Silicosis: la enfermedad pulmonar por polvo de sílice
Revisado y aprobado por el médico Gilberto Adaulfo Sánchez Abreu
La silicosis en una enfermedad pulmonar provocada por la inflamación y cicatrización del pulmón por inhalar polvo de sílice. Lleva a una fibrosis irreversible del pulmón que produce sensación de falta de aire.
La silicosis se incluye dentro de las enfermedades pulmonares ocupacionales; es decir, determinados tipos de trabajos exponen a la persona a un mayor riesgo de padecer enfermedades pulmonares. Por ejemplo, las partículas en el aire de fuentes como fábricas, chimeneas, gases de combustión, incendios, minería, construcción y agricultura, pueden desencadenar estos problemas pulmonares.
Aunque la mayoría de las enfermedades pulmonares ocupacionales son consecuencia de una exposición repetida a largo plazo, en ocasiones una única exposición brusca puede dañar los pulmones.
Las enfermedades pulmonares relacionadas con el trabajo
Las enfermedades pulmonares ocupacionales son aquellas causadas o que empeoran por los materiales a los que está expuesta una persona en su lugar de trabajo.
Las partículas más pequeñas se inhalan a lo profundo de los pulmones y el cuerpo las absorbe en lugar de expulsarlas al toser. Las enfermedades pulmonares ocupacionales más comunes son:
- Asbestosis: se produce cuando una persona inhala fibras diminutas de amianto. A menudo se vincula con los trabajos de construcción.
- Neumoconiosis de los mineros del carbón: es consecuencia de la inhalación de polvo de carbón.
- Silicosis: la causa la inhalación de sílice cristalina, un polvo que se encuentra en el aire de las minas, fundiciones, instalaciones de fabricación de piedra, arcilla y vidrio.
- Bisinosis: es la inhalación de polvo derivado del procesamiento del cáñamo, lino y algodón. Afecta especialmente a los trabajadores textiles que trabajan con algodón sin procesar.
- Asma ocupacional: es consecuencia de la inhalación de polvos, gases, humos y vapores.
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Grupos de riesgo de la silicosis
Los grupos de mayor riesgo para el desarrollo de una silicosis son las personas en contacto con polvo de sílice. Este se encuentra presente en ladrillos, azulejos, cerámicas, minas, entre otros.
Por los tanto, los mineros, ceramistas, trabajadores de la construcción y trabajadores del vidrio tienen un mayor riesgo. De todos modos, el desarrollo o no de la enfermedad, su rapidez y su evolución, dependen del tiempo e intensidad de exposición.
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Cómo afecta la silicosis a los pulmones
Una vez inhaladas las partículas de polvo de sílice se depositan en los pulmones. Allí, los componentes del sistema inmunológico tratan de destruirlas. Pero, al ser incapaces de destruir el polvo de sílice, se pone en marcha una respuesta inflamatoria.
Entonces, se forman nódulos fibrosos alrededor del polvo de sílice. Esto provoca una sustitución del tejido pulmonar por tejido fibroso, que será el responsable de las manifestaciones de la silicosis.
Manifestaciones clínicas de la silicosis
La enfermedad puede presentarse muchos años después de la exposición al polvo de sílice. Existen diferentes patrones de presentación de la enfermedad en función del tiempo de exposición y de la cantidad de sílice inhalada.
Las tres formas de silicosis son:
- Crónica: es la forma más típica. Varias décadas después de la exposición se produce sensación de falta de aire de diferente intensidad. Esta fatiga puede desencadenarse ante esfuerzos, como subir escleras, caminar rápido, o ante esfuerzos mínimos, como incorporarse de la cama.
- Aguda: es una forma que progresa muy rápido, tras una exposición muy intensa. El síntoma característico también es la falta de aire de intensidad variable.
- Acelerada: es una forma intermedia entre la crónica y la aguda. Tiene un periodo de latencia más largo que la aguda, es decir unos 10 años, aunque la presentación es idéntica.
Diagnóstico
- Exploración física.
- Historia clínica: permite conocer la ocupación actual o previa del paciente.
- Radiografía de tórax: permite observar opacidades en el tejido pulmonar.
- Pruebas para medir el funcionamiento de los pulmones: ayudan a medir la capacidad de los pulmones para inhalar y exhalar.
- Broncoscopia: permite ver los bronquios y esto ayuda a diagnosticar problemas de los pulmones. Es decir, permite detectar obstrucciones, extraer muestras de tejido o fluido, o ayuda a retirar cuerpos extraños.
Tratamiento de la silicosis
No existe un tratamiento específico para la silicosis; sin embargo, es fundamental dejar de estar en contacto con la fuente de exposición al sílice para evitar el empeoramiento de la enfermedad.
El tratamiento complementario comprende antitusígenos, broncodilatadores y oxígeno, si es necesario. En el caso de infecciones respiratorias, se pueden prescribir antibióticos. El tratamiento también trata de limitar la exposición a otras sustancias irritantes y dejar de fumar.
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