El miedo a la cesárea en el parto
Revisado y aprobado por el médico Nelton Abdon Ramos Rojas
El miedo a la cesárea en el parto es algo muy frecuente entre las embarazadas, especialmente entre las mamá primerizas. Por lo general, esto viene infundado por prejuicios y falta de información.
No obstante, hay que tener en cuenta que, en algunos casos, esta intervención quirúrgica puede ser la manera más segura de dar a luz sin poner en riesgo ni la salud de la madre ni la del bebé.
Los datos de cesáreas en España
En la actualidad, se calcula que un 25 % de los bebés que nace en España viene al mundo a través de una cesárea. Este porcentaje es superior al recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), como señala esta información de su página web, que debería fijarse entre el 10 y el 15 %, aproximadamente.
Sin embargo, esto no es un fenómeno aislado o característico de la península ibérica. De hecho, en la mayoría de los países occidentales los índices de cesáreas se dispararon, principalmente entre las décadas de los 80 y 90. Las causas fueron diversas, pero entre ellas se encontraba también el miedo al dolor del parto normal.
La mujer puede elegir
Cada mujer tiene el derecho de elegir el parto que mejor le conviene, siempre y cuando se cuente siempre con la orientación de su médico. No obstante, es importante mencionar que la cesárea no debería ser encarada como un procedimiento habitual.
Se trata de una intervención quirúrgica que fue desarrollada para casos específicos cuando el parto normal representa un riesgo para la vida de la futura mamá y del bebé, como señala esta información de la Consellería de Sanitat de la Generalitat Valenciana.
El cuerpo de una mujer saludable está preparado para resistir y recuperarse del proceso de parto natural, es decir, por la vagina. Por ello, aunque exista temor por esta experiencia, resulta necesario superarlo. Para ello, hay que tener en cuenta que, si el organismo tiene una salud favorable, no hay por qué temer.
Si durante las revisiones periódicas del embarazo el médico localiza alguna condición que pueda ser desfavorable para el parto natural, es posible que recomiende la realización de una cesárea. Asimismo, este procedimiento debe tener una programación determinada para disminuir los riesgos.
¿Cómo superar el miedo de la cesárea en el parto?
Naturalmente, los seres humanos tenemos un carácter neofóbico, o sea, tememos aquello que no conocemos. Para una mujer embarazada que jamás ha tenido la experiencia de pasar por un quirófano, la cesárea supone una gran incertidumbre. Es más que comprensible sentir miedo y querer evitar esta experiencia.
Lo primero que hay que entender es que la cesárea, así como toda intervención quirúrgica, requiere preparación. Ello no significa apenas elegir un buen profesional para realizar el parto, aunque este sea un aspecto esencial.
Sin embargo, prepararse para una cesárea en el parto requiere también el compromiso de la embarazada y de todo su entorno. Es esencial proporcionar un ambiente positivo y las condiciones adecuadas para la buena salud de la mamá y del bebé.
Además, es fundamental no cargar la cesárea con el peso de una frustración. Muchas mujeres pueden sentirse tristes o incapaces por no poder concretar un parto normal, como deseaban. Y el estado de ánimo negativo puede perjudicar su preparación y aumentar el miedo a la cesárea en el parto.
Cuando el médico descarta el procedimiento natural, es para proteger la vida de la embarazada y su bebé. En estos casos, la cesárea es un procedimiento indispensable para garantizar un parto seguro.
Percibir mejor la cesárea: antes, durante y después
El conocimiento es el mejor aliado para combatir cualquier miedo. Por ello, es necesario que la mujer tome una actitud proactiva y busque información acerca del tema que le preocupa y que contraste las ideas con su médico de confianza. De esta manera, podrá abordar mejor el asunto de la cesárea en el parto.
Es imprescindible aclarar con el médico todas las dudas para restarle importancia a los prejuicios y a los mitos que impidan a la mujer llevar un embarazo tranquilo y confiado, especialmente durante su último trimestre.
1. Prepararse para el quirófano: el antes de la cesárea
Antes de ingresar al quirófano, la mujer embarazada deberá dar entrada en el hospital y prepararse para el procedimiento. En algunos casos, ello puede suceder por urgencias, pero la mayoría de las veces, las cesáreas que se practican están programadas.
- Se recomienda que la embarazada empiece su ayuno entre 7 y 8 horas antes de la cesárea.
- También es importante no beber líquidos durante las 2 horas previas al procedimiento.
- Se recomienda procurar distraerse con algún pasatiempo para no acumular tensión innecesaria y tener un mejor estado de ánimo. En este sentido, es importante tener una buena disposición.
2. El ingreso al quirófano: la cesárea en sí
Cuando la mujer ingresa al quirófano, la primera parte de la cesárea es la anestesia, que se aplica en la zona lumbar. En la actualidad, se suelen utilizar anestesias raquídeas, que actúan rápidamente y duermen la parte inferior del cuerpo. Esto garantiza que la cesárea sea un procedimiento indoloro.
El parto propiamente dicho suele ser el procedimiento más rápido de la cesárea. La extracción del bebé suele realizarse en un tiempo aproximado entre 10 y 15 minutos.
Por el contrario, la parte más larga del procedimiento corresponde a la sutura de la incisión del abdomen y el útero de la mujer. Esta parte del proceso puede durar hasta 60 minutos.
3. Recuperarse de una cesárea: el después del parto
Cualquier parto requiere un tiempo de recuperación. Si todo ha resultado exitosamente, se le dará a la mujer de alta en el hospital a las 24 o 48 horas. Por lo tanto, el reposo inicia en el propio hospital y se mantiene bajo supervisión durante un periodo aproximado de 4 a 6 días.
Sin embargo, es en el hogar donde sucede la mayor parte de su recuperación. Por ello, es fundamental evitar esfuerzos físicos, contar con un ambiente positivo y mantener una buena alimentación.
4. ¿Se puede tener un parto vaginal después de una cesárea?
Este tema resulta polémico inclusive entre los profesionales de la salud. La cesárea previa como tal no es una contraindicación para el parto vaginal en los embarazos posteriores, pero es importante considerar cuál fue la indicación de la cesárea inicialmente.
Por ejemplo, si existía incompetencia cervical, desproporción fetopélvica o infección por VIH en la madre, lo más lógico es que en los embarazos posteriores se prefiera de nuevo este procedimiento para dar a luz.
El problema viene cuando la primera cesárea fue únicamente por deseo de la madre y sin indicación médica relevante. Si bien muchos aseguran que esto podría favorecer el desarrollo de complicaciones (por ejemplo, por un útero más “débil” debido a las incisiones previas), hay evidencia que indica lo contrario.
Una investigación (2021) sugiere que entre el 60 a 80 % de los casos en los que hay parto vaginal con cesárea previa son exitosos. Hay factores que disminuyen los riesgos:
- Un período prolongado entre ambos embarazos.
- Trabajo de parto espontáneo.
Si bien el miedo a la cesárea en el parto es algo común, hay que tener en cuenta que la cesárea no es algo tan terrible como se pueda pensar simplemente con mencionarla. En realidad, es un procedimiento que puede ser más que recomendable en muchos casos, pues ayuda a cuidar la salud tanto de la madre como del bebé.
En lo que respecta al momento del parto, todo se trata de informarse bien, tener una buena actitud, mantener una buena comunicación y confiar tanto en el médico ginecoobstetra como en las personas más cercanas, es decir, en los familiares, la pareja y los amigos.
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