6 usos del cepillo de dientes viejo en la limpieza del hogar

Es recomendable cambiar el cepillo de dientes cada tres meses, pero eso no significa que deba ir directamente a la basura. Al contrario, con una buena limpieza, puede convertirse en una herramienta eficaz para llegar a rincones donde las esponjas o los paños no llegan, como juntas, bordes y ranuras difíciles de tratar con precisión.
Antes de reutilizarlo, basta con sumergirlo durante unos minutos en agua con vinagre blanco o agua oxigenada, enjuagarlo bien y dejarlo secar por completo. Si lo marcas en el mango, evitarás confusiones con los cepillos en uso. En este artículo te mostramos seis nuevas formas de aprovecharlo en distintas tareas del hogar.
1. Limpiar las juntas de los azulejos
Las juntas de los azulejos en baños y cocinas acumulan moho y suciedad, volviéndose oscuras. Las cerdas de un cepillo de dientes encajan bien en esas líneas estrechas. Prepara una pasta con bicarbonato de sodio y agua, aplícala sobre las juntas y frota con el cepillo para blanquearlas.
2. Eliminar el sarro en la base de grifos y desagües
En la base de los grifos y las rendijas del desagüe se incrustan sarro y restos de jabón. Los cepillos pequeños pueden rodear el grifo y limpiar con precisión cada una de esas ranuras.
3. Desempolvar ranuras de muebles
El polvo se acumula en los tallados de los muebles, las ranuras de los marcos de las ventanas o las rejillas de ventilación. Usado en seco, un cepillo de dientes viejo funciona para sacar el polvo de estos recovecos sin dañar las superficies.
4. Retirar residuos de teclados y electrodomésticos
Las juntas de goma de la licuadora o las migas en el teclado son zonas difíciles de limpiar. El cepillo seco es útil para sacudir el polvo y los restos de comida en aparatos electrónicos. Además, mojado con agua y jabón, limpia bien piezas y esquinas de los electrodomésticos.
5. Tratar manchas pequeñas en tejidos
Para limpiar una mancha en una alfombra, una tapicería o el cuello de una camisa sin mojar toda la tela, aplica un quitamanchas sobre la zona y, con el cepillo de dientes viejo, frota suavemente con movimientos circulares. Sus cerdas ayudan a tratar la mancha sin ser demasiado agresivas con el tejido.
6. Limpiar las suelas y costuras del calzado
Las suelas de goma y las costuras de las zapatillas acumulan suciedad que un paño no siempre quita. Con el cepillo de dientes, aplica una solución de agua y jabón en estas zonas, y limpia con detalle cada parte del calzado.
¿Cuándo desecharlo definitivamente?
Aunque puede durar varios meses como utensilio de limpieza, el cepillo debe desecharse cuando las cerdas estén deformadas, abiertas o desprendidas. En ese estado, pierde eficacia y puede dañar superficies delicadas. Y si desprende mal olor o tiene restos imposibles de eliminar, también es mejor reemplazarlo.
Este utensilio no fue diseñado para limpiar, su forma y tamaño lo hacen útil cuando se necesita precisión en tareas puntuales, sin complicaciones ni herramientas especializadas.
Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.







