¿Por qué siento que todo me sale mal?

Todos pasamos por malas rachas y momentos difíciles. No obstante, a veces nos sentimos atascados y no vemos luz al final del túnel. Si te sientes así, este artículo te ayudará.
¿Por qué siento que todo me sale mal?

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 06 julio, 2023

Todos hemos pasado por malas rachas o por épocas en las que sentimos que la vida está en contra nuestra. En esos momentos, atravesamos una serie de infortunios que hacen que perdamos el rumbo. Entonces, nos preguntamos por qué todo me sale mal.

Lo cierto es que las malas rachas son normales, pues la vida está llena de altibajos. No podemos pretender que siempre seamos felices y que todo lo que nos propongamos salgo como esperábamos.

Sin embrago, aunque seamos conscientes de ello, resulta difícil no sentirnos abatidos cuando la suerte no está de nuestro lado. Entonces, sin darnos cuenta, nos vemos insumidos en un estado de indefensión, desmotivación, apatía, depresión y desgano.

Aun así, existen formas de afrontar y superar estas situaciones.Lo ideal es que aprendamos a sacarle provecho y no permitir que nos venzan. A continuación intentaremos explicar por qué a veces sentimos que todo nos sale mal.

¿Por qué todo me sale mal? Posibles causas de este sentimiento

Identificar los detonantes que hay detrás de los acontecimientos negativos puede ayudarnos a experimentar un mayor control sobre la situación, lo que a su vez nos dejará tomar las riendas del asunto.

Baja autoestima

La autoestima es un fenómeno dinámico. Es decir, puede variar con el tiempo, en función de las circunstancias y de las características personales. Por lo tanto, puede debilitarse o fortalecerse.

Ahora bien, la baja autoestima nos hace dudar de nuestra propia valía y hace que nos veamos de una forma mucho más negativa. De esta forma, no es de extrañar que, al tener una autoestima débil, percibamos todo lo que nos rodea bajo un lente de negatividad.

La baja autoestima nos hace pensar que únicamente nos pasan cosas malas y que las atraemos. Por ello, si en algún momento te encuentras diciendo “¡todo me sale mal!”, pregúntate cómo va tu autoestima. Si esta se encuentra baja, lo mejor es acudir con un psicoterapeuta y trabajar el amor propio.

Fenómeno del filtrado

Detrás de la afirmación de que todo me sale mal suele haber una distorsión cognitiva. Las personas tendemos a percibir la realidad en función de lo que queremos ver; entonces, si nos empeñamos en ver solo lo malo que nos pasa, es de esperarse que estemos sumidos en la negatividad.

En este caso, el fenómeno del filtrado negativo hace referencia a la tendencia de olvidar lo positivo. Así, nos fijamos solo en lo malo y no vemos otros aspectos de la realidad.

Lentes con los que vemos la realidad.
Vemos la realidad con diferentes lentes, según la autoestima y nuestros sesgos cognitivos.

Pesimismo aprendido

El pesimismo se caracteriza por juzgar todo lo que sucede de la peor manera posible, en el sentido de que realizamos interpretaciones negativas de lo que ocurre y de lo que está por suceder.

En muchos casos, esta forma de ver la realidad es un rasgo cultural aprendido, que se integra en la psique de la persona desde la infancia, por lo que es difícil desprenderse de él. Aunque no imposible.

Padecimiento de algún trastorno

Detrás del sentimiento de que todo nos sale mal puede haber algún problema o trastorno psicológico que requiere de intervención terapéutica. Los trastornos del estado de ánimo, como la ansiedad y la depresión, suelen propiciar una visión negativa y pesimista de la realidad.

Por ejemplo, las personas que sufren depresión suelen culparse de las cosas malas que le suceden y tienden a pensar que se merecen sus desgracias. Asimismo, se desvalorizan y atribuyen sus propios logros a la suerte.

Situaciones difíciles

También es importante tener en cuenta que a veces suceden acontecimientos difíciles, que escapan de nuestro control. Por ejemplo, la muerte de un familiar, la caída de la economía, desastres naturales. Son situaciones que pasan, por lo que es esencial aprender a aceptarlas.

En estos momentos, lo ideal es tener en cuenta que todo es pasajero y buscar apoyo en nuestros seres queridos o en un profesional. Recuerda que la vida no siempre es color de rosas.

¿Qué hacer cuando todo te sale mal?

Para afrontar y superar los infortunios, lo esencial es no perder la calma y no quedarse estancado en el pensamiento de que todo me sale mal. Recuerda que siempre hay soluciones.

Reconoce que todo pasa

En ocasiones, los momentos difíciles se sienten como si fueran a durar para siempre. Pero ningún problema dura toda la vida. Así que, en estas situaciones, recuerda que todo pasa.

Ten presente las cosas que sí van bien

Cuando atravesamos momentos difíciles, nos cuesta reconocer aquellas cosas que sí van bien. En estos casos, es fácil descartar lo bueno y concentrarse solo en lo malo. Dicho esto, ten en cuenta que siempre existen aspectos positivos.

Identifica qué está bajo tu control y qué no

Pregúntate qué aspectos de la situación dependen de ti. ¿Los puedes controlar? Una vez que hayas identificado qué depende de ti y qué no, acepta la idea de que hay cosas que no puedes controlar.

Situaciones que no se pueden controlar y generan ira.
Aprender que hay cosas que escapan a nuestro control nos permite gestionar mejor las emociones.

Dedicar un tiempo a relajarnos

Existen muchas técnicas de relajación que nos ayudan a sentirnos calmados y descansados. Practicarlas constantemente nos puede ayudar a superar el abatimiento y la negatividad.

Pedir ayuda profesional

Si sientes que no puedes salir de esta situación solo, lo más recomendable es que acudas con un profesional en salud mental. Recuerda que la negatividad y el pesimismo pueden ser indicadores de un trastorno; en este caso, la intervención terapéutica es la mejor opción.

Algo bueno saldrá de todo esto

No importa cuán mala sea la situación; es casi seguro que algo bueno saldrá de ella. Como mínimo, es probable que aprendas una lección de vida. Recuerda que todo pasa.


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