Los principales patógenos del verano

Hay patógenos que consiguen proliferarse durante el verano debido a las condiciones de humedad y calor que se presentan en el ambiente. ¿Cuáles son los más comunes? En este espacio los detallamos.
Los principales patógenos del verano
Samuel Antonio Sánchez Amador

Revisado y aprobado por el biólogo Samuel Antonio Sánchez Amador.

Última actualización: 10 julio, 2023

Como bien sabemos, la llegada del verano viene de la mano con un aumento repentino de las temperaturas ambientales. A raíz de esto, también incrementan las probabilidades de desarrollar ciertas infecciones por microorganismos que consiguen proliferarse bajo estas condiciones. ¿Cuáles son los principales patógenos del verano?

La exposición a los virus, las bacterias y los hongos ocurre durante todo el año; sin embargo, debido a las características propias del verano, algunos consiguen extenderse más en estas épocas. En esta oportunidad detallamos los más frecuentes y sus efectos en la salud.

¿Qué es un patógeno?

Un patógeno es cualquier microorganismo capaz de generar malestar o enfermedad en el hospedador en el que se instala. Esta definición englobaría todo tipo de gérmenes, incluyendo virus, bacterias, hongos, protozoos y otros microorganismos más complejos.

Cabe destacar que algunas de las enfermedades que se van a nombrar tienen un origen múltiple por su cuadro clínico general. Es decir, pueden ser causadas por patógenos de distintos géneros o incluso distintos órdenes. Aun así, estas agrupaciones se realizan con el fin de simplificar los tratamientos.

¿Cuáles son los principales patógenos del verano?

¿Cuáles son los principales patógenos del verano?
Durante el verano, las altas temperaturas propician un ambiente idóneo para el crecimiento de ciertos agentes patógenos.

Virus y bacterias causantes de inflamaciones

Las conjuntivitis y las otitis son las enfermedades autoinflamatorias que reinan en las piscinas públicas. La conjuntivitis se basa en una inflamación de la capa conjuntiva ocular, una membrana mucosa que recubre el interior del ojo. Su sintomatología incluye lo siguiente:

  • Inflamación ocular.
  • Enrojecimiento de los ojos.
  • Lagrimeo.
  • Costras amarillas.

La conjuntivitis puede tener un origen tanto vírico como bacteriano, pero las más comunes son las causadas por adenovirus, que se transmiten por contacto directo y en partículas de agua contaminadas.

La otitis, en cambio, suele tener un origen bacteriano si hablamos de la que sucede en el tracto auditivo exterior. Según su localización, se denomina otitis interna o externa. Sus manifestaciones clínicas incluyen lo siguiente:

  • Dificultad para la audición.
  • Dolor en la oreja.
  • Sensibilidad al tacto.

Ambas patologías tienen algo en común; los patógenos causantes, ya sean virus o bacterias, sobreviven bien en las aguas y a temperaturas templadas. Por ello, las piscinas son caldos de cultivo para este tipo de inflamaciones superficiales.

Es esencial tomar medidas de higienización y llevar material de uso propio siempre que sea posible, pues estos microorganismos también sobreviven en superficies.

Patógenos causantes de intoxicaciones alimentarias

Intoxicación alimentaria
Las intoxicaciones alimentarias aumentan por la mala manipulación de los alimentos. Esta situación aumenta particularmente durante el verano.

¿Quién no ha tenido la mala suerte de sufrir una diarrea intensa después de un banquete veraniego? Las intoxicaciones alimentarias están a la orden del día durante el verano.

Esto ocurre, en primer lugar, porque los aumentos de temperatura suelen venir bien a la replicación de muchos de los organismos que las causan y, segundo, porque las costumbres humanas cambian durante las vacaciones. No es lo mismo comer en casa, en un ambiente controlado, que en instalaciones al borde de la playa con normas de higienización bajas.

Según el portal MedlinePlus, algunos de los patógenos más comunes causantes de este cuadro general son los siguientes:

  • Las bacterias del género Campylobacter, bacilos gram negativos móviles por la presencia de flagelos.
  • La bacteria E. Coli, que por lo general habita en la microbiota del intestino humano sin generar complicaciones, presenta algunas cepas que generan diarrea al adherirse sobre la mucosa intestinal.
  • El Vibrio choleraebacteria que presenta dos serotipos causantes del cólera por todos conocido.
  • El género de bacterias Salmonella, que presenta una mayor capacidad de replicación a temperaturas altas.
  • El patógeno Listeria monocytogenes suele multiplicarse con gran velocidad en los alimentos poco refrigerados, la leche cruda y los productos en conserva.

Como podemos ver, casi todas las diarreas veraniegas tienen un origen bacteriano, pues es fácil que la microbiota del animal que se va a consumir se mezcle con su carne si no se manipula de manera adecuada. Asimismo, es usual que el agua utilizada para realizar la receta o para limpiar los utensilios esté contaminada.



Micosis en el verano

Los hongos causantes de patologías dérmicas también son muy comunes en el verano. De nuevo, instalaciones como piscinas o baños públicos son caldos de cultivo para ellos, ya que las altas humedades y temperaturas favorecen su crecimiento. Estas enfermedades son denominadas dermatomicosis.

Dentro de este grupo de afecciones, la tiña es una de las más comunes. Los principales patógenos causales incluyen los hongos Microsporum y  Trichophyton, según estudios. De igual forma, la pitiriasis versicolor causada por Malassezia es frecuente durante el verano.

Infecciones parasitarias

Las parasitosis son enfermedades comunes en climas tropicales, con alta humedad y malas condiciones higiénicas. Investigaciones estiman que existen al rededor de 2.800 millones de personas infectadas por helmintos a nivel mundial. Algunas de los parásitos más frecuentes son los siguientes:

  • Ascaris lumbricoides.
  • Trichuris trichuria.
  • Necator americanus.
  • Ancylostoma duodenale.
  • Giardia lamblia. 
  • Entamoeba histolytica. 
  • Toxoplasma gondii. 

Enfermedades por picaduras de insectos

Los patógenos descritos con antelación se llevan el premio a la prevalencia en verano. No obstante, los gérmenes transmitidos por picaduras de insectos también tienen alta prevalencia en esta época del año.

Según la Organización Mundial de la Salud, existen 10 enfermedades comunes transmitidas por insectos a humanos. El ciclo reproductivo de la mayoría de estas especies concluye con los adultos en la primavera o el verano y, por ello, aumenta su prevalencia en esta época.

Dentro de estas afecciones encontramos enfermedades tales como el dengue, la malaria, la leishmaniasis o la fiebre amarilla, producidas a menudo por virus y protozoos.

La prevención es fundamental en esta época del año

Como ves, la lista de patógenos causantes de enfermedades durante el verano es casi infinita. Las bacterias están en cabeza, pues son causantes tanto de inflamaciones como de casi todos los cuadros de gastroenteritis y diarrea.

Por ello, es necesario extremar la precaución a la hora de elegir dónde comer o en qué lugares bañarse durante las vacaciones. Además, en caso de presentar sintomatología de infección, es primordial acudir al médico.


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