¿Qué es la dishidrosis palmar y plantar?
Revisado y aprobado por el biotecnólogo Alejandro Duarte
La dishidrosis palmar y plantar, que también se conoce como “eccema dishidrótico”, es un tipo de inflamación de la piel que aparece en las manos y los pies, como pequeñas ampollas llenas de líquido.
Se trata de una enfermedad a menudo crónica, no contagiosa, que presenta episodios de brotes y otros de remisión. Suele tener carácter estacional, pues su frecuencia es mayor en primavera y verano.
Se trata de un trastorno que se origina desde el interior del organismo, aunque a menudo aparece asociado a factores externos como el estrés o enfermedades alérgicas. Aunque suele comenzar entre los 15 y los 30 años, puede afectar a cualquier edad y a ambos sexos.
Causas de la dishidrosis
No se conoce la causa exacta de la dishidrosis palmar y plantar, aunque sí se sabe que existen ciertos factores que favorecen la aparición de la enfermedad. Entre los factores que pueden afectar al desarrollo de esta afección se hallan los siguientes:- Estrés emocional.
- Alergias tanto a perfumes, medicamentos como a metales.
- Padecer una infección producida por bacterias u hongos en la piel.
- Padecer dermatitis atópica u otras enfermedades alérgicas como el asma o la rinitis.
- El embarazo en ocasiones puede ser un desencadenante, debido a los cambios hormonales.
¿Cuales son los síntomas de la dishidrosis palmar y plantar?
La enfermedad suele empezar entre los dedos y luego extenderse a las palmas. En cambio, es poco frecuente que aparezca en el dorso de las manos o en la piel de los brazos u otras partes del cuerpo. También puede aparecer en la planta y los laterales de los pies.
Los síntomas de la dishidrosis palmar y plantar se caracterizan por:
- Aparición de pequeñas ampollas que a menudo causan picor intenso.
- Descamación de la piel. Como consecuencia, pueden llegar a aparecer erosiones en la piel, que pueden ser muy dolorosas.
- Irritación y engrosamiento de la piel. Se da cuando la persona que sufre el eccema se rasca. Por esta razón, puede haber una sobreinfección secundaria de la piel.
La evolución de la dishidrosis palmar y plantar es variable. Con frecuencia, desaparece por sí sola al cabo de tres o cuatro semanas, aunque suele reaparecer. Tras un periodo sin lesiones, el siguiente brote puede producirse desde unas semanas a varios meses después.
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Tratamiento de la dishidrosis palmar y plantar
Hoy en día no se conoce un tratamiento capaz de ofrecer una cura definitiva para la dishidrosis. No obstante, sí que existen tratamientos para controlar los brotes. En este sentido, las medidas que se pueden llevar a cabo o los tratamiento que se pueden utilizar son los siguientes:
- Corticoides tópicos de alta potencia durante una o dos semanas. En función de la intensidad de la lesión y de la fase en la que se encuentre, pueden ser necesarios los corticoides orales.
- Antibióticos: en caso de que haya sobreinfección de las lesiones.
- Productos emolientes: pueden ser útiles también para atenuar la sequedad de la piel.
- Antihistamínicos orales: pueden ayudar a calmar el picor.
- Otros. Se pueden emplear tratamientos más específicos como la fototerapia.
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Recomendaciones para controlar los brotes
A continuación, proporcionamos unas serie de recomendaciones que pueden ayudar a controlar los brotes de la dishidrosis palmar y plantar.
- Hidratarse las manos varias veces al día.
- Evitar el contacto con sustancias irritantes.
- Lavarse las manos y los pies con jabones suaves, sin perfume.
- Utilizar guantes para realizar las tareas domésticas.
- Cuidar la higiene de los pies (lavar y secarlos adecuadamente siempre).
- Evitar rascarse, ya que hacerlo da lugar a una mayor duración de la lesión y aumenta el riesgo de sobreinfección.
- Utilizar calzado con suela de cuero, pues los materiales naturales permiten una mejor transpiración. En caso de que haya mucha sudoración, es aconsejable el cambio de calcetines al menos dos veces al día.
Puesto que el estrés es uno de los factores que desencadenan y que empeoran los brotes, intenta buscar formas para gestionarlo de la mejor manera posible. Por tanto, además de seguir las recomendaciones anteriores, sería bueno que, para controlar el estrés, la ansiedad y los nervios, te apoyases en la práctica de deporte, así como de técnicas de relajación y respiración.
El yoga, el taichí y la meditación pueden serte de gran ayuda. ¡Aprovéchalos!
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