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Cómo sobrevivir a la "hora bruja" con tu bebé sin agobiarte cada noche

4 minutos
Dicen que una persona precavida vale por dos, y en el caso de la hora bruja tiene mucho de cierto. La clave para afrontarla es la anticipación.
Cómo sobrevivir a la "hora bruja" con tu bebé sin agobiarte cada noche
Escrito por Daniela Bernal
Publicado: 02 diciembre, 2025 18:00

Imagina esta situación; se termina la tarde y con ella la calma de tu bebé. Comienza un llanto intenso y por más que intentas calmarlo, este se prolonga por varias horas. Lo que te acabamos de describir es la conocida “hora bruja”. Muchos padres, sobre todo los primerizos, suelen pensar durante ella que a su bebe le ocurre algo malo o que están fallando en su método de crianza.

Lo cierto es que es una fase normal en el desarrollo los bebés. Entre las dos semanas y tres meses de vida, su sistema nervioso se “satura” tras un día recibiendo estímulos, y el llanto es la manera de liberarlo. Por suerte, puedes aplicar una pequeña rutina con estrategias sencillas para acompañarlo mejor en ese momento y que la calma llegue un poco más rápido.

1. Anticípate a la hora bruja

La estrategia más útil contra la hora bruja es anticiparte a ella, y es que cuando el bebé está en pleno llanto será más difícil calmarlo. Primero detecta a qué hora suelen comenzar sus crisis, para que media hora antes comiences con la rutina de calma. Es clave que observes a tu pequeño para ver si muestra algunas de las siguientes señales de cansancio:

  • Bostezos
  • Evita el contacto visual
  • Su rostro se torna rojizo

Si notas los signos, entonces baja los estímulos en la habitación, reduciendo la intensidad de las luces y apaga el televisor. La idea es crear un ambiente que evoque calma.

2. Haz una higiene rápida

Luego de reducir los estimulantes que inquietan a tu bebé es necesario que cambies su pañal, ya que un pañal sucio le causará incomodidad y aumentará el llanto. Hazlo con una luz tenue y con movimientos suaves.

3. Ofrécele tomas a demanda

Es posible que, durante la hora bruja, el bebé quiera comer con mayor frecuencia. Lo ideal es que le ofrezcas el pecho a demanda porque, aparte de alimentarlo, la succión le generará una sensación de calma y consuelo.

4. Combina técnicas sensoriales

Para relajar a tu bebé de su sobrecarga sensorial del día es conveniente que recrees las condiciones del útero. Es decir, un ambiente en el que sienta calma y seguridad. Para lograrlo combina algunas de las siguientes técnicas

  • Arrullos. Envuélvelo en una manta ligera, dejando espacio para que se mueva, mientras lo cargas y le cantas con mucha suavidad. Esta acción le da una sensación de seguridad física y contribuye a relajarlo.
  • Ruido blanco. Colocar una máquina de ruido blanco en la habitación del bebé ayudará a que tu pequeño bloquee otros estímulos auditivos, que pueden perturbarlo.
  • Balanceo rítmico. Un balanceo suave, contigo en una mecedora o pelota de pilates, puede hacer que el bebé se tranquilice.
  • Porteo. Esta técnica combina arrullos, balanceo y tu calor corporal, haciéndola una de las mejores opciones para relajar al bebé.

5. Pásalo a la cuna

Una vez que notes que el cuerpo de tu pequeño se libera de tensiones y su respiración se vuelve pesada, es momento de que lo pases a la cuna. Hazlo con movimientos suaves y haciendo poco ruido. Evita encender la luz o hablar muy alto, ya que esto podría despertarlo de nuevo.

Turnarse para evitar el cansancio

Como te indicamos antes, la hora bruja puede durar varias horas y por ello es conveniente que poseas un relevo, ya que puede volverse agotador y desesperante. Si estás en pareja o tienes un familiar que te ayude, lo ideal es compartir el tiempo.

Que uno se encargue del bebé durante 20 minutos, mientras el otro se da una ducha o solo sale a respirar hará una gran diferencia. Ahora, si no posees ayuda con sus cuidados, podrías usar auriculares y colocar música a un volumen bajo. Te ayudará a distraerte del llanto y mantener la calma.

De igual manera, recuerda cumplir con las medidas básicas para que tu bebé tenga un sueño seguro. Acuéstalo siempre boca arriba, en una cuna firme y sin ningún objeto suelto, como peluches o cojines. También retírale el arrullo ante el primer intento de giro, que duerma con total libertad de movimientos. No olvides que la seguridad de tu pequeño es lo primero.

Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.