Síntomas de la tortícolis muscular
Revisado y aprobado por el biotecnólogo Alejandro Duarte
La tortícolis muscular es una contracción que se produce en la zona del cuello y que suele aparecer debido a una mala postura. Una posición inadecuada del cuello puede generar rigidez y mucho dolor al realizar cualquier movimiento.
Aunque resulte muy molesto y doloroso, no es una afección de la que tengamos que preocuparnos. En la mayoría de los casos, tras unos días de relajación, la condición desaparece. ¿Cuáles son los principales síntomas? Descúbrelo a continuación.
¿Qué es la tortícolis muscular?
La tortícolis muscular es una condición muy común que se caracteriza por presentar dolor y rigidez en el cuello después de adoptar una mala postura. Puede llegar a ser muy incómoda, e, incluso, interferir en las actividades diarias.
Hace unos años lo más común era que esta afección se presentara como consecuencia de una posición incómoda al dormir. Sin embargo, una publicación de Cleveland Clinic señala que, hoy en día, el dolor de cuello también se origina como resultado del debilitamiento de los músculos debido a las malas posturas que tenemos al usar los dispositivos electrónicos.
Estar todo el día mirando la pantalla del computador o el celular, o conducir por un periodo de tiempo prolongado puede hacer que los músculo del cuello se estiren demasiado y se cansen. Cuando esto pasa, lo más probable es que se produzca un espasmo y sintamos un dolor intenso en el cuello al tratar de girar la cabeza.
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Sintomatología de la tortícolis muscular
Todos hemos tenido tortícolis al menos una vez en la vida y si bien no es algo para preocuparse, lo cierto es que puede llegar a ser muy incómoda e incapacitante. Conoce cuáles son los síntomas más comunes de esta afección.
Movimiento limitado de la cabeza
Cuando nos levantamos de la cama, después de haber dormido toda la noche, y sentimos un dolor intenso en el cuello al hacer un ligero movimiento, esto es lo que se conoce como tortícolis muscular. Además, puede ser que la cabeza esté inclinada hacia un lado o que tengamos una reducción de movilidad en la zona.
Si nos palpamos en el sitio donde nos duele podremos notar cómo el músculo se encuentra rígido. En estos casos, es importante evitar los movimientos bruscos y abrigar bien el cuello para controlar la temperatura de la zona. También, podemos darnos un suave masaje para reducir las molestias (aunque esto será solo momentáneo).
Dolor de cabeza
La tortícolis muscular también puede provocar dolores de cabeza, sobre todo, si somos propensos a tener migrañas o cefaleas. Esto se produce debido a la rigidez de la zona pero también se puede deber a que hay dolor cervical.
En estos casos es importante evitar los movimientos bruscos e intentar que la zona descanse. Si esto no es posible y nuestro trabajo requiere de movilidad, podemos hacer uso de un collarín. No obstante, esto tiene que ser puntual y bajo ningún concepto este elemento debe aumentar el dolor.
Hombros a diferente altura
Un último síntoma característico de la tortícolis es presentar un hombro un poco más alto que el otro. Esto ocurre debido a la intensa contracción que se produce en el músculo. Lo anterior, hace que la cabeza se tuerza hacia un lado provocando el desnivel.
En este caso, se pueden realizar estiramientos muy suaves y controlados para aliviar un poco las molestias y el dolor. También, hay que evitar los movimientos bruscos. Aunque lo mejor siempre será el reposo y el descanso.
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¿Cómo evitar la tortícolis?
La buena noticia es que esta molestia se puede prevenir al hacer algunos ajustes en la rutina diaria. Lo primero es adaptar el sitio de trabajo y que sea lo más ergonómico posible. Para esto, es necesario ajustar la pantalla del computador al nivel de los ojos y usar una silla cómoda que permita tener la espalda recta, los pies apoyados en el suelo y las rodillas un poco más abajo de las caderas.
Adicional a esto, es fundamental limitar el tiempo que pasamos en el celular o haciendo actividades que no permite que cambiemos de postura. Si no tenemos opción, lo mejor es estirar cada cierto tiempo para evitar que los músculos se cansen.
Por último, como ya hemos mencionado, vale la pena revisar las posturas que adoptamos al dormir. Si dormimos boca abajo por mucho tiempo, lo más probable es que forcemos el cuello y esto termine por provocarnos una tortícolis.
Asimismo, no debemos olvidar que la tortícolis mejora a medida que pasan los días. De hecho, suele tener una duración máxima de tres días, por lo que, con los cuidados adecuados, este problema desaparecerá antes de lo previsto.
Mantener una buena higiene postural al dormir, así como adquirir una almohada adecuada, puede reducir las posibilidades de sufrir tortícolis muscular. Sin embargo, vale la pena recordar que todo estamos expuestos a sufrirla.
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