¿Qué es la fatiga crónica y cómo combatirla?

Los factores psicológicos pueden influir en el desarrollo de la fatiga crónica. Un tratamiento adecuado para mejorar la calidad de vida es la terapia cognitivo conductual.
¿Qué es la fatiga crónica y cómo combatirla?

Última actualización: 23 mayo, 2023

El síndrome de fatiga crónica es un trastorno complejo caracterizado por fatiga extrema que no puede atribuirse a ninguna enfermedad preexistente. La fatiga puede empeorar con la actividad física o mental, pero no mejora con el descanso.

Como consecuencia se pueden producir síntomas tales como alteraciones en la memoria y en la concentración, depresión, dolores musculares, articulares y de garganta, cefaleas y ganglios inflamados.

El Síndrome de fatiga Crónica no existía antes o bien no estaba definida, y todavía hoy no se ha descubierto la causa que la origina, aunque podría deberse a múltiples factores.

“La mayoría de mis pacientes comienzan su historia diciendo que estaban bien y un día despertaron y ya nunca fue lo  mismo”, dice el doctor David Kaufman, director del Open Medicine Institute de California.

“Quiesiera encontrar una causa, pero cada día que pasa es menos probable que la encuentre”, dice Kaufman en un reportaje de The Atlantic.

Según la investigación, hay varios factores que pueden influir en el desarrollo de esta enfermedad, y que podemos valorar en cada caso:

Períodos prolongados de sobre-esfuerzo y estrés

Hay personas que durante mucho años de su vida han estado viviendo por encima de las posibilidades de su cuerpo, y a la larga toda sobrecarga tiene un precio.

Muchas veces es precisamente en el momento en que la persona se relaja cuando aparecen los males.

Recomendamos, pues, evitarlo siempre que sea posible, priorizando el tiempo libre, el descanso, el ejercicio diario y la relajación mental.

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Síntomas psicológicos

La fatiga crónica es una de esas enfermedades que presenta síntomas psicológicos como depresión, ansiedad y deterioro cognitivo.

Además, se ha visto que los pacientes con síndrome de fatiga crónica tienen más probabilidades de tener enfermedades psiquiátricas como el trastorno depresivo mayor, el trastorno de pánico, el trastorno de ansiedad generalizada y el trastorno de la personalidad.

¿Cómo lo solucionamos?

No existe una cura para el síndrome de fatiga crónica. El tratamiento se enfoca en el alivio de los síntomas.

Tratamiento del síndrome de fatiga crónica

Actualmente no existe ningún tratamiento con eficacia curativa contrastada en el síndrome de fatiga crónica. Sin embargo, se pueden ofrecer opciones terapéuticas sintomáticas o de soporte. La efectividad global de las diversas modalidades terapéuticas no es demasiado alta, y no se ha demostrado que modifiquen el curso natural de la enfermedad pero sí que mejoran la calidad de vida del paciente. Los objetivos básicos del tratamiento van dirigidos a reducir los grados de fatiga, la intensidad del dolor y a mejorar la actividad y la adaptación de estos pacientes a su vida cotidiana.

A lo largo de los últimos años se han realizado más de 50 ensayos terapéuticos controlados con fármacos o terapias para el síndrome de fatiga crónica. De las recomendaciones más recientes como la del Center for Reviews and Dissemination de la Universidad de York cabe destacar que sólo han demostrado una eficacia suficiente los siguientes tratamientos.

Terapia cognitivo conductual

Consiste en un tratamiento de soporte psicológico orientado a la situación de cada paciente. Permite mejorar el grado de adapación y la calidad de vida de los pacientes con fatiga crónica, sobre todo en las fases inicales de la enfermedad. Es recomendable que esta terapia cognitiva se realice por personal cualificado y con experiencia en el manejo de pacientes con síndrome de fatiga crónica, ya sean psiquiatras, psicólogos clínicos o terapeutas entrenados. El tratamiento recomendado suele durar de 4 a 6 meses, en régimen ambulatorio.

Ejercicio físico progresivo controlado

Se trata de establecer un programa de fisioterapia activa adecuada y tolerable en la situación en que se encuentra el paciente supervisado por fisioterapeutas. Por ello, debe individualizarse a las características personales y a las diversas fases evolutivas de la enfermedad. La actividad física ha de hacerse de manera regular y variada, empleando períodos de entre 30 y 45 min. No tiene que ser extenuante, ya que podría empeorar la sintomatología. Por contra, se ha visto que el reposo prolongado empeora tanto la fatiga como la sintomatología asociada al síndrome de fatiga crónica.

Tratamiento farmacológico

Sólo mejora sintomáticamente y de forma relativa algunos aspectos de esta enfermedad, pero no la fatiga. En general existe una mala tolerancia al tratamiento farmacológico en el síndrome de fatiga crónica. Los fármacos antidepresivos no deben administrarse sistemáticamente, sólo estarían indicados cuando coexista un cuadro depresivo reactivo asociado, en el insomnio y en la mejoría sintomática de las mialgias.

No se ha demostrado que haya un grupo de antidepresivos con mayor efectividad que otro ni se ha definido la duración necesaria del tratamiento. En la actualidad se utilizan los tricíclicos a dosis bajas o medias o los inhibidores selectivos de recaptación de serotonina.

Hasta un 15% de los pacientes con síndrome de fatiga crónica abandonan el tratamiento con antidepresivos a causa de los efectos secundarios. Los ansiolíticos tampoco deben administrarse de manera sistemática, sino sólo como tratamiento sintomático de la ansiedad y el insomnio. Hay que ser cauteloso con el uso de dosis altas de ansiolíticos en estos pacientes, ya que puede empeorar la debilidad muscular asociada al síndrome de fatiga crónica.

Lo más importante, ante cualquier sospecha de que se pueda comenzar a sufrir de fatiga crónica es importante acudir al especialista.

 


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