Logo image

Mantenimiento trimestral del hogar: 7 tareas que ya no pueden esperar más

4 minutos
Cada cambio de estación, primavera, verano, otoño o invierno, dedica una mañana a revisar tu casa. Estas tareas simples previenen fallos y gastos innecesarios. Tu casa lo agradecerá.
Mantenimiento trimestral del hogar: 7 tareas que ya no pueden esperar más
Escrito por Valentina Vallejo
Última actualización: 16 octubre, 2025

Más allá de la limpieza semanal, un hogar necesita cuidados preventivos para mantenerse funcional y libre de sorpresas desagradables. El ritmo trimestral, coincidiendo con cada estación del año, es ideal para abordar esas tareas que suelen postergarse, pero que marcan la diferencia en el espacio donde vives.

Desde revisar los detectores de humo hasta limpiar los filtros del lavavajillas, estas acciones simples evitan problemas mayores y te ahorran dinero a largo plazo. A continuación, te explicamos cuáles son las revisiones clave que conviene hacer cada tres meses.

1. Comprueba el detector de humo y el interruptor diferencial

Esta es la revisión más importante. Un detector de humo con la batería agotada es inútil. De la misma manera, un interruptor diferencial que no funciona no te protegerá de una descarga eléctrica.

Para comprobar el detector, mantén pulsado el botón “TEST” hasta que suene la alarma. Si no lo hace, revisa la batería o reemplaza el dispositivo. En el cuadro eléctrico, localiza el interruptor diferencial, suele tener un botón con una “T”, y púlsalo. Si funciona correctamente, cortará la corriente de toda la casa. Solo tendrás que volver a subirlo.

2. Limpia el filtro del lavavajillas

El filtro del lavavajillas es la causa número uno de malos olores y platos que no quedan limpios. Cuando está obstruido, el agua no circula correctamente y el lavado pierde eficacia.

Para limpiarlo, extrae el filtro cilíndrico que se encuentra en la base del lavavajillas, normalmente se desenrosca con facilidad, y lávalo bajo el grifo con agua caliente. Usa un cepillo viejo para eliminar los restos de comida y grasa acumulada.

3. Lava los filtros de la campana extractora

La grasa acumulada en los filtros de la campana reduce la capacidad de succión y representa un riesgo potencial de incendio.

Para limpiarlos, extrae los filtros metálicos, que en la mayoría de los modelos se pueden lavar en el lavavajillas. Si no es el caso, sumérgelos en agua caliente con un desengrasante, luego frótalos con un cepillo para eliminar los restos adheridos.

4. Limpia los sifones de fregaderos y lavabos

Limpiar los sifones de fregaderos y lavabos previene los malos olores que suben por las tuberías y evita los atascos causados por la acumulación de pelo y jabón.

Para hacerlo, coloca un cubo vacío debajo del sifón, la tubería en forma de U, y desenrosca con la mano el “vaso” inferior. Caerá agua y suciedad. Vacía los restos en la basura, enjuaga el vaso con agua caliente y vuelve a enroscarlo.

5. Realiza un ciclo de limpieza a la lavadora

Hacer un ciclo de limpieza a la lavadora elimina los restos de detergente, la cal y previene la formación de moho en la goma de la puerta, que suele ser la causa del mal olor en la ropa.

Para hacerlo, ejecuta un ciclo de lavado vacío, a alta temperatura, idealmente 60 °C o más. Puedes usar un producto específico o verter una taza de vinagre blanco en el cajetín del detergente.

6. Descalcifica los aireadores de los grifos

Con el tiempo, la cal se acumula en los aireadores de los grifos, obstruye la rejilla y reduce el caudal de agua, lo que provoca salpicaduras.

Para descalcificarlos, desenrosca la punta del grifo y sumerge la pequeña rejilla en un vaso con vinagre blanco durante 15 a 20 minutos. La cal se disolverá fácilmente. Luego, vuelve a enroscarla con cuidado. 

7. Revisa los filtros del aire acondicionado

Los filtros del aire acondicionado acumulan polvo y suciedad con el uso, lo que obliga al aparato a trabajar más, aumenta el consumo eléctrico y empeora la calidad del aire. Para limpiarlos, extrae los filtros de la unidad interior. La mayoría se pueden aspirar o lavar con agua y jabón, según las instrucciones del fabricante. Antes de volver a colocarlos, asegúrate de que estén completamente secos.

No hace falta esperar a que algo falle para actuar. Con unas pocas horas cada tres meses, puedes mantener tu casa en orden, reducir el desgaste de los electrodomésticos y evitar gastos innecesarios. Estas tareas no son urgentes, pero sí importantes, ya que marcan la diferencia entre un hogar que simplemente funciona y uno que se cuida con intención. Anótalas, repítelas y conviértelas en parte de tu rutina estacional.

Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.