¿Cómo limpiar el interior de un lavavajillas? 7 consejos útiles
Una buena rutina de limpieza no solo consiste en que todo en la casa se vea reluciente; hace falta mantener higienizados los instrumentos y equipos de aseo. Debemos reconocer que son muchas las tareas que pasamos por alto. Un ejemplo clásico lo encontramos en la cocina: ¿tienes idea de cómo limpiar el interior de un lavavajillas?
Lo cierto es que esta máquina tan útil, con el paso del tiempo acumula una cantidad increíble de suciedad por los restos de comida, grasa y líquido lavaplatos no disuelto.
Debes saber que la mugre hace estragos en piezas fundamentales para el funcionamiento del lavavajillas, como la bomba o el filtro. De modo que, con un adecuado mantenimiento, su vida útil será más larga.
Consejos y pasos para limpiar el interior de un lavavajillas
¡Ya basta de lavar los platos una y otra vez con un lavavajillas sucio! Llegó el momento de poner manos a la obra y dejarlo como nuevo. Pon a un lado las excusas.
1. Retira los desperdicios de comida todos los días
Aunque te esmeres en quitar los restos de comida antes de lavar los platos, ollas, sartenes… es inevitable que algún residuo se cuele en el lavavajillas. Observa con detenimiento y lo comprobarás. Ante esto, lo más recomendable es tomar un papel de cocina desechable para retirar los trozos de carne, granos de arroz y semillas.
El punto de partida es sacar las aspas y las rejillas para asearlas por completo. Si haces la vista gorda, el tiempo pasará factura: será más difícil el proceso porque habrá partículas en los inyectores y los brazos no girarán con normalidad. Céntrate en las juntas de la puerta y las gomas.
2. Asea la puerta cada semana
No es necesario trabajar en la puerta del lavavajillas a diario. Basta con hacerlo a profundidad una vez cada semana. En esta labor te servirá un paño de microfibras o bien un estropajo de uso exclusivo para ello.
Este es el paso a paso:
- Mójalo y frótalo por la cara interna de la puerta, que suele alojar salpicaduras llenas de residuos y grasa.
- Recuerda también los bordes de los lados y de arriba.
- Aprovecha la ocasión para verificar el dosificador de detergente, ya que las pastillas tienden a dejar restos.
3. ¡No te olvides del filtro!
Con la misma frecuencia con la que limpias la puerta, hazle mantenimiento al filtro para prevenir obstrucciones o atascos en la bomba de desagüe. No necesitas llamar a un experto para esto.
Tú mismo puedes retirarlo y enjuagarlo debajo de un chorro de agua potente con un jabón neutro. Para desprender todos los desechos, te servirá un cepillo de dientes o cualquier otro modelo pequeño que frotarás con suavidad.
Otra alternativa que sugieren los expertos en la materia es hundir el filtro en un envase con agua caliente y jabón por una hora, como mínimo. Posteriormente, friega con un cepillo de nailon, enjuaga y vuelve a instalarlo para que quede en su lugar.
Como dijimos al comienzo de la nota, este procedimiento es básico para preservar en buen estado el lavavajillas. Si el filtro se encuentra atascado, sin importar cuánto limpies, la suciedad permanecerá girando en el interior.
4. Limpia el desagüe
Levanta la rejilla inferior para platos y quita la comida atrapada u otro tipo de suciedad. Con esta sencilla tarea, el drenaje y la limpieza mejorarán. Está claro que la operatividad del lavavajillas se verá favorecida.
5. Haz una limpieza profunda frecuente
Quizás tu agenda está llena la mayor parte del tiempo. Sabemos que puede resultar bastante complicado limpiar el interior de un lavavajillas a fondo. Sin embargo, debes planificarte para lograrlo una vez al mes. Revisa estas opciones de productos.
Vinagre blanco
Este es uno de los ingredientes domésticos más utilizados, pues blanquea y desinfecta de una manera muy eficiente. No es casualidad que sea considerado un limpiador casero por excelencia. Resulta una elección ecológica, natural y económica.
Sigue los pasos que te compartimos a continuación:
- Vacía el lavavajillas.
