¿Por qué no se debe poner el bebé en una cuna o sillita inclinada?

El lugar recomendado para que el bebé duerma es su cuna, acostado boca arriba y en un colchón firme sin objetos ni almohadas accesorias. La cuna o la sillita inclinada podría acarrear riesgo de asfixia.
¿Por qué no se debe poner el bebé en una cuna o sillita inclinada?
Leidy Mora Molina

Revisado y aprobado por la enfermera Leidy Mora Molina.

Escrito por Ana Núñez

Última actualización: 24 mayo, 2023

La crianza, en especial en los primeros meses, es muy exigente; son tantas las tareas que implica el cuidado que necesitamos las dos manos en acción. Y aunque a veces nos urja acostarlo, explicaremos aquí por qué no se debe poner el bebé en una cuna o sillita inclinada.

Al momento de tenderlo, proyectamos nuestra idea de la comodidad a la que sumamos la de evitar que se ahogue si regurgita. Ante esto último, la Academia Americana de Pediatría (AAP) recomienda acostar el bebé boca arriba incluso si hay reflujo gastroesofágico.

Hay que colocarlo sobre un colchón firme y sin cojines. Tampoco debe tener peluches u otros objetos y las sábanas deben ser hechas a la medida para que queden ajustadas. Con estas precauciones es difícil que pueda haber peligro de asfixia. Veamos el por qué de estas recomendaciones.

¿Qué son las sillitas inclinadas?

Los 8 alimentos que nunca puedes dar a un bebé son de uso común.
Algunas investigaciones señalan que las sillas inclinadas podrían ser riesgosas para los bebés.

Los nidos, soportes o mecedoras son las distintas denominaciones de estas cunas o sillitas inclinadas que ofrece el mercado para entretener o poner a dormir al bebé. Suele tratarse de productos no regulados, carentes de normas de seguridad y seriamente cuestionados por las asociaciones de pediatría.

Hay suficientes indicios de los riesgos que implican estos Sistemas de Retención Infantil (SRI) caracterizados por poseer inclinaciones de más de 10°. Una campaña de comercialización los hizo populares, pero la cantidad de accidentes que se fueron conociendo elevó las alarmas.

Principal riesgo de las sillitas inclinadas

El principal riesgo por el que no se debe poner el bebé en una cuna o sillita inclinada es el de asfixia. La cabeza del bebé resulta pesada y por efecto de la gravedad tenderá a hundir la barbilla en el pecho y a cerrar la tráquea. Esta posición, prolongada en el tiempo, podría desencadenar un desenlace fatal al cortar el flujo del oxígeno con las consecuencias previsibles del caso.

Los bebés no tienen fuerza para sujetar su cabeza y espalda, y al ponerlos en la sillita inclinada adoptan la forma de una C que no permite que tórax y abdomen se expandan para respirar. Esto aumentará la bradicardia (el corazón late cada vez más lento), y aparecerá la apnea que se traduce en una desaturación de oxígeno.

¿Qué tan común es esta situación?

Bebé durmiendo solo en la cuna.
La cuna es el lugar más seguro para que el bebé duerma.

Los accidentes de asfixia postural entran en los acontecimientos que se analizan en torno al síndrome de la muerte súbita del lactante (SMSL). Esto se refiere a los decesos que ocurren aparentemente durante el sueño y sin causas que los expliquen.

Según un estudio reciente los casos se sitúan en la actualidad entre el 0,2 – 0,5 por mil nacimientos vivos, cifra que se mantiene estable en los últimos años.

No obstante, a la hora de descartar los factores de riesgo se encuentra el dormir en decúbito prono con los padres o el colecho. En cambio, se recomienda como medida preventiva que lo haga en posición supina, tal como lo apuntamos, en colchón duro y firme, sin almohadas ni otros objetos. Y, por supuesto, el bebé en su cuna al lado de los padres hasta los seis meses.

En una investigación se advierte que la posición prona (o boca abajo) aumenta el riesgo de muerte súbita en 13 veces con respecto a acostar al bebé boca arriba. Sin embargo, los padres alegan en más de un 95 % que adoptar esta posición evita el reflujo y más de un 80 % opina que es más cómodo.

La también llamada asfixia posicional se da cuando la cabeza del bebé, sea porque está dormido o porque no tiene fuerza para mantenerse sentado, se echa hacia delante. Más de 3 500 bebés mueren en EEUU, según la Asociación Americana de Pediatría (AAP), por muerte súbita debido a asfixia o estrangulamiento.

¿Cuándo es recomendable usarla?

La idea es que si estamos en casa, no se debe poner el bebé en una cuna o sillita inclinada para dormir. La primera opción debe ser la cuna de colchón firme y duro porque es el mejor lugar para que nuestro bebé duerma o haga una siesta de forma segura.

Ahora, si se trata de viajar en auto, la silla con los arneses correctamente ajustados sumada a una estricta supervisión es lo que dicta y recomienda la norma.

El bebé no debe ir en los brazos porque en caso de una colisión, su peso se multiplica aumentando el riesgo de salir disparado. A solo 60 kilómetros por hora, un accidente haría que el cuerpo del bebé recibiera el golpe equivalente a caer de un tercer piso.

Debe entonces ir en su silla y recto, con la cabeza alineada con el cuerpo. Los tirantes deben sujetarlo por los hombros, pegándolo con firmeza al respaldo para evitar que pueda echarse hacia adelante. Y lo más importante: bajo ninguna circunstancia puede permanecer en esta posición por más de hora y media.

Si el viaje es largo, hay que hacer paradas de entre 15 a 20 minutos. La idea es sacar al bebé de la silla y hacer que se estire y tome otras posiciones. Se debe colocar la silla en el asiento trasero y lo mejor es que el bebé vaya atrás acompañado de un adulto que pueda vigilar sus movimientos.

Por otro lado, viajar con la silla a contramarcha es la posición correcta para la seguridad del bebé. Este diseño absorbe la fuerza del impacto en caso de accidente. Valga destacar que la inclinación siempre ha de impedir que la cabeza del bebé caiga hacia adelante.

Poner el bebé en sillita inclinada es la mejor decisión solo en coche

¿Por qué no se debe poner el bebé en una cuna o sillita inclinada?
En el coche, el bebé debe utilizar una silla de retención infantil homologada.

Luego de todo lo advertido, podemos llegar a suponer que para el coche es preferible el capazo. Mas no es así, los capazos, aunque los diseños recientes traigan mejores y renovados sujetadores, no ofrecerán el nivel de ajuste de las sillas.

Debemos saber que las estadísticas revelan que el uso correcto de los Sistemas de Retención Infantil (SRI) baja en un 70 % el riesgo de muertes en lactantes y en un 54 % entre niños de 1 a 4 años.

Lo ideal entonces en el coche son las sillas  ubicadas a contramarcha. Y si  el viaje es largo, se deben hacer todas las paradas que sean necesarias para de este modo evitar que el bebé pase en la misma posición más de 90 minutos.
Así nos parezca que no es indispensable moverlo porque lo vemos plácido o tranquilo, sí lo es. Y la razón está en que los estudios indican que la saturación de oxígeno baja a 95,7 % cuando el niño está en la silla, con respecto al 96,3 % en un capazo y 97,9 % cuando está en la cuna.

Por lo tanto, no se trata de una medida exagerada sino de una indicación basada en literatura que demuestra que hacerlo garantiza su bienestar y salud.


Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.



Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.