¿Cómo sembrar hierbabuena en casa?
Las bondades de la naturaleza son infinitas. Si quieres aprovechar algunas, entonces es buena idea sembrar hierbabuena en casa. Esta planta, por sus propiedades, tiene beneficios que de forma anecdótica se describen como la capacidad de mantener un aliento fresco y aliviar los problemas digestivos. También se ha usado de forma tradicional para combatir el estrés, las dermatitis y los calambres.
La realidad es que esta variedad de la menta se puede consumir de forma directa, masticando sus hojas, en forma de té o infusiones, inhalándola o hasta frotándola sobre un área. En otro sentido, su uso en la cocina es muy provechoso, pues tanto las hojas como los tallos resultan ideales para intensificar el sabor y el aroma de ensaladas, guisos, salsas, pastas, sopas y estofados.
¿Quieres saber cómo plantar hierbabuena en tu jardín? ¡Continúa leyendo este artículo y descubre la forma perfecta de cuidarla!
Paso a paso: cómo sembrar hierbabuena en casa con esquejes
Pese a que podemos encontrar esta aromática en cualquier mercado, nada mejor que sembrar hierbabuena en casa. Lo más cómodo es que no necesitarás un huerto de gran tamaño ni tampoco un proceso complicado para lograr que crezca. ¡Es muy sencillo! Sigue estos pasos y ten tu propio cultivo.
1. Busca un fragmento de una planta de hierbabuena
El mejor momento para hacerlo es al comienzo de la estación de primavera. Lo más recomendable es que coloques los esquejes (de unos 10 centímetros de largo) dentro de un vaso con agua mineral para que broten las raíces.
Asegúrate de introducir bien las raíces y el tallo dentro del agua que cambiarás cada 3 días. Así obtendrás los resultados en un lapso de 2 semanas.
2. Ubica un espacio ideal
El área donde sitúes la hierbabuena es clave para que crezca sana y perdure en el tiempo. Encuentra un espacio de sombra parcial, es decir, al que llegue la luz del sol, pero no de forma permanente (no más de 6 horas de exposición). Por ejemplo, al lado de un árbol.
De lo contrario, la planta no lo resistirá y terminará por quemarse. En cuanto a la temperatura, la más apropiada es de entre 15 y 30 °C, aunque este tipo de planta se adapta muy bien a cualquier clima.
3. Usa una tierra de calidad
La tierra es el medio en el que la hierbabuena crecerá y, por lo tanto, es indispensable que sea de calidad. Al visitar el vivero, consulta con los expertos en el tema y pídeles el mejor sustrato que tengan.
Que sea suelto, fresco y enriquecido con materia orgánica es muy bueno para su desarrollo. Por si no lo sabías, nutrirlo antes con fertilizantes naturales -como humus o abonos añejos- resulta muy positivo. Luego de plantar, hazlo una vez al mes.
4. Siembra los brotes en tu jardín o en una maceta
Cuando las raíces tengan, por lo menos, 1 centímetro, ¡estarán listos tus brotes! Con mucho cuidado procede a sembrarlos en tu jardín o en una maceta.
Si te decides por la última opción, la ventaja es que puedes moverla, según el lugar que prefieras o el cambio de clima. Llena el contenedor con la tierra y planta la hierbabuena 5 centímetros bajo tierra. Si, en cambio, quieres hacerlo en el suelo, primero quita las malas hierbas y los residuos de otros cultivos anteriores.
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5. Espera para ver la cosecha
A diferencia de otras especies, la hierbabuena no tarda en crecer. Por ello verás los frutos terminando la primavera y hasta la época de otoño.
A lo largo del año tendrás varias cosechas que te permitirán cortar lo que necesites para tu salud, la cocina e incluso para ambientar tu casa.
Cómo sembrar hierbabuena en casa con semillas
Otra forma de sembrar hierbabuena en casa es partiendo de las semillas y no de los esquejes. Para ello te dejamos este paso a paso fácil.
1. Adquiere la semilla correcta
A menudo, la mayoría suele confundir la Mentha piperita, que es la menta tradicional, con la Mentha spicata, conocida por todos como hierbabuena. Al acudir al vivero o la tienda de jardinería, asegúrate de pedir la semilla correcta.
