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Los 7 lugares más sucios del hogar que casi nunca limpias

4 minutos
Estos espacios suelen olvidarse al limpiar y acumulan más suciedad de la que imaginas. Descubre cómo dejarlos impecables.
Los 7 lugares más sucios del hogar que casi nunca limpias
Escrito por Valentina Vallejo
Última actualización: 11 septiembre, 2025

En la rutina de limpieza solemos concentrarnos en lo más evidente: el suelo, la cocina, los baños o el polvo de los muebles. Sin embargo, hay rincones y objetos del hogar que pasan desapercibidos y que acumulan más bacterias y suciedad de la que imaginamos. No se trata de lugares ocultos o difíciles de alcanzar, sino de áreas tan cotidianas que solemos pasar por alto.

Ignorarlos no solo afecta la apariencia de la casa, sino que también puede convertirse en un foco de gérmenes que influyen en nuestra salud y bienestar. En este artículo descubrirás los 6 lugares más sucios del hogar que casi nunca limpias y cómo darles la atención que realmente necesitan.

1. Las rejillas de ventilación y extractores

Casi nunca les prestamos atención porque están en zonas elevadas o poco visibles. Al no tenerlas a la vista, nos olvidamos de que también hay que limpiarlas. El detalle es que, con el tiempo, ahí se acumula polvo, grasa y suciedad que pueden afectar el ambiente dentro de la casa.

Limpiarlo no es nada difícil. Retira la rejilla o el filtro, ponlo en agua caliente con jabón desengrasante y frota con un cepillo suave. Si tiene grasa muy pegada, un poco de vinagre o bicarbonato ayuda a aflojarla. Asegúrate de secar bien antes de volver a colocarlo. Se recomienda hacer este proceso cada 15 días, para que no se acumule la grasa.

2. El soporte para los cepillos de dientes

Nos preocupamos por limpiar los cepillos, pero casi nunca pensamos en el soporte. Al estar en un ambiente húmedo, se acumulan agua, restos de pasta y bacterias, aunque no lo veamos a simple vista. La limpieza es muy simple: si el soporte es desmontable, retíralo y lávalo con agua caliente y jabón, o usa vinagre para desinfectarlo. Si es fijo, pasa un cepillo pequeño o un hisopo con desinfectante por las ranuras y zonas donde se acumula la suciedad. Repite esto una vez por semana y así evitarás malos olores y acumulación de bacterias.

3. El tirador de la nevera

Al estar en contacto constante con las manos, acumula grasa, restos de comida y bacterias sin que lo notemos. Para evitarlo, pasa un paño con agua tibia y jabón desengrasante o un desinfectante de uso diario. Si la suciedad está muy pegada, frota suavemente con un cepillo pequeño. Al final, sécalo bien. Se recomienda limpiarlo todos los días o un día sí y el otro no.

4. La parte superior de armarios y estanterías

Con el tiempo acumulan polvo, telarañas y hasta grasa en el caso de la cocina. Para dejarla impecable puedes usar un plumero o un paño de microfibra ligeramente húmedo para retirar el polvo. Si notas que hay grasa acumulada, es mejor frotar la superficie con un paño humedecido en agua tibia con jabón o vinagre, asegurándote de eliminar toda la suciedad antes de secarla.

Lo recomendable es limpiarlas una vez al mes en habitaciones comunes y cada quince días en la cocina. También puedes aprovechar la limpieza general de la casa para incluir estas superficies altas y no dejarlas olvidadas por mucho tiempo.

5.  La lavadora y sus alrededores

La mayoría piensa que la lavadora “se limpia sola” porque usa agua y detergente, así que rara vez revisamos el tambor, la junta de la puerta o la zona que la rodea. Con el tiempo, se acumulan restos de detergente, suavizante, pelusas y humedad que pueden generar malos olores e incluso favorecer moho.

Limpia el tambor y la junta con un paño húmedo y un poco de vinagre o un limpiador específico para lavadoras. No olvides revisar el dispensador de detergente y la zona alrededor, donde se acumula polvo y pelusa. Deja la puerta abierta después de usarla para que se seque bien y evitar la humedad. Lo ideal es hacer una limpieza rápida una vez al mes.

6. Detrás de la nevera y la estufa

Estos rincones son difíciles de alcanzar y requieren mover electrodomésticos pesados, por lo que suelen quedarse sin limpiar durante meses. Para limpiarlo, desenchufa los electrodomésticos antes de moverlos para limpiar la parte trasera. Aprovecha también para barrer y fregar bien el suelo debajo de ellos. Si notas grasa en la parte trasera o en los laterales de los electrodomésticos, límpiala con un paño húmedo y un poco de agua tibia con jabón o vinagre. Se aconseja hacerlo cada tres o cuatro meses.

7. Los interruptores de luz

Los tocamos a diario, pero rara vez pensamos en limpiarlos. Al estar siempre en contacto con las manos, acumulan grasa, polvo y gérmenes. Para solucionarlo, basta con pasar un paño ligeramente húmedo con un poco de jabón o desinfectante. Para suciedad acumulada, un hisopo o un cepillo pequeño ayuda a llegar a los bordes y ranuras. Hazlo una vez por semana para evitar acumulaciones.

Mantener el hogar realmente limpio no se trata solo de lo que se ve a simple vista. También implica cuidar esos rincones y superficies que usamos todos los días y que, sin darnos cuenta, pueden acumular gérmenes. Dedicar tiempo a limpiar estos lugares no solo mejora la higiene de la casa, sino que protege la salud de todos los que viven en ella.

Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.