Cómo usar el microondas para desinfectar esponjas de forma segura

La esponja de cocina, por su textura porosa y constante exposición a la humedad, suele acumular una gran cantidad de microorganismos. De hecho, se considera uno de los utensilios más contaminados del hogar, especialmente cuando no se reemplaza con regularidad o se deja húmeda tras su uso.
Aunque cambiarla con frecuencia es lo más recomendable, también existen métodos sencillos para reducir su carga microbiana entre un recambio y otro. Uno de los más accesibles es el uso del microondas, siempre que se aplique con precaución y siguiendo ciertas pautas. A continuación, te contamos cómo desinfectarlas de manera segura y rápida
1. Limpiar y humedecer la esponja
Antes de desinfectarla, enjuaga bien la esponja bajo el grifo con agua y jabón para eliminar restos de comida y suciedad visible. Luego, vuelve a empaparla por completo con agua limpia.
2. Escurrirla, pero mantenerla húmeda
Aprieta la esponja hasta que deje de gotear, pero asegúrate de que siga estando muy húmeda. Este es el paso de seguridad más importante, ya que el agua absorberá la energía del microondas y la convertirá en vapor.
3. Colocarla en el microondas
Coloca la esponja húmeda en el centro del plato giratorio. Asegúrate de que no contenga ninguna parte metálica, como estropajos de acero, ya que podrían provocar chispas o daños en el aparato.
4. Calentarla a máxima potencia
Programa el microondas en su potencia más alta durante uno o dos minutos. Para una esponja de tamaño estándar, un minuto suele ser suficiente para lograr una desinfección efectiva.
5. Dejar que repose 5 minutos
Una vez finalizado el tiempo, no abras el microondas de inmediato. Deja la esponja dentro, con la puerta cerrada, durante al menos cinco minutos. El vapor caliente continuará actuando y permitirá que se enfríe de forma gradual.
6. Retirarla con precaución
Pasado el tiempo de reposo, abre la puerta con precaución. La esponja estará muy caliente, por lo que puedes usar pinzas de cocina o guantes para manipularla. Luego, colócala en un lugar ventilado para que se seque completamente antes de volver a usarla.
Consejos de seguridad
Este método es seguro siempre que se sigan las recomendaciones de forma estricta.
- La esponja debe estar muy húmeda antes de entrar al microondas; nunca intentes calentarla si está seca, ya que existe un riesgo real de incendio.
- Evita por completo los estropajos metálicos. El metal dentro del microondas puede generar chispas, dañar el aparato o provocar un accidente.
- Durante el proceso, permanece cerca y atento. Si percibes olor a quemado o ves humo, apaga el microondas de inmediato y espera a que se enfríe antes de abrir la puerta.
- Por último, ten cuidado al manipular la esponja. Tanto el vapor como el material estarán a alta temperatura. Usa pinzas o guantes para evitar quemaduras y colócala en un lugar ventilado para que se enfríe por completo.
Desecha la esponja de inmediato si percibes un mal olor persistente, si adquiere una textura babosa o si comienza a deshacerse. Para mantener una buena higiene en la cocina, lo más recomendable es renovarla cada una o dos semanas, según el uso que reciba.
El microondas puede ser una herramienta útil para reducir la carga bacteriana entre recambios, y su uso regular contribuye a mantener el entorno más limpio. Aun así, es importante recordar que la desinfección no sustituye la seguridad de empezar a usar una esponja nueva, esa sigue siendo la mejor opción.
Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.







