Pesario vaginal: tipos, cuidados y riesgos

Un pesario vaginal se emplea en el tratamiento de los prolapsos de los órganos pélvicos. ¿Cuál es su función? ¿Qué cuidados requiere? ¡Descúbrelo!
Pesario vaginal: tipos, cuidados y riesgos
Diego Pereira

Revisado y aprobado por el médico Diego Pereira.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 25 mayo, 2023

El pesario vaginal es un dispositivo que se utiliza desde hace mucho tiempo en ginecología. Está diseñado para tratar el prolapso de órganos pélvicos a través de la vagina. Por ejemplo, el prolapso uterino, el vesical, el rectal, etcétera. 

Estas condiciones ocurren cuando los músculos y los ligamentos que sostienen dichos órganos se debilitan. A menudo, esto sucede tras dar a luz a varios hijos o luego de someterse a cirugías pélvicas. Y aunque el pesario vaginal es una forma de tratamiento muy útil, requiere ciertas consideraciones antes de ser usado. ¡Sigue la lectura!

¿Qué es un pesario vaginal?

Un pesario vaginal es un dispositivo que se coloca en la vagina. Su función consiste en sostener los órganos pélvicos que prolapsan en ella. Para entenderlo, es importante explicar qué es el suelo pélvico.

El suelo pélvico consta de tres compartimentos. El superior comprende la vejiga y la uretra. Ambos órganos pueden prolapsar hacia la vagina, lo que recibe el nombre de «cistocele» y «uretrocele», respectivamente.

El compartimento central está formado por la vagina y el útero. En este caso, se puede producir un prolapso del útero en sí, o incluso de la cúpula vaginal. Por último, el recto también puede prolapsar hacia la vagina, dando lugar a un «rectocele».

Los prolapsos son algo muy frecuente en las mujeres. La razón es que el suelo pélvico se puede debilitar por múltiples motivos. Por ejemplo, por los partos prolongados o instrumentales, las cirugías pélvicas, la multiparidad, etcétera.

También influyen otros aspectos como la obesidad, la edad o incluso la predisposición genética. Un pesario vaginal no permite curar como tal los prolapsos; sin embargo, sí ayudan a controlarlos y a frenar su progresión.

Funcionan como si fueran un soporte de la propia vagina. Así, aumentan la firmeza de los músculos y los tejidos del suelo pélvico. Si se utilizan de forma adecuada, pueden ser una buena opción de tratamiento para muchas mujeres. No obstante, también pueden producir complicaciones.

¿Para qué se utiliza un pesario vaginal?

El pesario vaginal ayuda a aliviar los síntomas del prolapso
Cuando los síntomas de un prolapso vaginal disminuyen la calidad de vida, es conveniente utilizar un pesario vaginal.

Un pesario vaginal es un dispositivo que permite tratar el prolapso de los órganos pélvicos sin recurrir a cirugía. Según explica una publicación en Trials , se utilizan cuando los síntomas del prolapso son leves. También en aquellas mujeres que aún tengan deseos de tener hijos o durante el embarazo.

La idea de utilizar este elemento en el embarazo es intentar que el útero se mantenga en una posición adecuada. En ocasiones, el agrandamiento de este órgano hace que se desplace hacia la vagina. Esto puede dar lugar al atrapamiento del mismo y complicar el embarazo.

Los pesarios están recomendados para las mujeres que tienen riesgos elevados ante cualquier procedimiento quirúrgico. Por ejemplo, si sufren enfermedades crónicas, como las enfermedades cardíacas.

Por otra parte, pueden servir para comprobar si está indicada la cirugía o no. Los prolapsos suelen dar lugar a la incontinencia urinaria. Al colocar un pesario, esta debería desaparecer.

Sin embargo, es posible que la incontinencia esté provocada por otras causas. Si fuera así, la colocación del pesario no la arreglaría. Por tanto, sirve para discernir qué casos de incontinencia son operables y cuáles no. Es la llamada «prueba del pesario».

Tipos diferentes

La mayoría de pesarios están hechos de silicona. El tamaño varía en función de la edad y de la longitud vaginal. Lo habitual es que las mujeres jóvenes necesiten más grandes que las mayores, por cuestión de comodidad.

Según explican los especialistas de Mayo Clinic, hay diferentes tipos de pesarios en función de su forma y características. En primer lugar, encontramos el pesario vaginal en forma de anillo. Es el más empleado en aquellas mujeres que sufren prolapsos leves.

