¿Cómo prepararse antes de donar sangre?
Revisado y aprobado por el médico Carlos Fabián Avila
Donar sangre es un acto que muchas personas desean realizar en algún momento de sus vidas. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en los países de alto ingreso (como España) la tasa de donación es de 31,5 por cada 1000 personas. Por ello es necesario conocer cuáles son las condiciones que deben cumplirse para hacerlo de la mejor manera posible.
La finalidad es evitar el debilitamiento extremo tras la donación, además de otras complicaciones. Algunos voluntarios pueden sufrir mareos, ya sean causados por los nervios o por la tensión.
Es importante recordar que la donación de sangre no es un asunto que deba tomarse con ligereza, así que consulta antes con tu médico de cabecera. Si por alguna razón no se cumple alguno de los requisitos, lo mejor es posponer la idea. A continuación, te informamos un poco más al respecto.
Principales obstáculos para donar sangre
Existen algunos obstáculos que impiden que muchas personas donen sangre. Según este informe del Centro de Donación de Sangre de Cruz Roja, los principales son los siguientes:
- No ser mayor de edad.
- Haberse sometido a una operación quirúrgica 6 meses antes o haber tenido un accidente de fuerza mayor.
- Pesar menos de 50 kilos.
- Padecer ciertas enfermedades, como epilepsia, tuberculosis, cáncer o cardiopatías.
- Consumo de drogas reciente.
- Mujeres embarazadas o lactantes.
- Tener múltiples parejas sexuales.
- Sufrir enfermedades venéreas como VIH, sífilis, gonorrea y hepatitis B o C.
- Estar enfermo el día de la donación.
- La persona es diabética insulinodependiente.
- No haber ayunado.
- Haber recibido trasplantes de órganos.
- Haberse realizado piercings, tatuajes, acupuntura o cateterismo en los últimos 12 meses.
- Viajes recientes a países con brotes epidemiológicos.
- Haber estado internado en instituciones mentales o en la cárcel.
- Miedo a las agujas (belonefobia).
¿Cómo es el procedimiento?
Una vez se recibe al donante, se realiza el proceso de admisión. Este consta de una lectura sobre los aspectos legales que implica la donación y después se requiere rellenar un formulario en el que se indican datos como los siguientes:
- Nombre.
- Edad.
- Género.
- Peso.
- Estatura.
- Tipo de sangre.
El proceso de admisión finaliza con la firma de un consentimiento o autorización por parte del donante. Ahora, la donación como tal consiste en la extracción de un total de 450 mililitros de sangre.
El procedimiento lo realiza un miembro del personal sanitario, mientras la persona permanece tumbada en un sillón. El tiempo de obtención de dicha cantidad, por lo general, es de 15 minutos aproximadamente.
Al finalizar la extracción de sangre, el donante debe permanecer unos minutos en reposo. Luego, el personal sanitario suele ofrecer un refrigerio que constará de un alimento sólido y un líquido (agua o zumos), que le ayudará a recuperar energías y reponer líquidos.
Una vez que la persona ha donado la sangre, esta se procesa durante 24 horas. Es lo que se conoce como fraccionamiento, que consiste en la división de hematíes, plasma y plaquetas, además de los análisis.
Se puede repetir el proceso cada dos meses y hasta 4 veces al año para los hombres; en las mujeres, el máximo es de 3 ocasiones anuales.
Por fortuna, los efectos secundarios de una donación de sangre son muy leves y autolimitados. Lo más común es presentar mareos producto de la disminución en la volemia, sin embargo, los mismos solo están presentes en las primeras horas. Por su parte, se pueden formar hematomas en la zona de punción o se puede afectar un nervio de forma transitoria en el proceso, aunque ambas son complicaciones muy raras.
¿Cómo me preparo antes de donar sangre?
Esta es una pregunta muy habitual y merece la pena responderla. Si tienes pensado donar sangre, presta atención a los pasos previos.
1. Planifica
Es importante informarse y planificarse a la hora de donar sangre, puesto que es posible que los centros de donación tengan un horario para ello o requieran de cita previa.
En caso de que los horarios no te resulten convenientes, puedes preguntar si habrá alguna jornada o campaña de donación próxima para realizarse.
2. Busca alimentos ricos en hierro
Si deseas donar, es recomendable llevar una dieta equilibrada. Si quieres tomar medidas adicionales en este aspecto, consulta con tu médico de cabecera porque es probable que se te recomiende aumentar la ingesta de hierro.
Dentro de los alimentos con mayor cantidad de hierro se encuentran las espinacas, el pescado, los huevos, las lentejas, la carne de res y los cereales integrales.
3. Bebe mucha agua
La hidratación es importante en cualquier momento, pero a la hora de donar sangre puede ser de gran utilidad para ayudar a prevenir mareos y desmayos.
Recuerda que el descenso de los niveles de azúcar en sangre y de la presión sanguínea es habitual tras la donación. No obstante, no te preocupes porque esto no le pasa a todo el mundo. Mientras más tranquilo y relajado estés, mejor.
4. Descansa
El donante ha de estar lo más relajado posible antes y después de donar sangre. Por este motivo, se recomienda dormir bien durante la noche anterior (al menos 7 horas seguidas).
De la misma forma, tras realizar la donación es recomendable que te vayas a casa. No realices ningún tipo de ejercicio físico el resto del día, ni te vayas de compras o a trabajar. El cuerpo necesitará reponerse. Por su parte, tampoco se recomienda realizar ninguna de las siguientes actividades:
- Tomar alcohol.
- Fumar.
- Hacer cambios bruscos de posición.
- Pasar muchas horas de pie.
5. Evita acudir si tienes algún malestar
Si tienes síntomas de resfriados como fiebre, malestar general o tos, lo mejor es que pospongas la donación aunque sea unos días hasta que te sientas mejor. La mayoría de estos síntomas se deben a infecciones virales, las cuales pueden causar consecuencias graves en las personas que recibirán la donación.
¿Y qué pasa después de donar?
Una vez te marches del centro de salud en el que donaste sangre, es importante tener algunas consideraciones básicas para evitar problemas:
- Ingiere abundante líquido.
- Evita el alcohol y el cigarrillo.
- Come regularmente (no practiques ayuno en los siguientes días).
- Evita movimientos bruscos y cambios de posición.
Si experimentas síntomas de alarma (como fiebre, desmayos, diarrea) es conveniente acudir al médico lo antes posible para recibir una valoración oportuna.
Recuerda ser responsable
Más allá de los efectos adversos comunes para el donante, el verdadero riesgo del procedimiento es que la sangre no sea apta por contener agentes infecciosos, que provocarían una infección transmisible por transfusión (ITT). Claramente toda sangre donada debe ser analizada en laboratorio, pero si la infección es reciente puede que no se detecten estas infecciones.
Por tal motivo, si en los días o semanas previos a la donación tuviste algún evento de riesgo (como relaciones sexuales sin protección o pinchazos con agujas), no procedas a donar. Consulta con tu médico, quien te indicará los estudios correspondientes una vez se supere el tiempo de espera en el que esas enfermedades no son detectables (periodo de ventana).
No mientas en la solicitud. Donar sangre es un acto de amor y ayuda al prójimo. Por lo tanto, sé consecuente con la realidad e infórmate bien antes de realizarlo. Puedes salvar muchas vidas gracias a un pequeño gesto.
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- Centro de Donación de Sangre de Cruz Roja. Disponible en: https://www.donarsangre.org/donantes-de-sangre/.
Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.