¿Por qué decidimos casarnos?

En estos tiempos donde el matrimonio es opcional, muchas parejas siguen pasando por el altar y diciendo ‘sí quiero’. ¿Se trata de una convicción, de una necesidad o de un intento por agradar a las familias y a la sociedad? La pregunta en sencilla: ¿por qué decidimos casarnos?

En las últimas dos décadas en los países occidentales se dejó de lado la obligatoriedad de la boda. De hecho, actualmente se puede vivir en pareja sin pasar por el altar. Sin embargo, incluso así decidimos casarnos. ¿A qué se debe? En este artículo te lo contamos.

Casarse en épocas de concubinato

Las últimas dos generaciones tienen una oportunidad que sus padres o abuelos nunca hubiesen pensado: vivir en pareja sin casarse. Hasta hace no más de 30 años, la mujer tenía que contraer matrimonio para irse de casa. Luego, debía dedicarse a las tareas domésticas y a criar a los hijos.

Más allá de que la llamada ‘liberación femenina’ ya estaba presente en la sociedad desde los años 60 o 70, lo cierto es que todavía no era habitual que una joven viviera sola y trabajara fuera del hogar. Pero todo eso ha cambiado: en pleno siglo XXI son miles las mujeres que conviven con sus parejas sin casarse.

Actualmente, las féminas no se proyectan hacia la fotografía de familia usada en una publicidad. Al revés: ahora se enfocan en sus carreras, en sus gustos, en viajar o en su bienestar. Sin embargo, cuando decidimos casarnos es porque apostamos por algo que va más allá del hoy, es decir, que pensamos en el futuro.

Si no es obligatorio, ¿por qué decidimos casarnos?

Es cierto que pasar por el registro civil da un marco legal a la relación. No hace falta casarse para amarse, pero sí es necesario como un compromiso superior y a futuro. Y ese compromiso no es solo para con el otro, sino para con toda la sociedad.

Lee más: 6 ideas para una boda del siglo XXI

Básicamente de eso se trata el ritual del matrimonio: una vez firmados los papeles, la pareja se convierte en una “institución oficial” y todo lo que hagan repercute en quienes les rodean. Quizás esto parezca exagerado, porque así como se firma un papel de matrimonio también se firma una sentencia de divorcio.

Sin embargo, y más allá de la posibilidad de separación, lo cierto es que en la actualidad sigue siendo muy importante el anuncio público de que estamos dispuestos a asumir las responsabilidades, derechos y compromisos que conlleva casarse.

Motivos para casarnos

El amor es una de las razones por las cuales nos casamos. Sin embargo, no es ni debería ser la única, aunque sí la más bonita o auténtica.

Muchos se casan después de un noviazgo muy largo. Otros porque les gusta la idea de celebrarlo en grande. También los hay que lo hacen por presión social e incluso hay parejas que deciden dar ese paso antes de ser padres para que los hijos nazcan en un “marco legal”.

Descubre: Por qué tengo miedo al compromiso

Decidimos casarnos porque estamos dispuestos a garantizar al otro y a nosotros mismos una estabilidad, a establecer un rumbo a la vida, a ponerle un sello a ese plan que hemos trazado, a visualizar el futuro y a construir una alianza fuerte e irrompible.

Por supuesto que nos casamos por amor, pero también porque apostamos por un proyecto que va más allá de nosotros. Y porque nos damos cuenta de que siempre tendremos a una persona que nos ayude y nos permita sacar nuestra mejor versión.

Pero para ello, debemos estar totalmente seguros de que ese es el paso que queremos dar. Sin presiones, sin modas, sin creencias sociales o religiosas… Sin que nada más que tú y tu pareja importen. ¡Así podrán ser realmente felices para siempre!