Perfumes con feromonas: ¿en realidad funcionan?

Revisado y aprobado por la enfermera Leidy Mora Molina

Escrito por Luz Marina Carpio Hernández

Última actualización: 24 mayo, 2023

A los perfumes con feromonas se les atribuye un gran poder: el de la atracción sexual. Esta hipótesis se remonta al siglo XX, cuando se hablaba del deseo entre hombres y mujeres por causa del olor procedente de ellos.

Se cree que las fragancias con feromonas estarían implicadas en una mejor percepción del atractivo. Bajo este concepto, las sustancias son comercializadas con la promesa de hacerte irresistible frente los ojos de otros.

Es la esencia que guardas para ocasiones especiales, la loción que no quieres compartir y que se puede convertir en tu favorita. Pero, ¿de verdad son tan efectivos como para desatar el atractivo?

¿Qué son las feromonas y cómo influyen en la conducta sexual?

El término «feromona» es de raíz griega y significa «llevar excitación». Las feromonas son químicos naturales exhalados por el cuerpo.

Si bien estas sustancias no emanan un olor, se supone que provocan reacciones mediante el olfato. El órgano que las percibe se llama vomeronasal y es el responsable de detectar las sustancias que causan cambios conductuales en los aspectos social, maternal y sexual.

La Revista de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) reseña la controversia funcional de las feromonas en la conducta sexual humana. De acuerdo con el boletín, está comprobado que los animales se comunican a través de estas sustancias, causando en los receptores conductas estereotipadas o endocrinas.

Pero se requieren investigaciones más profundas para comprender la participación de las feromonas en el proceder sexual del hombre.

Los primeros estudios desarrollados arrojaban que el olor natural proveniente del cuerpo masculino, así como el sudor y las hormonas, harían más fértiles a las mujeres, regularían sus ciclos menstruales o les ayudarían con una menopausia sin tantos síntomas. En el caso de las feromonas femeninas, serían capaces de sincronizar los períodos entre damas en contacto constante y aumentarían el deseo sexual.

La industria perfumera aprovecha la vinculación de las feromonas con la atracción sexual para introducir las características en sus productos y vender la premisa de fragancias con el poder de enamorar. Algunos estudiosos del tema sugieren no hablar propiamente de feromonas humanas, sino de candidatas a estas.

¿De qué van los perfumes con feromonas?

Los perfumes con feromonas concentran copias de las sustancias químicas exhaladas por los humanos. Estos elementos son sintetizados en un laboratorio para convertirlos en un aditivo cosmético. Tiempo atrás, las reproducciones utilizadas en las lociones correspondían a feromonas animales.

Las campañas publicitarias emprendidas por las marcas están amarradas a la teoría de seducir rociando unas cuantas gotas de perfume en la piel del cuello y en las muñecas. Los venden como afrodisíacos ideales para gustarle físicamente al sexo opuesto, una vez que las capta el órgano vomeronasal.

Hay personas que confían en el talento de estos productos, pero también están aquellas que debaten la capacidad de las fragancias para «enamorar». Hay quienes, en definitiva, también consideran que no provocan ningún efecto.

Son 3 las reproducciones de químicos humanos más empleadas en los perfumes:

• Androstenona: la asocian al olor de la orina y la transpiración. Se produce en los testículos y se cree que fomenta el atractivo sexual.
• Androstenol: está presente en el sudor masculino, por lo que es sugerida como posible feromona humana que quizás influya en el aumento de la excitación sexual femenina.
• Androstenediona: las mujeres la producen en los ovarios y los hombres en los testículos. Es la sustancia vinculada a la identificación del sexo opuesto. Se supone que cuando las mujeres ovulan y el hombre percibe esta feromona, se incrementan los niveles de testosterona, propiciando un acercamiento.

¿Son efectivos los perfumes con feromonas?

El debate sobre la veracidad de las feromonas humanas cada vez se amplía más. Otro artículo difundido por la UNAM refiere que la fórmula química de alguna feromona humana todavía no es precisada.

El texto relaciona el presunto efecto de estas sustancias con la promoción emprendida por la literatura y el cine, que las posicionan como un símbolo de atracción sexual, de romanticismo y de éxito en la búsqueda de pareja. De hecho, catalogan a los perfumes con feromonas como un engaño publicitario.

Por su parte, la Royal Society Open Science divulgó un experimento analizando el probable efecto de las candidatas a feromonas en la alteración de la percepción de género. Al final de la indagación, la hipótesis no obtuvo respaldo. Sin embargo, algunas opiniones estiman que pudieran existir feromonas humanas y que quizás la pesquisa tuvo fallos.

Entonces, es imprescindible mayor averiguación por parte de la comunidad científica para aseverar que los perfumes, cuyos ingredientes principales son feromonas sintetizadas, en realidad provoquen el romanticismo en las parejas.

La atracción sexual sobrepasa los aromas

Ante la duda sobre el poder de las feromonas humanas, lo conveniente es no delegar la química sexual únicamente a un perfume. Las herramientas tradicionales no requieren de tanta experimentación para demostrar si son buenas. La imagen que proyectes y la personalidad favorecen el sex appeal.

Además de la interacción, del verbo y de la cortesía, si deseas complementar con un aroma, no es obligatorio que contenga feromonas. Perfumistas aseveran que existen fragancias agradables y atractivas como las notas de jazmín, de lavanda y las especias amaderadas.