Los riesgos de las lesiones en verano. ¿Cómo evitarlas?

Las lesiones más comunes dentro del agua son los ahogamientos, por lo que hay que extremar la precaución, sobre todo en el caso de los menores.
Los riesgos de las lesiones en verano. ¿Cómo evitarlas?
Nelton Abdon Ramos Rojas

Revisado y aprobado por el médico Nelton Abdon Ramos Rojas.

Última actualización: 10 julio, 2023

Cuando llega el verano con sus días largos y calurosos las lesiones aumentan exponencialmente. Generalmente, la época estival es una invitación para ir de vacaciones a la playa o salir a la montaña. Y, a la vez, estimula a las personas que normalmente se quedan en casa a practicar alguna actividad deportiva.

Las lesiones de camino a la diversión

El riesgo de lesiones no se produce solo al realizar algún deporte o actividad al aire libre. A la hora de salir de vacaciones, muchos se mueven en automóvil, y también hay riesgo de lesiones.

  • El latigazo cervical es una afección típica y produce lesiones en verano. Puede presentarse después de pequeños accidentes de tránsito o por frenazos bruscos. La misma es resultado de la extensión brusca del cuello y la cabeza producto del impacto del accidente.
  • Al viajar, además de utilizar el cinturón de seguridad, se debe colocar el reposacabezas correctamente. La parte superior del mismo debe estar al mismo nivel que la parte superior de la cabeza.

Recuperar el tiempo perdido

Mujer quejándose por una lesión en el pie

El 25 % de las lesiones musculares durante el verano obedecen a falta de preparación física. Esta insuficiente preparación incluye el inadecuado o inexistente calentamiento previo al iniciar alguna actividad deportiva. Otro 25 % se deriva de sobrecarga muscular o fatiga extrema.

Con el buen clima, son muchas las personas que quieren hacer en una semana todo el ejercicio que no practicaron en un año. El cuerpo humano no funciona de esta forma. Los avances en cualquier actividad física deben ser progresivos.

Los esguinces o desgarros musculares son comunes en aquellos que quieren correr largas distancias de un día para otro. Lo mismo ocurre con personas que se apuntan en gimnasios. Se realizan rutinas de levantamiento de pesas fortísimas o deportes de alto impacto, como el CrossFit. Otras lesiones comunes en el verano son las siguientes:

  • Metatarsalgias.
  • Fascitis plantar.
  • Tendinitis
  • Fracturas.
  • Contusiones.

En este sentido, la recomendación para evitar males innecesarios es tomarse las cosas con calma. Nadie que no entrene con regularidad debe intentar trotar 10 kilómetros o adoptar una rutina de entrenamiento de un deportista profesional.

De igual forma, recuerda emplear el equipo adecuado para cada actividad física, con especial atención en un calzado cómodo y ergonómico. Así mismo, no olvides realizar ejercicios de calentamiento, utilizar protector solar y mantener una adecuada hidratación.



¿Qué hacer ante una lesión deportiva?

Ante una lesión deportiva es fundamental detenerse en el momento en que se perciba dolor, molestias o cualquier otro síntoma. De continuar realizando la actividad, es posible que la lesión empeore y se comprometa la recuperación.

En caso de lesiones leves con poco dolor e hinchazón, es recomendable el reposo físico, la utilización de medios fríos para desinflamar y, en algunas personas, mantener en alto la extremidad lesionada. Además, los analgésicos y antiinflamatorios orales y tópicos son de utilidad para mitigar las molestias.

Por otro lado, en caso de una lesión grave asociada a dolor intenso, sangrado y sospecha de fractura, se debe buscar atención profesional lo antes posible. Los médicos son los únicos capacitados para estabilizar la lesión y brindar las mejores opciones de tratamiento.

A la orilla del mar

Caminar sobre la arena con los pies descalzos también puede provocar lesiones. Andar directamente sobre la superficie marina es común en verano. Es una actividad sumamente placentera, pero hay que considerar algunos riesgos:

  • El suelo arenoso no es uniforme, presenta baches y desniveles. Así pues, una mala pisada puede dar origen a esguinces en el tobillo.
  • Muchas playas no están libres de residuos sólidos (incluyendo vidrios rotos). También deben considerarse piedras o conchas. Pisar de manera accidental cualquiera de estos elementos provocar cortes y heridas.
  • La arena puede quemar. De hecho, no necesita recibir mucho sol para aumentar su temperatura hasta límites intolerables. Las plantas de los pies pueden terminar llenas de ampollas si no se tiene precaución.