Por otra parte, está el tipo rosquilla o donut. Están indicados cuando el prolapso es más severo. También existe el pesario de incontinencia, que se utiliza cuando existe una incontinencia urinaria de esfuerzo (al toser, reír o agacharse).



¿Cómo se inserta un pesario vaginal?

Antes de insertar un pesario vaginal, hay que realizar una exploración física de la mujer. Según explica un artículo de International Urogynecological Association, es fundamental llevar a cabo una exploración ginecológica en la que se evalúe el tipo de prolapso.

Durante la misma, se debe medir la vagina para decidir cuál es el tamaño más adecuado del elemento. Este debe ser el más exacto posible; además, no se debe introducir más allá de la vagina si es demasiado grande.

Cuando su tamaño es inferior, se puede salir al orinar o al defecar. Es probable que se requiera probar varios tamaños diferentes para encontrar el pesario vaginal más adecuado.

Para insertarlo, lo ideal es que se utilicen unos guantes o que las manos estén limpias y desinfectadas. Lo mismo debe ocurrir con el dispositivo. Además, el elemento debe cambiarse y revisarse con frecuencia.

Se aconseja que, al menos cada tres o seis meses, la mujer acuda a una revisión con el ginecólogo. En algunos casos, el recambio del pesario puede ser llevado a cabo por la propia mujer.

Sin embargo, hay otros que tienen una colocación especial o que no están diseñados para periodos largos. Por eso, debe ser el médico el que recomiende qué es mejor en cada caso concreto. 

Posibles riesgos y efectos secundarios

El pesario vaginal es fácil de colocar
Es importante consultar con el ginecólogo todas las dudas antes de que se coloque el pesario.

Pese a sus beneficios, estos dispositivos no están exentos de riesgos y complicaciones. Tal y como explica un estudio publicado en Clínica e Investigación en Ginecología y Obstetricia, los pesarios pueden causar heridas en la pared vaginal.

A su vez, esto puede provocar dolor y sangrado. La pared vaginal puede desgastarse de forma progresiva, haciendo que se forme una comunicación anormal entre la vagina y el recto. Es la llamada «fístula rectovaginal». Incluso, pueden aparecer entre la vejiga y la vagina (fístulas vesicovaginales).

Al ser un cuerpo extraño en la vagina, es probable que se aumente la secreción en esta zona. Del mismo modo, aumenta el riesgo de sufrir infecciones. Por ejemplo, por Actinomyces. El proceso inflamatorio puede dar lugar a alteraciones celulares con potencial de malignidad.

En algunos casos, aunque con muy poca frecuencia, se ha asociado el pesario vaginal a peritonitis y otras complicaciones intestinales. También se ha visto que puede quedar impactado en la vagina. 

Cuidados y recomendaciones

Llevar un pesario vaginal requiere tener en cuenta ciertos aspectos. Lo primero es que es probable que una mujer deba probar varios tipos y tamaños diferentes hasta encontrar el adecuado. Además, muchas veces deben ser ellas mismas las que se encarguen de retirarlo, limpiarlo y volver a colocarlo.

No obstante, si existen dificultades para llevar a cabo estas maniobras, pueden realizarse en un consultorio médico. Por otra parte, según el tipo de pesario vaginal que se utilice, es posible que haya que dejarlo colocado durante las relaciones sexuales. 

Esto puede interferir en la comodidad y en la forma de elegir el método anticonceptivo más adecuado. Si aparecen complicaciones, como llagas o desgaste de la pared vaginal, la recomendación es retirar el dispositivo. Lo ideal es permanecer sin él unas dos o tres semanas.

Además, se suelen recetar estrógenos y lubricantes para aplicar en la zona. Los estrógenos ayudan a que el epitelio vaginal se mantenga fuerte y se reconstituya. Pueden administrarse en forma de cremas, anillos o tabletas.

A la hora de limpiar el pesario vaginal, hay que seguir todas las indicaciones del médico y de la marca. Así se reduce el riesgo de que aparezcan infecciones vaginales.

Lo que debes recordar

Un pesario vaginal es un dispositivo que se utiliza para tratar los prolapsos de órganos pélvicos. Por ejemplo, cuando el útero, la vejiga o el recto presionan a través de la vagina. Es una buena opción de tratamiento en mujeres en las que está contraindicada la cirugía. Están disponibles en diferentes tamaños y tipos.

Sin embargo, pueden causar heridas, molestias y otras complicaciones. Por ello, siempre se deben seguir las indicaciones de un médico. También es importante acudir con frecuencia a revisiones ginecológicas.


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