¿Qué es el esmegma, por qué se produce y cómo tratarlo?

El esmegma es una sustancia que, al acumularse, provoca mal olor en los genitales. Puede ser común, sobre todo cuando no se tiene una higiene adecuada.
¿Qué es el esmegma, por qué se produce y cómo tratarlo?
Leidy Mora Molina

Revisado y aprobado por la enfermera Leidy Mora Molina.

Última actualización: 04 octubre, 2023

El esmegma es una secreción que se produce en los genitales masculinos y femeninos para mantenerlos lubricados. Ante una higiene deficiente del área, el esmegma puede acumularse, provocando la aparición de malos olores y posibles infecciones.

A pesar de que es más frecuente en hombres, también puede estar en los genitales femeninos. Los síntomas del exceso de esmegma son incómodos en ambos casos, destacando el olor fétido, el enrojecimiento de la zona y, en ocasiones, adherencia en los tejidos genitales. A continuación, te contamos más sobre esta sustancia y su prevención.

¿Qué es el esmegma?

El esmegma es una secreción natural del cuerpo humano cuya función principal es lubricar el pene y la vagina. En los hombres suele aparecer en el surco balanoprepucial, justo debajo del glande del pene, siendo producida por las glándulas de Tyson.

En las mujeres esta secreción aparece alrededor del clítoris y entre los labios mayores y menores de la vagina. No suele generar un mal olor cuando hay poca cantidad acumulada. Sin embargo, el problema aparece cuando se mezcla con otros componentes del cuerpo y algunas bacterias.

Cuando esto ocurre, el esmegma adquiere un tono blanquecino con una consistencia que asemeja al queso y un olor bastante fétido. Entre las sustancias con las que se puede combinar la secreción para que adquiera estas características destacan las siguientes:

  • Sudor.
  • Células de la piel.
  • Secreciones prostáticas.
  • Flora bacteriana habitual.
  • Células blancas o glóbulos blancos de la sangre.

¿Por qué se produce el esmegma?

El esmegma tiene una función protectora en el área de los genitales. Su producción lubrica la piel y previene la resequedad genital, irritaciones, incluso infecciones. Lo usual es que el exceso de esmegma se elimine durante la higiene íntima.

Si no ocurre, este se acumula y causa diferentes molestias. De hecho, el simple lavado es una de las medidas más efectivas para su prevención.

Esta es la razón por la que no todos los hombres o mujeres lo notan como una molestia. Ahora bien, existen algunos factores de riesgo que pueden provocar una mayor acumulación y endurecimiento del esmegma:

  • Fimosis: la fimosis es un problema anatómico donde se imposibilita la retracción de la piel del prepucio, para descubrir el glande.
  • Hombres no circuncidados: en estos casos, el glande está cubierto por el prepucio, por lo que la higiene del área puede ser complicada.
  • Personas con discapacidad: las personas que sufren de problemas a nivel físico o mental que imposibiliten la higiene personal, son más propensas a padecerlo por las mismas restricciones que puedan tener a la hora de la limpieza.

¿Cómo saber si es esmegma o un síntoma de ITS?

El exceso de esmegma puede desencadenar algunos síntomas. Entre estos:

  • Irritación.
  • Mal olor en los genitales.
  • Secreción blanca entre la piel del prepucio y glande de consistencia espesa.
  • Dolor durante la erección, porque el prepucio no se retrae.
  • En mujeres puede generarse una adhesión del clítoris.

Ahora bien, algunas ITS pueden provocar secreciones malolientes; de allí que muchas personas asocien de manera errónea al esmegma con un problema sexual. Para diferenciarlo, es importante valorar los síntomas con los que se acompaña la secreción.

En caso de una ITS, las secreciones son amarillentas o verdosas. Además, puede aparecer enrojecimiento e inflamación en los genitales, picor, dolor durante las relaciones sexuales y ardor al orinar. En todo caso, ante la presencia de este tipo de manifestaciones, lo conveniente es acudir al especialista para que determine si es esmegma o si se trata de un problema infeccioso.



¿Puede traer alguna complicación?

La acumulación de esmegma puede ser una manifestación incómoda y, además, aumentar el riesgo de una infección bacteriana, sin embargo, son raras las complicaciones graves por esta causa.

