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Pruebas esenciales durante el embarazo explicadas trimestre a trimestre

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En cada etapa del embarazo es importante hacer un monitoreo de la salud de la madre y el feto con el fin de evitar posibles complicaciones.
Pruebas esenciales durante el embarazo explicadas trimestre a trimestre
Última actualización: 28 septiembre, 2025

Recibir la noticia de que estás embarazada puede generarte un nudo de emociones y muchas dudas. Inevitablemente, es una etapa que trae consigo cambios importantes tanto en tu estilo de vida como en tu cuerpo, tu salud y la del bebé. Por esta razón, es conveniente seguir un calendario de pruebas trimestre a trimestre que monitoree y garantice el bienestar de ambos.

A través de revisiones como análisis de sangre y orina, ecografías y estudios especializados, tu médico u obstetra puede detectar a tiempo posibles irregularidades que ponen en riesgo el desarrollo normal de la gestación. Estas anticipan si hay anomalías en la formación del feto, si tienes problemas de salud o si existen otros factores que pueden generar complicaciones en el parto. ¿Cuáles son las esenciales? A continuación las detallamos.

Pruebas de detección para el primer trimestre del embarazo

Ante la sospecha de que estás en embarazo, lo habitual es que te realices un test casero o que acudas lo antes posible al médico. Una vez lo confirmas, es esencial que inicies un cronograma de controles prenatales para conocer tu estado de salud y el de tu bebé.

Los tres primeros meses son decisivos no solo por los cambios físicos y psicológicos que debes enfrentar, sino porque es el periodo en el que se define gran parte del desarrollo del feto. Las pruebas recomendadas en esta etapa suelen ser las siguientes:

  • Analítica de sangre completa, que permite evaluar el estado de salud general de la madre, detectar posibles infecciones (como VIH , toxoplasmosis, sífilis o hepatitis) y establecer factores claves como el grupo sanguíneo (Rh) y el nivel de hemoglobina (para descartar anemias).
  • Ecografía, una prueba bastante común con la que se confirma el embarazo, la ubicación del embrión y la edad gestacional. Las imágenes creadas a partir de ultrasonido también monitorean el crecimiento del bebé y la formación de sus órganos internos. Uno de sus objetivos es detectar si el feto tiene anomalías físicas.
  • Ecografía translucencia nucal y análisis de sangre. Este test combinado se hace entre la semana 11 y 14 para descartar posibles anomalías cromosómicas, como trisomía 13, trisomía 18 y trisomía 21 (síndrome de Down).
  • Prueba de orina, necesaria para diagnosticar infecciones urinarias, niveles altos de proteína o estados de hiperglucemia que pueden influir en complicaciones futuras.
  • Control de la presión arterial y el peso, recomendables para identificar riesgos como la hipertensión o sobrepeso, estados que comprometen la salud de la madre y el desarrollo del bebé.

Pruebas prenatales del segundo trimestre

El control prenatal del segundo trimestre suelen hacerse entre la semana 14 y 27 del embarazo. El feto continúa en crecimiento, pero está más desarrollado y permite obtener más información sobre la formación de sus órganos, su crecimiento y si hay anomalías que puedan anticipar complicaciones posteriores.

El obstetra continúa haciendo controles regulares del peso y la presión arterial. Sin embargo, sugiere otras pruebas más específicas como:

  • Ecografía en alta resolución o morfológica, recomendada entre la semana 18 y 22. A través de imágenes obtenidas por ultrasonido, permite saber el sexo del bebé, el estado de sus órganos y la cantidad de líquido amniótico. Es clave para descartar malformaciones.
  • Amniocentesis, una prueba que se hace cuando la madre tiene más de 35 años, si hay resultados de otras pruebas que indiquen alto riesgo o antecedentes de enfermedades genéticas. Consiste en extraer una pequeña muestra del líquido amniótico que rodea al feto para analizar su información genética y descartar alteraciones cromosómicas o defecto del tubo neural.
  • Test de O’Sullivan, una prueba de sangre que evalúa la respuesta del cuerpo de la madre a una sobrecarga de glucosa con el objetivo de detectar de forma oportuna la diabetes gestacional. Se suele hacer de la semana 24 a la 28.
  • Triple o cuádruple screening.  Este análisis de sangre estima el riesgo de anomalías cromosómicas o problemas en el desarrollo.

Pruebas de detección prenatales del tercer trimestre

A partir de la semana 28 y hasta el final del embarazo, los controles prenatales se orientan a garantizar que todo esté listo para que el parto surja sin inconvenientes. Ese último trimestre es determinante, ya que es la etapa en la que tu bebé llega a su desarrollo final, sus órganos vitales maduran y aumenta de peso. 

Lo más probable es que enfrentes cambios emocionales significativos, no solo por la ilusión de conocer a tu hijo, sino porque el miedo y la ansiedad te invaden. Te sientes más vulnerable, pero es normal. Al fin y al cabo, tu cuerpo se está preparando para el parto, y la maternidad viene acompañada de dudas y nuevas responsabilidades.

Ante esto, es crucial continuar con los controles médicos. Saber cómo evoluciona tu salud y la de tu hijo te brinda tranquilidad. Asimismo, anticipa posibles complicaciones y permite tomar las medidas necesarias para que ambos lleguen en las mejores condiciones al gran momento. Las pruebas que no te pueden faltar abarcan:

  • Ecografía del tercer trimestre. Se hace entre la semana 32 y 36 para evaluar el crecimiento del feto, su posición en el útero y el estado de la placenta y líquido amniótico.
  • Cultivo vaginal y rectal. Sugerido de la semana 35 a la 37 para detectar la presencia de estreptococo del grupo B, una bacteria que puede transmitirse al bebé durante el parto y causarle infecciones. De confirmarse, la complicación se previene con antibióticos.
  • Monitorización fetal o cardiotocografía. Una prueba que se hace colocando unos sensores en el abdomen materno conectados a un monitor externo. Se utiliza para registrar los latidos del corazón del bebé y las contracciones uterinas.
  • Control de la presión arterial y de proteínas en orina. Dos exámenes esenciales para descartar preeclampsia, una complicación grave, propia de la etapa final de la gestación.
  • Analística de sangre. Para evaluar si hay anemia, una condición frecuente en la recta final del embarazo.
  • Prueba de coagulación. Prescrita para las mujeres embarazadas que van a recibir anestesia epidural o que tienen antecedentes médicos que pueden alterar su coagulación.

Una oportunidad para prevenir complicaciones

Hoy por hoy, las complicaciones durante la gestación y el parto siguen siendo una de las principales causas de morbilidad y mortalidad en mujeres en edad reproductiva a nivel mundial. Por eso, un adecuado seguimiento de cada una de las etapas de tu embarazo es esencial.

No solo te permiten conocer cómo se va desarrollando tu bebé, sino que te dan la tranquilidad de que cualquier irregularidad o problema de salud pueda ser atendido a tiempo y de la mejor manera posible.

Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.