bucal persistente.
- Encías que sangran o duelen.
- Reflujo, problemas sinusales o puntos blancos en las amígdalas.
- Mal aliento que no mejora después de un par de semanas de buena higiene.
Para conseguir un aliento fresco y duradero, no debes usar soluciones que únicamente enmascaran el problema. El mejor resultado se obtiene al adoptar toda una rutina de limpieza completa. Ten presente que, de esa forma, no solo mejorarás tu aliento, sino también tu salud bucal general.
¿Tienes mal aliento a pesar de cepillarte los dientes? Este problema es más común de lo que parece y puede afectar tu confianza, generando incomodidad en tu vida diaria. La mayoría de las veces, se produce porque las bacterias de la boca descomponen los restos de alimentos de los dientes, encías y lengua, liberando gases con mal olor.
Para combatir el mal aliento de raíz, es indispensable mantener una higiene bucal completa. Sigue estos consejos para mantener un aliento fresco por más tiempo.
Cepíllate y usa hilo dental a diario
La base de un buen aliento es eliminar los restos de comida y de placa de la boca. Algo fundamental es cepillarte los dientes al menos dos veces al día durante 2 minutos.
Sin embargo, no es suficiente. El cepillo puede no alcanzar ciertos espacios entre los dientes, por lo que debes completar la limpieza con el uso de hilo dental o cepillos interdentales sin falta.
No olvides limpiar la lengua
La superficie rugosa de la lengua es el espacio perfecto para que se acumulen bacterias. Ya sea con el mismo cepillo de dientes o con un raspador lingual, limpia el dorso de la lengua a diario después de cada limpieza. Realiza 4 o 5 pasadas suaves desde la parte posterior hacia la punta y enjuaga con agua.
Usa enjuague bucal
Después de cepillar tus dientes y lengua, usa un enjuague bucal sin diluir durante 30 a 60 segundos. Para que sea un gran aliado, busca opciones libres de alcohol, ya que puede resecar la boca.
Las fórmulas que contienen zinc o cloruro de cetilpiridinio (CPC) son recomendables para neutralizar el mal olor. Por su parte, la clorhexidina puede ser muy fuerte y, aunque en algunos casos ayuda, es mejor usarla por periodos cortos y bajo la recomendación del dentista.
Recuerda no beber ni consumir nada por hasta 30 minutos después de usar el enjuague bucal.
Mantén la boca hidratada
Una boca seca es un ambiente perfecto para que proliferen las bacterias. La forma más sencilla de mantener la boca húmeda es beber agua con frecuencia a lo largo del día.
Además, puede ayudarte masticar chicle sin azúcar con xilitol después de las comidas, porque estimula la producción de saliva, que es nuestro enjuague bucal natural.
Estrategias para mantener la frescura todo el día
Puedes complementar la limpieza diaria con estos consejos que te ayudarán a reducir el mal aliento.
- Respira por la nariz en lugar de por la boca, en especial por las noches, porque ocasiona sequedad e intensifica el olor.
- Enjuágate con agua después de comer en caso de que no puedas cepillarte. Esto ayuda a eliminar gran parte de los restos de comida.
- Lleva un kit portátil con cepillo de dientes, hilo y pasta dental y chicles con xilitol para higienizar tu boca en cualquier lugar y momento.
Cuándo debes consultar a un profesional
Si a pesar de seguir una rutina de limpieza bucal completa continúas con mal aliento, podría tratarse de un problema subyacente. Consulta con un médico o un dentista si notas:
- Sequedad bucal persistente.
- Encías que sangran o duelen.
- Reflujo, problemas sinusales o puntos blancos en las amígdalas.
- Mal aliento que no mejora después de un par de semanas de buena higiene.
Para conseguir un aliento fresco y duradero, no debes usar soluciones que únicamente enmascaran el problema. El mejor resultado se obtiene al adoptar toda una rutina de limpieza completa. Ten presente que, de esa forma, no solo mejorarás tu aliento, sino también tu salud bucal general.
Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.







