7 rincones más difíciles de limpiar: ¿cómo hacerlo?

Revisado y aprobado por el médico Leonardo Biolatto

Escrito por Maria Fernanda Ramirez Ramos

Última actualización: 10 julio, 2023

La limpieza de la casa es una labor muy importante, sin embargo, no necesariamente es fácil o placentera. En algunas ocasiones, si no se conocen las técnicas para hacerlo de forma correcta, puede resultar estresante. Por ello, en este artículo te contamos cómo hacer aseo en los rincones más difíciles de limpiar de la casa.

Cada vez hay más consciencia sobre la necesidad de limpiar bien las superficies para evitar la proliferación de virus, bacterias y hongos que puedan resultar dañinos para la salud. Asimismo, un ambiente limpio favorece el bienestar a todo nivel.

Por lo general, se tiene una rutina de aseo para limpiar las áreas que se usan con más frecuencia. No obstante, también es importante que de forma periódica se hagan limpiezas en profundidad que alcancen áreas más escondidas y difíciles.

Rincones más difíciles de limpiar en casa

En todas las viviendas hay ciertas zonas que tienden a acumular suciedad, pero que resultan difíciles de alcanzar cuando se hace el aseo. Sin embargo, no por ello hay que descuidarlas.

Al respecto, te compartiremos algunos trucos que te facilitarán alcanzar esos rincones más difíciles de limpiar.

1. Rejillas

En la casa se pueden encontrar múltiples objetos con rejillas. Los más comunes son los radiadores de la calefacción y los de los aires acondicionados.

Es importante limpiarlos porque por allí salen corrientes de aire que pueden esparcir la suciedad y, en algunas ocasiones, generar mal olor en la casa. Para quitar la mugre de las rejillas, debes tomar un trapo y humedecerlo con agua y jabón o limpiador.

Después, debes envolver con dicho trapo un cuchillo o un palillo que te permita acceder con facilidad a la zona con suciedad.

2. Debajo de la cama

Si miramos debajo de la cama nos podemos llevar una gran sorpresa, que no siempre resultará agradable. Es una de las zonas en las que más suciedad se acumula.

Además, es muy difícil pasar la escoba o la aspiradora por allí. Cuando se tienen muebles de alcoba livianos es fácil moverlos una vez cada tanto para hacer una limpieza a profundidad. Sin embargo, cuando la cama es muy pesada, esta misión resulta casi imposible.

Si tienes una aspiradora robot, simplemente debes permitirle pasar por debajo de la cama y ella se llevará la mugre. Si no es así, lo mejor que puedes hacer es envolver un trapo húmedo en la escoba y luego pasarla por debajo de la cama, limpiando el piso, no barriéndolo.

3. Las teclas del computador

¡Te sorprenderás de la cantidad de suciedad que pueden guardar las teclas del computador! Sin embargo, como es una zona delicada, puede resultar peligrosos usar productos sobre ella.

Un truco sencillo es voltear el teclado y darle pequeños golpecitos a la parte de atrás. Verás cómo se desprende mucha suciedad.

Además, existen escobillas que son fabricadas para limpiar entre las teclas. Sin embargo, si no tienes una de ellas, también puedes usar un papel y doblarlo.

4. Marcos de las ventanas y puertas corredizas

Los marcos de puertas y de las ventanas son de los rincones más difíciles de limpiar. Allí se suele acumular mucha suciedad, pero resulta casi imposible barrerlos o pasarles un trapo.

Además, las aspiradoras suelen tener boquillas muy grandes para aspirar estas zonas. Por dicha razón, hay un truco creativo para crear boquillas que se ajusten a estas zonas.

Solo necesitarás el cartón de un rollo de papel. Con tus manos debes moldear un extremo de acuerdo con el tamaño del espacio que deseas aspirar. Al otro extremo solo debes meterlo por la boquilla común.

5. Persianas venecianas

Las persianas venecianas acumulan mucho polvo. Sin embargo, resultan difíciles de limpiar porque son delicadas y es tedioso tomar cada una de las lamas para retirarles el polvo.

Un excelente truco es tomar unas pinzas de parrilla y envolver un trapo húmedo en cada uno de sus extremos. Después, puedes pasarlas por cada lama, retirando el polvo con rapidez y efectividad.

6. El horno y la campana de la cocina

Como en la cocina se preparan alimentos con grasa, es común que con el tiempo todo vaya acumulando una capa de suciedad pegajosa. Por tratarse de una sustancia oleosa, verás que esa suciedad no se retira bien con agua.

Puedes usar un producto quita grasa, jabón de cocina o alcohol para retirar la grasa de la campana. Recuerda que suelen tener filtros removibles que se pueden lavar aparte.

En el caso del horno, por estar en contacto con alimentos, lo mejor es que uses una mezcla natural que incluya bicarbonato, limón y vinagre. Se trata de sustancias con propiedades antibacteriales y desengrasantes.

7. Rincones en las duchas

Los rincones en la ducha se suelen llenar de jabón, óxido, humedad, cal y hongos con el paso del tiempo. Por ello, es importante ponerles un líquido que ayude a eliminar la suciedad antes de que empiece a adherirse y sea más difícil retirarla.

Al igual que con el horno, una excelente receta es usar limón y bicarbonato. Si el espacio es muy pequeño, puedes ayudarte de un hisopo para limpiar.

¿Por qué no pasar por alto estos rincones?

Una guía del Ministerio de Salud del Gobierno de Chile señala que en el hogar puede existir un alto riesgo de transmisión de infecciones. Hay microorganismos que sobreviven por varios meses.

En este sentido, permitir que se acumule suciedad en los rincones de la casa puede volverse un sitio de cultivo de microorganismos perjudiciales para la salud humana.

Un lugar lleno de polvo puede ser el lugar ideal para que los ácaros se desarrollen. De igual forma, en zonas húmedas y sucias se pueden presentar hongos patógenos.

Pese a que existen electrodomésticos y muebles que resultan muy pesados para moverlos en las limpiezas de rutina, es importante que por lo menos 2 veces al año se hagan movimientos de estos muebles para limpiar debajo. En estos espacios se suele acumular mucha suciedad que pasa desapercibida.