Cabe destacar que un sobre es suficiente para sembrar hierbabuena en casa. De hecho, con apenas 0,1 gramos puedes llevarte más de 1000 semillas.
2. Siembra
Como ya lo dijimos, la época perfecta para plantar es la primavera. Una alternativa es sembrar dentro de un semillero o en el suelo directamente.
Solo debes esparcir un puñado de semillas sobre la tierra humedecida. Si lo prefieres, cúbrelas un poco, pero esto no es necesario. Lo que sí es importante hacer es el primer riego de una vez.
En lo que refiere a iluminación, temperatura y tipo de sustrato, aplican las sugerencias que hicimos en el cultivo con esquejes. Pues se trata del mismo tipo de planta.
3. Espera el resultado
Unas semanas después de sembrar notarás cómo empieza la germinación. Si usaste un semillero, cuando haya varias hojas de 5 centímetros es hora de trasplantar la hierbabuena a un espacio definitivo.
Mientras que si lo hiciste en el suelo, con delicadeza, distribuye la planta en pequeños grupos, tomando una distancia de 30 centímetros entre cada una. En cualquier caso, alrededor de un mes y medio más tarde aparecerá la primera cosecha.
Consejos y cuidados especiales para sembrar hierbabuena en casa
Ahora que ya sabes cómo sembrar hierbabuena en tu casa, es útil que conozcas algunos consejos que te permitirán llegar a buen puerto con el cultivo. ¡No te los pierdas!
Escoge una buena maceta
Ten en cuenta que el contenedor que elijas debe ser grande, pues esta hierba tiende a extenderse. Compra una que tenga, como mínimo, un diámetro de 30 centímetros y una profundidad de 40 centímetros.
Además, requiere de agujeros de drenaje para que el agua excedente salga y se eviten los encharcamientos que terminarán por ahogarla y pudrirla. Un consejo que no falla es colocar una capa de arcilla en el fondo de la maceta, a fin de que absorba el líquido sobrante.
Sepárala de la menta
Aunque la hierbabuena pertenece a la familia de la menta, estas no son iguales. De tal forma que, si quieres tener ambas en casa, ubícalas en puntos distantes.
Si lo haces cerca, todas se volverán hierbabuena. Si plantas en el suelo, no olvides guardar una distancia de unos 30 centímetros entre las especies.
Agrega la cantidad de agua justa: ¡ni más ni menos!
Mientras cuidas una planta, puede que intentes darle mucha agua porque te han hecho creer que es lo mejor. Sin embargo, lo cierto es que darle más agua de la que requieren termina por afectarles, ya que no podrán recibir oxígeno ni intercambiar gases.
Cuando dejas de regarla, por olvido o para evitar que se ahogue, también causas un daño significativo. La deshidratación apagará la vitalidad de sus hojas y acabará por matarla. Entonces, lo ideal es regar tu hierbabuena de manera constante, pero en la proporción adecuada.
La continuidad del riego depende de la condición en la que se encuentre. En general, en los ambientes secos y calurosos es válido regarla todos los días, siempre que el drenaje sea eficiente.
Para estar seguro, mete un palito de madera mediano en la arena y, si no sale con tierra adherida, sabrás que necesita agua. En caso de que tu jardín se inunde con facilidad, prueba con estiércol.
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Observa siempre la planta
No basta con sembrar y regar como es debido. Hace falta que observes y evalúes con frecuencia la hierbabuena para corroborar que esté libre de plagas o enfermedades.
Puedes guardar la hierbabuena
Podar regularmente tu planta en la parte superior sirve para que crezca de manera frondosa y no de forma vertical. Asimismo, cortar los capullos te permitirá controlar la expansión de la hierbabuena y alargará el tiempo de cosecha.
Por su rápido crecimiento, hay quienes prefieren fraccionar las matas de hierbabuena, lo que hará que tu huerto luzca mucho más ordenado. Es muy sencillo. Solo extrae la hierba desde la raíz, divídela en las partes que quieras y vuelve a sembrarlas, pero por separado. Conviene hacer esto cada 3 años y en el mes de abril.
Por otro lado, al momento de sacar la hierbabuena de tu jardín, después de cortar lo que desees, si quieres conservar las hojas y flores espera a que sequen para guardarlas en un sitio en el que no les llegue la luz. Cuando lo creas oportuno, ¡aprovecha sus infinitos usos!
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