¿Se puede practicar yoga a cualquier edad?
Revisado y aprobado por el médico Carlos Fabián Avila
El yoga es una actividad que conecta cuerpo, mente y alma. Es una actividad que brinda beneficios como la buena circulación de la sangre, la tranquilidad mental, la tonificación de los músculos y el combate contra el estrés.
Quizás, cuando escuchas sobre el yoga, imaginas a una mujer en su adultez temprana y delgada. Sin embargo, esto es solo un estereotipo, ya que se puede empezar a practicar yoga a cualquier edad, incluso desde bebé.
Así que se puede practicar yoga a cualquier edad. Por supuesto, dependiendo de la edad de inicio, cambiarán las posturas, la intensidad y la duración de las sesiones.
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El yoga para bebés
Sí, cuando decimos que se puede practicar yoga a cualquier edad ¡nos referimos incluso a los recién nacidos! Ciertamente, un bebé necesita hacer posiciones inducidas con mucha suavidad y siempre bajo la supervisión de una persona capacitada. Esto se debe a que el cuerpo es más delicado a tan temprana edad.
Entre los beneficios que se destacan al practicar yoga desde bebés están el aumento de la flexibilidad de la columna, el fortalecimiento de brazos y piernas y el aporte positivo al equilibrio emocional. La aplicación de la respiración y relajación para combatir la ansiedad y ayudar a la concentración son otros de los beneficios.
Además, esta práctica fortalece el vínculo entre los padres y el hijo ya que, durante las sesiones, es importante hablar con el bebé y sonreírle. Las sesiones inician con masajes en los pies, luego en las piernas y brazos hasta llegar a la cabeza.
Una sesión para bebés puede empezar con una duración de 20 minutos. Puede ir extendiéndose a 45 o 60 minutos, a medida de que vamos creando el hábito con el bebé.
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Yoga para niños
La edad ideal para que los niños empiecen a hacer yoga por sí mismos, aunque bajo la supervisión de un adulto, es a los 4 años. A esa edad ya son capaces de entender cada ejercicio, mantener un buen nivel de concentración y realizar las posturas adecuadamente sin riesgo de lesionarse.
Esta es una edad en la que los niños tienen mucha energía y quieren saber sobre todo lo que les rodea. Esta práctica les ayudará a tranquilizarse y relajarse gracias a los ejercicios de respiración.
Por otra parte, la infancia es el período en el cual más crecemos, nos desarrollamos y creamos nuestros propios hábitos. El yoga ayudará al fortalecimiento de los músculos y a mantener la elasticidad.
Comenzar la práctica desde temprana edad podría significar la costumbre de mantenerla durante el resto de la vida y disfrutar de sus beneficios en cada etapa. Es importante hacer sesiones cortas con los niños para que no se aburran, además de enfocarlo como un juego.
Yoga para adolescentes
La adolescencia es, sin dudas, una etapa de cambios, desde el cuerpo hasta la percepción del mundo y el estado de ánimo. Practicar yoga ayuda a sobrellevar estos cambios.
Nuevamente, los ejercicios de respiración son muy útiles, por ejemplo, antes de un examen. Además, existen posturas especialmente diseñadas para combatir la inseguridad sobre su cuerpo que está cambiando, la incertidumbre de no saber bien a dónde pertenecen, y las vacilaciones acerca de sus creencias y su futuro. Se consideran necesarios de 5 a 10 minutos en cada posición para lograr buenos resultados.
Yoga en la adultez
La vida diaria nos enfrenta a situación de estrés. Universidad, trabajo, relaciones interpersonales, responsabilidades domésticas o imprevistos de salud, entre muchas otra situaciones, no nos dejan casi tiempo para nosotros mismos. Y es justo cuando más lo necesitamos.
El yoga alivia el estrés y nos convierte en personas más saludables. Es verdad que de adultos es más difícil lograr la flexibilidad y generalmente somos más renuentes a los cambios. Sin embargo, todo es posible con perseverancia. Además, el yoga está especialmente diseñado para hacer frente a situaciones caóticas de la adultez.
Una hora de sesión bastará para conectarnos con nosotros mismos. Al mismo tiempo, nos ayudará a tonificar nuestro cuerpo, y a tomar más control de nuestra mente y cuerpo.
Hay situaciones como el embarazo, la menstruación o algunos problemas de salud que debemos tener en consideración cuando queremos hacer yoga. Es importante notificar a nuestro instructor si tenemos alguna condición especial. De esta manera, evitaremos posturas contraproducentes y las sustituiremos por aquellas ideales para nosotros.
Es importante exigirle a nuestro cuerpo cada vez más para perfeccionar la técnica y mejorar nuestra condición físca. Sin embargo, debemos estar conscientes de nuestras limitaciones para no lesionarnos.
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Yoga para adultos mayores
¡Nunca es tarde para comenzara! Ya dijimos que se puede practicar yoga a cualquier edad. A medida que pasa el tiempo, nuestro cuerpo empieza a sufrir cambios que normalmente desmejoran nuestra calidad de vida, por ejemplo:
- Rigidez
- Hipertensión
- Aumento de la grasa corporal
- Osteoporosis
- Dolores de espalda
- Dificultad para respirar
- Problemas de circulación sanguínea
- Problemas en la visión
El yoga contribuye a mejorar estas condiciones. Con la respiración consciente del yoga, por ejemplo, logramos ralentizar el ritmo cardíaco, mejorar el enfoque y aumentar la concentración.
Es importante tener en cuenta que nuestro cuerpo no es el mismo cuando pisamos nuestros años dorados. Es por ello por lo que debemos ser cuidadosos al momento de realizar las posturas. Tu instructor debe estar al tanto de tus habilidades como de tus dolencias. Es recomendable hacer con más lentitud y cuidado cada posición, y mantenerlas por poco tiempo.
Empezar a practicar yoga a cualquier edad es posible. Los beneficios que obtenemos en cada etapa de nuestra vida nos llevarán a vivir más saludables.
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