La recomendación es no prescindir de un buen calzado. Lo mismo sucede al jugar fútbol. Otras lesiones frecuentes son las fracturas de los dedos de los pies tras patear una pelota sin zapatos.



Lesiones en verano: el riesgo de accidentes dentro del agua

En la playa o en las piscinas, las cifras de accidentes aumentan de manera alarmante durante las vacaciones de verano. Muchos con resultados fatales. El riesgo está en la imprudencia desmedida y el exceso de confianza de los bañistas.

Niña nadando en la piscina

Pese a todas las advertencias y en algunos casos, hasta prohibiciones, la ingesta de alcohol está presente en algunos de los accidentes.

Para minimizar cualquier riesgo, no se debe consumir alcohol (o cualquier sustancia psicotrópica) antes de entrar al agua. La reacción del cuerpo ante eventuales situaciones de peligro es mucho más lenta y hasta inexistente.

Por otra parte, hay que atender las recomendaciones de los socorristas. Aquellas personas a las que les gusta nadar en aguas profundas y viajan a una playa desconocida deben hacerlo con cautela. Y deben informarse sobre el comportamiento de las mareas.

Y no hay que olvidar que el número de niños involucrados en ahogamientos en verano es alarmante. Un descuido de segundos de los padres puede ser suficiente para que ocurra una fatalidad.

La recomendación principal es mantener a los pequeños constantemente vigilados. Asimismo, hay que hablarles sobre los riesgos a los que están expuestos al entrar o permanecer cerca del agua, tanto en piscinas como en el mar.

Deshidratación y golpes de calor

El aumento súbito de la temperatura durante el verano suele suponer graves problemas para la salud de las personas. La olas de calor suponen un mayor riesgo de deshidratación e hipertermia con compromiso de múltiples órganos. Algunos de los síntomas de un golpe de calor son los siguientes:

  • Temperatura corporal de 40 grados centígrados.
  • Ausencia de sudoración.
  • Piel seca, roja y caliente.
  • Pulso acelerado y dificultad respiratoria.
  • Mareos, náuseas y vómitos.
  • Agitación y confusión.

Para prevenir este tipo de afecciones la clave es una adecua hidratación con abundante agua. Evitando hidratarse con bebidas alcohólicas o azucaradas. Además, recuerda emplear ropa ligera, protegerte bajo sitios con sobra y emplear sómbreos o gorras.

Quemaduras solares

Las quemaduras solares son lesiones cutáneas comunes durante el verano. Las mismas suelen aparecer como resultado de la exposición excesiva al sol o a los rayos ultravioleta (UV) de fuentes artificiales, como las cámaras de bronceado.

Inicialmente la piel se torna rojiza, caliente y sensible al tacto. En casos graves, es posible que se forman pequeñas ampollas llenas de líquido y la persona presente fiebre, náuseas y fatiga. Para prevenir estas lesiones en el verano se recomienda lo siguiente:

  • Evitar la exposición al sol entre las 10 am y las 4 pm.
  • Reduce el tiempo de bronceado al aire libre y en cámaras solares.
  • Utiliza protector solar con 30 FPS o más y retócalo cada 2 horas.
  • Emplea sombreros, gorras, gafas de sol y ropa ligera.
  • Evita el uso de medicamentos que sensibilicen la piel. Consulta con tu dermatólogo.

En niños pequeños, menores de 6 meses, no es aconsejable el uso de protector solar. Por tal motivo, recuerda mantenerlos frescos, hidratados y apartados de la luz solar directa.



Mantente alerta durante el verano

Con la llegada del buen tiempo y de las vacaciones, el deseo por realizar actividades de ocio aumenta. Sin embargo, estas actividades implican nuevos riesgos, especialmente cuando se incrementa el ejercicio físico sin estar en forma, o cuando conlleva estar cerca de piscinas o playas.

El sentido común es clave en estas situaciones, por lo que se recomienda estar en alerta.


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