¿Por qué nos enfermamos?
Revisado y aprobado por la médico Maricela Jiménez López
Ante todo, es importante aclarar que no es fácil responder a la pregunta de por qué nos enfermamos, ya que existen múltiples factores internos y externos a tener en cuenta. Sin embargo, a grandes rasgos, es posible decir que a menudo nos enfermamos porque no nos cuidamos como deberíamos.
Al no conocer cuáles son las necesidades de nuestro organismo, no le brindamos lo que necesita para funcionar correctamente. Para solventar esta situación, lo más adecuado es acudir al médico de forma periódica y seguir sus recomendaciones y, en caso de tener alguna inquietud, comentarlo siempre con el profesional.
¿Y por qué es tan importante informarnos sobre nuestras particularidades? Por varias razones: la primera, no todos los organismos funcionan y reaccionan a los distintos estímulos de la misma manera, la segunda, aunque existen algunas recomendaciones generales para toda la población, estas son orientativas.
En este sentido, vale la pena tener en cuenta el siguiente ejemplo: una persona con intolerancia al gluten no puede llevar la misma alimentación que una persona que es intolerante a la fructosa o una persona que no tiene ningún problema de este tipo. En los tres casos, sí hay algunas pautas comunes, pero es indispensable tener en cuenta las particularidades para no disminuir la calidad de vida.
¿Por qué nos enfermamos?
Las razones que hay detrás de una molestia o enfermedad son muchas. Sin embargo, insistimos en lo anteriormente comentado: los malos hábitos influyen en gran medida en la calidad de vida que tenemos.
El consumo habitual de alcohol, tabaco, comida chatarra, azúcar, sal, el sedentarismo, la mala gestión del estrés, la angustia y la tensión emocional en general, son perjudiciales para la salud.
Recomendaciones para llevar una dieta saludable
- Sustituir las harinas refinadas por las integrales.
- Evitar el consumo de grasas saturadas.
- Minimizar (o a ser posible) eliminar los refrescos y bebidas industriales de la dieta. En su lugar, darle prioridad al agua, los zumos, las infusiones y las bebidas naturales.
- Evitar añadir a menudo azúcar a los alimentos y bebidas.
- Limitar el consumo de ultraprocesados, snacks de bolsa, golosinas y comestibles afines.
- Sustituir los aceites refinados por los de primera presión en frío.
- Darle prioridad a diario al consumo de frutas y verduras (si son de temporada, mejor).
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¿Qué podemos hacer para evitar enfermarnos a menudo?
Si bien no es posible vivir sin enfermarnos en algunas ocasiones, sí es posible reducir las probabilidades de sufrir enfermedades graves, así como complicaciones. En este sentido, la práctica permanente de buenos hábitos de vida es nuestra mejor defensa.
- Procurando dormir unas 7- 8 horas a diario.
- Llevando a diario una dieta saludable (ver pautas comentadas anteriormente).
- Consumiendo suficiente cantidad de agua a diario (la hidratación es clave para el organismo).
- Siguiendo las recomendaciones del médico de cabecera (tanto si se sufren patologías crónicas como si no).
- Evitando la automedicación el consumo de fármacos, suplementos y afines sin la autorización del médico.
- Evitando el consumo de remedios naturales y preparaciones similares, sin consultar primero con el médico.
- Realizándonos chequeos médicos periódicos para saber cómo estamos de salud y descartar que no tengamos parásitos intestinales u alguna patología. Recordemos que un diagnóstico temprano puede contribuir en gran medida con el éxito del tratamiento.
- Gestionando el estrés de la mejor manera posible, sin descartar la ayuda profesional en caso de ser necesaria.
- Desconectando de la rutina y dedicando el tiempo necesario para el esparcimiento, ya que permite despejar la mente y liberar tensión.
- Cultivando siempre el mundo interior y manteniendo relaciones sociales saludables.
En conclusión, no existe una única respuesta al por qué nos enfermamos. Sin embargo, está claro que los hábitos de vida son un factor que siempre se tiene en cuenta, dado el gran impacto que tienen en el organismo.
Queda de nuestra parte elegir qué acciones nos conviene más llevar a cabo día a día para cuidarnos y disfrutar al máximo de una buena calidad de vida.
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