Qué es la sarcoidosis: síntomas y tratamientos
Revisado y aprobado por el biotecnólogo Alejandro Duarte
La sarcoidosis es una enfermedad en la que se forman acúmulos anormales de células inflamatorias llamadas granulomas. Puede afectar a muchos órganos, pero sobre todo se da en los pulmones y los ganglios linfáticos.
Los enfermos por sarcoidosis suelen toser y presentan dificultades para respirar. No obstante, los síntomas pueden variar dependiendo de qué órganos estén dañados.
La sarcoidosis puede ser el resultado de una infección. Aunque también puede aparecer por una respuesta anómala del sistema inmunitario. Por lo general, esta enfermedad aparece entre los 20 y los 40 años de edad. Además, se presenta casi siempre durante el invierno o al inicio de la primavera.
Síntomas de la sarcoidosis
Los síntomas de la sarcoidosis varían según el lugar afectado y la extensión de la enfermedad. También dependen de la edad y el sexo de la persona enferma.
Algunos de los síntomas generales son fiebre, cansancio, malestar, dolor torácico indefinido, perdida de apetito y dolor articular. Sin embargo, en función de la localización hay síntomas específicos, los cuales explicamos a continuación.
Pulmones
Al hacer una radiografía de tórax se verán los ganglios linfáticos agrandados en la zona pulmonar próxima al corazón. Si la afección es grave, el pulmón acaba sobrecargando el lado derecho del corazón y causando insuficiencia cardíaca derecha.
Sarcoidosis en la piel
Cuando la sarcoidosis afecta a la piel aparece una erupción de color rojo en las tibias. Se suele acompañar de fiebre y dolor articular.
Hígado y bazo
Un porcentaje elevado de personas con sarcoidosis presenta granulomas en el hígado. Sin embargo, las personas con la afección en estos órganos no suelen presentar síntomas. Por este motivo, el hígado parece funcionar de forma normal, pero los análisis de sangre aportarán datos sobre el grado de afectación hepática.
Ojos
Si la sarcoidosis afecta a los ojos, se produce enrojecimiento y dolor localizados. Además, la inflamación prolongada acaba por obstruir el drenaje del liquido interno del ojo, lo que puede causar glaucoma.
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Corazón
Los granulomas que se forman en el corazón pueden dar lugar a palpitaciones, mareos o insuficiencia cardíaca.
Articulaciones y músculos en la sarcoidosis
La inflamación por sarcoidosis produce un dolor generalizado en las articulaciones. Las más afectadas suelen ser las de las muñecas, codos, rodillas y tobillos.
Sistema nervioso
En algunos casos, la sarcoidosis daña los nervios craneales. Cuando esto ocurre, pueden aparecer síntomas como visión doble, perdida auditiva y parálisis parcial de la cara.
Aumenta los niveles de calcio
También puede aumentar los niveles de calcio en sangre y orina. Esto se debe a que los granulomas producen vitamina D activada, que mejora la absorción de calcio.
Los niveles elevados de calcio producen pérdida del apetito, náuseas, vómitos, sed y micción excesiva. No obstante, si los niveles elevados de calcio se mantienen, pueden formarse cálculos renales. Esto puede acabar provocando una enfermedad renal crónica.
Tratamiento de la sarcoidosis
La mayoría de las personas con sarcoidosis no requieren tratamiento. Sin embargo, en caso de necesitarlo se pueden administrar medicamentos antiinflamatorios no esteroideos para aliviar el dolor y la fiebre.
Fármacos corticoesteroides: tratamiento de elección en sarcoidosis
Los corticoesteroides se emplean para tratar la sarcoidosis que produce síntomas de ahogo, dolor articular o torácico y fiebre. Además, se administran cuando hay niveles elevados de calcio y lesiones cutáneas deformantes. Pero también se emplean si existe afectación de la función hepática, cardíaca y del sistema nervioso.
Los corticoesteroides controlan bien los síntomas y los daños en los tejidos provocados por la sarcoidosis. No obstante, no pueden prevenir la fibrosis pulmonar.
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Inmunosupresores
Alrededor de un 10 % de las personas afectadas por sarcoidosis no responden al tratamiento exclusivo con corticoesteroides. En estos casos, se recurre a la administración de metotrexato. En algunos casos, si los corticoesteroides no son efectivos o dan lugar a efectos secundarios molestos, se administran fármacos inmunosupresores.
Algunos de estos fármacos son azatioprina, cloroquina o hidroxicloroquina e infliximab. La hidroxicloroquina resulta útil en el tratamiento de lesiones cutáneas deformantes. También es de utilidad cuando hay niveles elevados de calcio en la sangre.
Además, también puede ser eficaz cuando hay inflamación dolorosa de los ganglios linfáticos. Por otro lado, si el órgano afectado por sarcoidosis es el corazón, es posible que la persona pueda necesitar un marcapasos.
Una enfermedad compleja
Como pudiste observar a lo largo del artículo, la sarcoidosis se caracteriza por su gran variedad de síntomas, muchos de ellos inespecíficos. Por tal motivo no es extraño que sea un diagnóstico de exclusión, ya que los médicos no suelen sospechar de esta enfermedad como primera posibilidad.
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