¿La resiliencia siempre es buena? Descubre dónde está el límite

Cuando la resiliencia se entiende mal y la aplicas de forma poco saludable, es probable que obtengas más desventajas que beneficios. Debes aprender a marcar el límite.
¿La resiliencia siempre es buena? Descubre dónde está el límite
Leticia Martín Enjuto

Revisado y aprobado por la psicóloga Leticia Martín Enjuto.

Escrito por Herly Quiñónez

Última actualización: 10 agosto, 2023

A menudo escuchamos mensajes sobre la capacidad de adaptación y recuperación ante situaciones adversas, como crisis, duelos y problemas. Pero realmente, ¿es una gran habilidad humana? Lee con detenimiento porque queremos contarte que también hay desventajas de la resiliencia. ¿Es posible reconocer dónde está el límite?

¿Qué es la resiliencia?

La resiliencia es un concepto que explica la recuperación frente a eventos adversos. Es un concepto que surge de la física, siendo también empleado en la ecología, medicina, psiquiatría y psicología. Podemos comprenderla como rasgo, resultado y proceso.

Se aplica a diferentes áreas de la industria, el conocimiento y la salud. Por lo tanto, se usa en ámbitos laborales, educativos y sanitarios.

La palabra tiene su origen en el latín resiliere, que designa la posibilidad de recuperar la forma original tras el impacto que deformó al material. Las investigaciones pioneras sobre resiliencia fueron enfocadas en las capacidades individuales. Uno de los primeros estudios se remonta a la década de 1940, realizado por Ren Spitz y Anna Freud. Para tal estudio, pusieron el foco en menores internados en instituciones y cómo la capacidad resistente afloraba en los mismos.

En 1982, Werner y Smith publican su investigación sobre la importancia del carácter de ciertas personas, capaces para mantener una actitud de supervivencia frente a la adversidad. Además, en 1984, resaltan los autores Garmez, Masten y Tellege, quienes definen las cualidades de las personas resilientes. Luego, en 1985, Rutte indaga sobre autocontrol, la autoeficacia y las relaciones.

En 1993, Wolin y Wolin describen los pilares de la resiliencia. Dichos pilares se estructuran en forma de mandala, los cuales conforman una herramienta que muestra la idiosincrasia resiliente de las personas:

  • introspección,
  • independencia,
  • moralidad,
  • capacidad de relacionarse,
  • humor,
  • creatividad o iniciativa.

La definición de resiliencia cambia de identificar cualidades personales a explorar la influencia del contexto. De esta manera, las investigaciones buscan comprender cómo y dónde emergen estas características resilientes. Los principales aportes teóricos de este enfoque provienen de los estudios de Benson en 1997, Rutter en 1999, Masten en 2001 y Luthar en el año 2003.

La resiliencia es la capacidad de una persona o un grupo para adaptarse con éxito a los cambios generados por situaciones estresantes, permitiendo la superación de las dificultades.


Desventajas de la resiliencia

La resiliencia contribuye a mejorar nuestra calidad de vida. Sin embargo, en ocasiones, puede ser empleada de manera errónea al vivir diversas problemáticas. Estas son las posibles desventajas de ser resilientes y sus riesgos potenciales.

La capacidad resiliente no es global

Una de las desventajas de la resiliencia es que no puede reflejar la globalidad de las diferentes dinámicas sociales, porque existen diversas circunstancias que no podemos elegir o desconocemos cómo cambiarlas. La historia de vida de cada ser humano es única.

Puede disminuir la visión de vulnerabilidad

Las personas con una gran capacidad para recuperarse, son percibidas como seres con una gran fortaleza. Esto causa en ellos una presión que podría llevarlos al agotamiento físico y mental.

Sin embargo, son casos individuales que no deben extenderse a la generalidad. No todos los seres humanos logran sobreponerse de igual manera a los problemas.

Ser vulnerable es una condición humana en situaciones difíciles. 

La resiliencia puede ejercer presión para sentir bienestar

Otra de las desventajas de la resiliencia es que la percibimos como un objetivo, logro o resultado para alcanzar, cuando en realidad, es un proceso, una característica o una habilidad humana.

Por eso, muchas veces creemos que estamos obligados a sentirnos mejor en situaciones adversas, ocasionando estrés en personas responsables de familias y hogares, tanto hombres como mujeres. Los niños y adolescentes también pueden percibir la imposición para sentirse bien.

Ser resiliente puede llevarnos a negar las emociones

Algunas personas están tan concentradas en ser fuertes y en resolver sus problemas, que podrían negar o tener imposibilidad de reconocer sus verdaderas emociones. Ante duelos, separaciones familiares, catástrofes naturales o pérdida del empleo, silenciarán las emociones para aparentar ser resilientes.

Los beneficios de la resiliencia

Seguro te estás preguntando cuáles son los beneficios de la resiliencia. Según la Organización de Naciones Unidas (ONU), el proceso de crear resiliencia en una población favorece la inclusión. También ayuda a mitigar las crisis humanitarias con la reducción del sufrimiento.

El ser humano resiliente puede llegar a evitar la aparición de traumas de guerra, problemas familiares, laborales y similares. Quienes más desarrollan esta cualidad tienen un mayor equilibrio emocional, logrando sentir satisfacción al asumir situaciones complejas.

La resiliencia representa la fuerza para afrontar un problema, permitiendo continuar con la cotidianidad de la vida.

Otros beneficios consisten en poder controlar el recuerdo de experiencias traumáticas, integrar la memoria y los afectos, fomentar la autoestima, generar vínculos seguros y significados positivos a los acontecimientos. Por lo tanto, el secreto está en encontrar el límite saludable para construir resiliencia sin caer en las tergiversaciones de la misma.



Reconoce tus límites

Cuando estés viviendo una etapa de agotamiento, recuerda que algunos psicólogos han determinado que las personas no pueden desarrollar la capacidad de ser resilientes sin límites. Eso sería una sobrevaloración de las capacidades.

Asimismo, esa es precisamente una de las desventajas de la resiliencia: creerla una cualidad ilimitada para asumir con eficacia los peligros o dificultades en todo momento durante nuestra vida.

Reconoce tu fatiga. Cuando estamos viviendo una situación que nos provoque agotamiento, es momento de reflexionar sobre las capacidades. A veces, creemos que tenemos una ilimitada resistencia. Y eso no suele ser así. Entonces, es más probable que se produzca desgaste emocional.

La resiliencia tiene ventajas, pero también desventajas cuando se aplica de manera poco saludable. Tú puedes descubrir el límite, aprendiendo más sobre tus habilidades, para asumir las diversas vivencias junto a tu familia, amigos y compañeros de trabajo.


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