Pinchazos en el corazón: ¿debo preocuparme?
Experimentar pinchazos en el corazón es bastante preocupante. En un principio, suelen relacionarse con problemas cardíacos graves, como el infarto de miocardio. No obstante, en la mayoría de los casos esconden otras condiciones médicas físicas y emocionales. ¿Hay razones para preocuparse?
Según expone una publicación en CNS & Neurological Disorders – Drug Targets , una causa habitual son los trastornos de ansiedad, cuyos síntomas tienden a ser similares a los de un ataque coronario agudo. En particular, es frecuente el signo durante los ataques de pánico. Pero más allá de esto, hay otros posibles detonantes. ¡Descúbrelos!
Pinchazos en el corazón: ¿a qué se deben?
Hay quienes describen los pinchazos en el pecho como «fuertes aguijonazos» o «puñaladas» que vienen acompañadas con una sensación de falta de aire. Incluso, algunas veces se combinan de manera simultánea con palpitaciones, un nudo en el estómago o mareos. Por obvias razones, esta sintomatología genera gran inquietud, sobre todo por su posible relación con eventos cardiovasculares.
Pero contrario a lo que muchos piensan, las principales causas detrás de esta molestia no tienen su origen en enfermedades cardíacas. Aunque estas últimas no deben descartarse, hay otros desencadenantes que pueden explicar la presencia del síntoma. A continuación resumimos las que pueden explicarlo.
Ansiedad
De acuerdo con un estudio divulgado en The American Journal of Cardiology, entre un 30 % y un 40 % de los pacientes que acuden a emergencias por un dolor de pecho de bajo riesgo experimentan ansiedad moderada o severa. En este orden de ideas, una de las causas más frecuentes de pinchazos en el corazón es este estado mental. Pero, ¿por qué el síntoma?
Pues bien, cuando sucede un episodio ansioso, el cuerpo y el cerebro manifiestan una respuesta inmediata al estrés. Esto incluye cambios físicos, como tensión muscular, sudoración o dificultad para respirar. Algunas veces, remiten los síntomas en cuestión de 20 o 30 minutos. No obstante, cuando se prolongan tienden a empeorar.
De igual manera, cuando la situación se torna aún más estresante y la ansiedad es severa, la frecuencia cardíaca incrementa y la fuerza de los latidos cardíacos también es más fuerte. Esto, sumado a la tensión muscular, conlleva a esta molestia inusual. Aún así, mejora tan pronto como la persona consigue controlar la ansiedad.
Agujetas
Finalizadas las rutinas de ejercicios extenuantes, es común experimentar dolor muscular de aparición tardía, más conocido como «agujetas». Dicha condición, como lo expone una publicación en Sports Medicine , se caracteriza por causar sensibilidad muscular o dolores debilitantes intensos.
En algunos deportistas, tanto de elite como principiantes, los pinchazos en el corazón ocurren por esta causa. Las microrroturas de los músculos que abarcan la zona del pecho se manifiestan en forma de espasmos. Sin embargo, su duración es corta y no se acompaña de otras molestias.
Reflujo gastroesofágico
En ocasiones, los pinchazos en el corazón son producto de la enfermedad por reflujo gastroesofágico. Esta afección provoca una alteración nerviosa y una disfunción muscular que tiende a manifestarse con este tipo de síntomas.
Según un artículo divulgado en Gastroenterology & Hepatology, esto se debe a que los nervios que inervan el corazón también inervan el esófago. Por ello, para muchos es difícil diferenciar los pinchazos causados por un ataque cardíaco de aquellos derivados del reflujo. De cualquier modo, en este caso hay otras manifestaciones, como la acidez estomacal y los problemas para deglutir.
Angina de pecho
Las causas cardíacas de los pinchazos en el pecho no deben dejarse de lado. Así pues, hay que tener en cuenta que esta manifestación puede ser indicio de una angina de pecho. Coincidiendo con información compartida en National Center for Biotechnology Information, una angina es el síntoma principal de una cardiopatía isquémica.
Se describe como una sensación de opresión o dolor en el pecho, acompañada de mareos, fatiga, falta de aire, náuseas y sudoración. Ocurre debido a una restricción del flujo sanguíneo hacia el músculo cardíaco, lo que dificulta sus funciones. En la actualidad, hay una amplia variedad de tratamientos para su control.
Gases
Los gases que se acumulan en el estómago o en la parte izquierda del colon tienden a manifestarse con pinchazos en el corazón. A veces, suceden de manera conjunta con otros síntomas, como los siguientes:
- Dolor en la espalda, los brazos o la mandíbula.
- Dificultad para respirar o falta de aliento.
- Sudoración profusa.
- Mareos y náuseas.
- Eructos.
- Hinchazón.
- Inapetencia.
Sus causas son variadas, pero las más frecuentes abarcan las intolerancias alimentarias, el consumo excesivo de fibra, las enfermedades de la vesícula biliar, el hecho de tragar aire o la ingesta desmedida de edulcorantes, entre otros.
Enfermedades pulmonares
Las dificultades respiratorias por la presencia de enfermedades pulmonares también inciden en la aparición de pinchazos en el corazón. Una publicación en la revista Internist detalla que las enfermedades asociadas a este síntoma son las siguientes:
- Pleuresía aguda.
- Embolia pulmonar.
- Infecciones respiratorias, como la neumonía.
- Hipertensión pulmonar.
- Cáncer de pulmón.
- Mesotelioma.
Osteocondritis
Una causa menos frecuente de pinchazos en el corazón es una inflamación del cartílago que conecta las costillas con el esternón. En términos médicos se conoce como «osteocondritis» y se caracteriza por provocar un dolor al lado izquierdo del esternón, que empeora al respirar o toser.
Su causa exacta no se ha establecido, pero se asocia a lesiones, esfuerzos físicos, artritis y tumores. La mayor parte de las veces desaparece por sí sola, aunque se emplean algunos medicamentos para calmar las molestias.
¿Cuándo consultar al médico por pinchazos en el corazón?
Por lo general, los pinchazos en el corazón son transitorios y no requieren un tratamiento específico. Aún así, es un síntoma que debe llamar la atención. Por lo tanto, si se presentan de manera recurrente o si son muy intensos, lo mejor es acudir al médico. De igual manera, hay que consultar si simultáneamente aparecen con otras molestias.
El médico, una vez revise el historial y haga un examen físico, determinará si son necesarias otras pruebas complementarias. A su vez, precisará si es necesaria una derivación hacia otros profesionales (psicólogo, cardiólogo o especialista en enfermedades pulmonares).
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