- Aplica vinagre en las paredes internas, la goma, la puerta, el filtro, los conductos internos y las bandejas.
- Enciende el equipo y prográmalo en el ciclo que tenga mayor temperatura.
- Unos 10 minutos más tarde, detén el lavavajillas y vierte una taza de vinagre.
- Espera a que se complete el programa.
Algunos proponen usar ácido cítrico en su versión en polvo para afianzar el efecto del vinagre, removiendo los residuos de grasa y cal que estén aglomerados. Por fortuna, no es tóxico, pero debes administrarlo con precaución.
Bicarbonato de sodio
Una vía alterna es el bicarbonato de sodio, ideal para reforzar la limpieza que hayas hecho con el vinagre o cualquier otro artículo. ¿Cómo hacerlo? Pues muy sencillo: espolvorea un poco en la zona inferior, acciona un ciclo de máxima temperatura y listo.
Lejía
Otro de los limpiadores que no podía quedar por fuera del listado es la lejía. Por su concentración, lo más aconsejable es usarla con moderación. Ahora bien, un aspecto relevante es que verifiques el material de la puerta y el interior; si es de acero inoxidable, por ejemplo, descarta la lejía.
Limpiadores para máquinas
Si lo prefieres, opta por un limpiador especial para máquinas, que cumplirá con el mismo propósito. La desventaja es que su precio es más elevado y es criticado por los defensores del medioambiente. Si te decides por uno, elige una buena marca y sigue al pie de la letra las recomendaciones impresas en la etiqueta del envase.
Con el lavavajillas sin nada por dentro, pon en marcha un ciclo limpiador. Como dato curioso, hay friegaplatos que poseen un programa diseñado para este proceso. De lo contrario, activa un ciclo de temperatura alta.
Jugos en polvo
Sí, como lo lees: jugos en polvo. De seguro, en algún momento escuchaste que el contenido de estos sobres sirve para asear el inodoro. Pues también puedes probarlo para limpiar el interior de un lavavajillas. Solo coloca unas 4 o 5 cucharadas en el sitio donde va el detergente en pastillas, préndelo y verifica el resultado.
6. Emplea limón para inhibir los malos olores
Una duda frecuente de quienes se encargan de la limpieza del hogar es cómo hacer para desaparecer los olores desagradables a humedad, grasa y comida. En este orden de ideas, un truco que no falla es colocar sobre las cestas superiores 1/2 limón, siempre después de las limpiezas. Lo ideal es reponerlo cada 2 o 3 días, antes de que se pudra.
Por otro lado, es válido probar esparciendo una taza de bicarbonato en el interior del lavavajillas vacío. Deja reposar toda la noche y, un día más tarde, introduce una taza de vinagre en la parte superior, activa un ciclo caliente y notarás la diferencia de aroma.
7. Recuerda los equipos de protección personal
Tu seguridad es fundamental en la rutina de limpieza. Colócate los guantes, a fin de proteger tus manos de la abrasión de los productos. Igualmente, ponte un delantal para no dañar la ropa que lleves.
Aprende a utilizar el lavavajillas de forma correcta
Además de limpiar el interior de un lavavajillas con la mejor técnica y con productos de calidad, es importante que consideres algunos consejos más. Al terminar la fase de lavado, no saques enseguida la vajilla; más bien espera a que escurran un rato. Asimismo, es prudente dejar abierta la puerta, impidiendo que se produzca moho en el filtro o en las paredes.
En cuanto al tipo de artículos de cocina, es preferible que laves a mano los de madera, hierro fundido y plástico. Por otra parte, el orden que lleves al colocar los implementos dentro del lavavajillas sí importa: pon cada cosa en su lugar.
Puedes considerarte un experto en la limpieza de una de las máquinas más valiosas que tenemos en el hogar, ya que nos ahorra tiempo, esfuerzo, energía y agua. Trátala como merece y tendrás utensilios verdaderamente limpios.
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- Solera M. Limpieza doméstica. Procedimientos y operaciones de limpieza en domicilios particulares. 1. ° ed. España: Ideaspropias Editorial; 2014.
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