Un estudio publicado en Investigative and Clinical Urology demostró, con análisis microscópicos, la presencia de bacterias en esta sustancia. Por ello, su acumulación en exceso originaría infecciones. Así mismo, en los hombres, puede desencadenar una patología llamada balanopostitis, que es la inflamación y dolor del glande y el prepucio.

Por otro lado, el esmegma es capaz de endurecerse con el pasar del tiempo, por lo que puede ocasionar que el prepucio o los labios vaginales queden adheridos. Cuando esto ocurre es doloroso y requiere intervención médica.

En todo caso, la principal repercusión del esmegma en la vida de quien la padece es psicológica. Al emanar un olor fétido de los genitales, es posible que la persona se sienta cohibida de mantener relaciones sexuales, ya que podría generarle vergüenza o rechazo.

Cabe destacar que durante años se asoció la presencia de esmegma con el desarrollo de cáncer de pene o de útero. No obstante, una investigación sobre un caso de estudio del esmegma y pacientes circuncidados, en Cureus , afirma que no existe relación alguna. Esto quiere decir que no hay una justificación científica que exponga que el esmegma es un agente carcinógeno.

¿Necesita tratamiento?

En la mayoría de los casos, la acumulación de esmegma no requiere un tratamiento específico. Al ser un problema asociado a la falta de higiene, tan solo es necesario realizar lavados con agua tibia y jabón de forma periódica para eliminar los excesos.

De esta manera, los hombres y las mujeres propensos a la producción excesiva de la sustancia deben tener una adecuada higiene genital diaria. Es importante que tomen como una rutina cotidiana el lavado para evitar la aparición del mal olor, sobre todo después de mantener relaciones sexuales.

Se debe recordar que, durante y después del coito, el cuerpo sigue produciendo hormonas sexuales y lubricantes, lo cual favorece la formación del esmegma. Para evitar posibles irritaciones en el glande y la vagina, se debe usar jabón neutro poco abrasivo y no frotar la zona con demasiada fuerza.

Una recomendación es aplicar cremas hidratantes en la zona al menos 2 veces al día. Recordemos que el lavado constante puede causar sequedad en la piel. Las cremas más recomendadas son aquellas que contienen vitamina E, A, B3 y C.

Por otro lado, cuando el esmegma produce balanitis, puede ser necesario aplicar antibióticos tópicos como parte del tratamiento, o cremas esteroides para bajar la inflamación.

En caso de complicaciones a causa de la acumulación de esmegma, es fundamental acudir al médico. Solo el profesional será capaz de solventar dicha situación e indicar la terapéutica a seguir.



¿Cómo prevenir el esmegma?

Por desgracia, no existe una única medida 100 % efectiva para prevenir la aparición del esmegma. Lo ideal será mantener una buena higiene personal para evitar su acumulación. Algunos de los consejos recopilados en El Farmacéutico sobre el tema son los siguientes:

  • Tomar duchas frecuentes: lo ideal es ducharse al menos 1 vez al día. La frecuencia debe aumentar al menos a 2 veces por día en los meses más calurosos del año, pues la zona estará más húmeda, lo que favorecerá a la aparición del esmegma.
  • Usar jabones íntimos: existen jabones específicos para usarse en la zona íntima, ya que no alteran el pH ni la microbiota. Se recomienda utilizar estas opciones, al menos una vez entre cada baño durante los días calurosos.
  • Limpiar bien los genitales: tomar duchas constantes no será efectivo si no se limpia bien la zona genital. Los hombres deberán hacer especial énfasis en el glande y el surco balanoprepucial. Por su parte, las mujeres deberán enfocarse en limpiar los labios vaginales.
  • Evitar productos irritantes: los desodorantes químicos, los papeles higiénicos de colores, las duchas vaginales y las esponjas pueden irritar los genitales. Mejor es hacer la limpieza solo con la mano.
  • Elegir la ropa interior adecuada: los tejidos de algodón son más transpirables. Además, los colores claros, como el blanco, son menos propensos a provocar alergias por los tintes.

La higiene genital es fundamental

Prevenir los malos olores genitales y las diversas patologías que los puedan causar suele ser sencillo y casi siempre está relacionado con la higiene. Se debe tener en cuenta que se trata de una zona húmeda, por lo que se puede favorecer a la proliferación de microorganismos que generen mal olor.

Por fortuna, la aparición de esmegma no suele traer graves consecuencias para la persona y unas cuantas medidas de aseo son suficientes para que la sustancia disminuya su concentración.


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