¿Qué es el registro cardiotocográfico y para qué se realiza?
Escrito y verificado por el médico Leonardo Biolatto
El registro cardiotocográfico, también llamado cardiotocografía, es una herramienta muy útil en el embarazo. Se trata de una prueba que permite estudiar el bienestar del feto o los posibles signos de alarma en el mismo.
Consiste en medir la frecuencia cardíaca del bebé, a la vez que se monitorizan las contracciones en el útero de la madre. Se puede aplicar tanto durante el parto como en los momentos previos al mismo. Es imprescindible en la hipertensión arterial de la madre o la diabetes gestacional.
¿En qué consiste el registro cardiotocográfico?
El registro cardiotocográfico es un estudio que permite determinar el bienestar del bebé. Se evalúa cómo es la frecuencia cardíaca del bebé a la vez que se estudian la presencia, frecuencia y fuerza de las contracciones uterinas. Así se pueden poner en relación ambos parámetros.
Las contracciones son un movimiento que interrumpe o reduce de forma transitoria el paso de oxígeno a través del cordón umbilical. Por ello, la prueba da indicaciones de si existe o no bienestar fetal. Del mismo modo, sirve para estudiar si el feto está preparado para el parto natural.
El problema es que el registro cardiotocográfico puede resultar complejo de interpretar. Además, tiene algunos falsos positivos (es decir, resultados que se interpreten como patológicos sin serlo). Por eso se acompaña de otros métodos, como el perfil biofísico, la ecografía o la flujometría Doppler.
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¿Cuándo es necesario?
El registro cardiotocográfico no se suele recomendar hasta pasadas 32 semanas de gestación. La razón es que, debido a su funcionamiento, puede que si se realiza antes los resultados no sean concluyentes.
Se recomienda en mujeres embarazadas con ciertos factores de riesgo o cuando existe alguna alteración del bebé. Por ejemplo, cuando la madre percibe menos los movimientos fetales. Las indicaciones más frecuentes son la hipertensión y la diabetes gestacional. También se realiza cuando el bebé es pequeño para la edad correspondiente.
Del mismo modo, el registro cardiotocográfico puede ser útil en los embarazos múltiples, ya que entrañan más riesgo. Lo mismo ocurre si hay una alteración en la cantidad de líquido amniótico o el trabajo de parto comienza antes de lo esperado.
Otras indicaciones frecuentes son las siguientes:
- Fiebre de la madre o una infección en curso.
- Ruptura prematura de membranas.
- El bebé está en una posición inusual. Por ejemplo, en presentación de nalgas.
Recomendaciones especiales
El registro cardiotocográfico se suele realizar durante 30 minutos. Además, la duración de la prueba debe prolongarse si se detecta una frecuencia cardiaca con un patrón sospechoso.
En ocasiones se realizan varios registros a lo largo del día o se utiliza un monitoreo continuo. Hay veces que el registro se realiza de forma ambulatoria.
En estos casos, la lectura puede llevarse a cabo días después. Por eso se recomienda utilizar otros sistemas de monitorización de forma simultánea, como la ecografía Doppler. Así se pueden contrastar mejor los resultados.
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¿Cómo se realiza el registro cardiotocográfico?
Para realizar el registro cardiotocográfico se necesita un dispositivo específico. El mismo consta de dos pequeños transductores. Uno de ello se encarga de monitorizar las contracciones uterinas y el otro registra la frecuencia cardíaca del bebé.
Ambos transductores se colocan sobre el abdomen de la madre. La información que se obtiene se imprime de manera simultánea en un papel, similar al empleado en un electrocardiograma. El papel se desplaza 1 centímetro por cada minuto que pasa.
Algunos inconvenientes
El registro cardiotocográfico puede resultar incómodo para la madre. De hecho, algunas mujeres se quejan de dolor de espalda, debido que tienen que mantener tanto tiempo la misma posición.
Según explica una publicación de Área Salud Badajoz, el registro también limita la movilidad de la mujer. Esto puede ser bastante desagradable durante el trabajo de parto. Por su parte, los falsos positivos hacen que se incremente la tasa de partos instrumentados y de cesáreas.
No existe una estandarización exacta de los patrones que puede mostrar el registro. Por eso solo hay recomendaciones en cuanto al manejo, pero no hay criterios tan específicos como en otras prácticas.
¿Cómo funciona el registro cardiotocográfico?
El registro cardiotocográfico tiene un mecanismo relativamente complejo. Según explica un estudio realizado por la Sociedad Alemana de Ginecología y Obstetricia, para obtener la frecuencia cardíaca fetal se realiza una ecografía Doppler.
Las señales de ultrasonido son transmitidas por un transductor en el abdomen de la madre. Estas señales se reflejan desde el corazón del bebé. Así regresan al transductor y el dispositivo utiliza algoritmos para calcular la frecuencia. Lo que hace es reconstruir la frecuencia a partir de ese algoritmo.
Por otra parte, el registro de las contracciones se realiza gracias a un transductor que mide la presión abdominal. Este convierte la tensión que se produce por las contracciones en una señal escrita. Así se obtiene la información de frecuencia y duración.
Las contracciones tienen frecuencia y duración. Lo primero es cuántas veces se repiten en un minuto. Lo segundo es cuánto tiempo permanece el útero contraído cada vez.Interpretación de los resultados
Puede resultar complejo interpretar un registro cardiotocográfico. Lo habitual es que la frecuencia cardiaca del feto oscile entre 120 y 160 latidos por minuto. Sin embargo, cuanto menor sea la edad gestacional, mayor será este valor.
Se considera que el registro es normal o reactivo si durante el estudio el corazón del bebé se acelera al menos dos veces en quince segundos. Del mismo modo, las aceleraciones deben ser de más de quince latidos por encima de la línea de base. Así se considera sugestivo de bienestar fetal.
El resulta del registro cardiotocográfico puede ser anormal o no reactivo también. En este caso, lo que ocurre es que la frecuencia cardíaca del bebé no se acelera con el movimiento ni con las contracciones.
Una prueba que se complementa con otras
El registro cardiotocográfico es un examen que permite evaluar el bienestar fetal. Sirve para medir la frecuencia cardíaca del bebé, a la vez que se monitorizan las contracciones uterinas. Así se comprueba si el corazón responde adecuadamente a los movimientos.
Este examen no se realiza de manera rutinaria. Está indicado cuando hay alguna patología materna que puede poner en riesgo al bebé. También cuando se ha detectado alguna anomalía.
Es una prueba no invasiva, pero que resulta algo molesta para la madre, sobre todo durante el parto. Además, tiene la posibilidad de informar falsos positivos. Por eso se recomienda complementar con otros parámetros relevantes.
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- Faura Poy Médico Residente Ginecología Obtetricia, M. (2009). REGISTRO CARDIOTOCOGRÁFICO. Sesión clínica. Serv. Obstetricia Ginecología-HMI. Badajoz.
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