¿Matrimonio sin compromiso sexoafectivo? El vínculo que prefieren hoy muchos jóvenes

El matrimonio sin compromiso sexoafectivo, conocido también como matrimonio lavanda, está cobrando importancia entre muchos jóvenes. Más que una unión romántica, se entiende como un acuerdo para compartir la vida, basado en la confianza, el cuidado mutuo y los proyectos en común.
Este término se refiere a una elección libre que prioriza estabilidad y compañía sin depender del romance. Representa una alterativa frente al desgaste emocional, la presión de las relaciones tradicionales y las dificultades económicas. Te contamos más de este tipo de vínculo.
¿Cómo funciona el matrimonio lavanda?
Aunque cada pareja define sus propios términos, los matrimonios lavanda suelen incluir aspectos como los que mencionamos a continuación:
- Apoyo emocional: compañía estable, cuidado mutuo y planificación conjunta.
- Contratos claros: desde la división de gastos hasta protocolos para disolver la unión sin conflictos.
- Beneficios legales: acceso a seguros, herencias, decisiones médicas compartidas y otros derechos asociados al matrimonio.
- Libertad sexoafectiva: algunas personas mantienen relaciones sexoafectivas fuera del vínculo lavanda, mientras que otras lo consideran suficiente como núcleo.
¿Por qué está en auge entre los jóvenes?
El matrimonio lavanda aparece como una respuesta a tres realidades que marcan la vida de quienes hoy tienen menos de 30 años. El aumento del coste de vida ha llevado a muchos jóvenes a compartir vivienda y gastos con alguien de confianza, una forma práctica de afrontar la economía de subsistencia.
También influye el desgaste emocional, pues las aplicaciones de citas han perdido atractivo y la presión por encontrar “el amor verdadero” impulsa la búsqueda de vínculos más estables.
Finalmente, este tipo de convivencia puede contribuir a reducir la soledad y a aliviar la ansiedad que generan las expectativas afectivas, lo que lo convierte en una opción atractiva para muchas personas.
Ventajas del matrimonio lavanda
Este acuerdo elimina la presión por cumplir ideales románticos o expectativas afectivas tradicionales, lo que es asumido como una ventaja, además de las siguientes:
- Facilita la creación de un hogar basado en la empatía, la cooperación y el cuidado mutuo.
- Favorece la comunicación asertiva y la planificación conjunta a través de acuerdos claros.
- Brinda compañía estable sin necesidad de vínculos sexoafectivos, ideal para personas asexuales o con experiencias negativas en relaciones convencionales.
Riesgos del matrimonio sin compromiso sexoafectivo
En cuanto a los riesgos del matrimonio sin compromiso sexoafectivo, puede surgir confusión si uno de los miembros desarrolla sentimientos románticos no correspondidos. A ello se suma lo siguiente:
- Revisar cada cierto tiempo las condiciones del vínculo, para evitar malentendidos o tensiones.
- La convivencia prolongada sin límites definidos puede crear una dependencia afectiva no deseada.
- Si no hay equidad en los acuerdos, es posible que aparezcan desequilibrios económicos o emocionales.
- Falta de reconocimiento legal o social, lo que puede generar incomodidad o dejar a la pareja en situación de desprotección en ciertos contextos.
¿Cómo saber si esta forma de convivencia es para ti?
Si para ti la estabilidad emocional está por encima del romance, si has sentido que las relaciones tradicionales no se ajustan a tus necesidades o si priorizas el cuidado mutuo sin buscar un vínculo sexoafectivo, esta forma de convivencia puede encajar contigo.
También es una alternativa válida cuando compartes proyectos de vida con alguien cercano, existe plena confianza y ambos desean construir un hogar sin compromiso romántico.
El matrimonio lavanda no pretende sustituir el amor de pareja, sino ampliar el horizonte de lo afectivo. En lugar de basarse en el deseo o la idealización, esta alianza se construye en la lógica del cuidado mutuo y el acompañamiento estable.
Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.