¿Cómo tratar un edema óseo en la rodilla?

El edema óseo no es una enfermedad en sí, sino un patrón inflamatorio que ocurre en interior del hueso. A menudo, es el síntoma de enfermedades subyacentes. ¿Cómo es su tratamiento? ¡Descúbrelo!
¿Cómo tratar un edema óseo en la rodilla?
Karina Valeria Atchian

Escrito y verificado por la médica Karina Valeria Atchian.

Última actualización: 09 julio, 2023

Para tratar un edema óseo en la rodilla es necesario determinar cuáles son las lesiones subyacentes que causan este problema. Recordemos que esta condición es un proceso inflamatorio que compromete una región específica del hueso, denominado «médula ósea».

Entre tanto, la rodilla es una articulación compleja, conformada por múltiples estructuras que son capaces de soportar un peso de entre dos y cinco veces el peso del cuerpo. Dada su localización y funcionalidad, es propensa a sufrir una amplia variedad de lesiones. ¿Quieres saber más al respecto?

¿Qué es el edema óseo en la rodilla?

Se habla de edema óseo cuando se produce una lesión o inflamación en la médula ósea, que corresponde al área central de alguno de los huesos. En esta región se producen los precursores de las células sanguíneas. Por eso, cuando hay algún tipo de traumatismo, la respuesta puede ser un sangrado dentro del hueso.

La resonancia magnética (RM) es una herramienta de gran utilidad en la valoración de la patología de la rodilla. En el caso del edema óseo presenta un patrón de imagen característico, de tipo inflamatorio. La causa específica por la que se desarrolla aún no se conoce.

Sin embargo, se ha determinado que no es una enfermedad en sí, sino que se observa en diversos procesos que se acompañan de inflamación, como los siguientes:

  • Infecciones.
  • Artritis no infecciosas.
  • Espondiloartritis.
  • Neoplasias.
  • Trastornos mieloproliferativos.
  • Traumatismos y microtraumatismos.
  • Contusiones óseas.
  • Lesiones osteocondrales por estrés o insuficiencia.
  • Artrosis.
  • Síndromes de edema óseo transitorio (SEOT).
  • Osteonecrosis.
  • Distrofia simpático refleja.

Aunque la mayoría de los casos de edema óseo pueden explicarse por traumatismos o lesiones del cartílago, hay otros en los que no tiene una clara causa. En cualquier caso, tanto el pronóstico como el tratamiento varía de acuerdo al posible detonante.

Algunas de las lesiones serán reversibles mientras que otras no lo serán. Además, se ha observado que el edema de partes blandas y el derrame articular suelen acompañar al edema óseo, como ocurre con otros procesos inflamatorios.

Por lo general, se manifiesta en localizaciones como la cadera, la rodilla y los pies. Sus síntomas principales son inespecíficos y abarcan dolor, inflamación e impotencia funcional (cojera). De igual forma, es posible que el edema se extienda hacia otras articulaciones.

El dolor articular inicia de manera espontánea y su comienzo puede ser agudo o grave. A menudo, es un proceso autolimitado en semanas o meses.

Edema óseo de rodilla
El edema óseo se produce por una lesión o inflamación de la médula ósea. Este, a su vez, se asocia a lesiones.

Ver también: Hábitos que te provocan dolor en las rodillas

¿Cómo tratar un edema óseo en la rodilla?

Para tratar el edema óseo en la rodilla suele sugerirse un tratamiento de tipo conservador que incluye descarga articular y antiinflamatorios. El objetivo de estos es mejorar los síntomas, en un período que puede extenderse por unas cuatro semanas.

Ahora bien, en función de la causa encontrada y de su gravedad, se pueden plantear tratamientos farmacológicos específicos o, incluso, tratamientos quirúrgicos.

Respecto a la descarga articular, puede realizarse con el uso de dos muletas. Se buscará aliviar el dolor utilizando menos la articulación, pero se hace hincapié en evitar el desuso prolongado, con la consiguiente desmineralización ósea y pérdida de masa muscular.

En esta etapa, se evitará por completo la realización de actividad física. En cualquier caso, el tiempo para cada paciente debe determinarlo el profesional, ya que no se pueden hacer generalizaciones.

Si es necesario, se monitoreará la desmineralización a través de un estudio llamado «densitometría ósea». Según los hallazgos de la misma, se podrán indicar medicamentos como el calcio, la vitamina D o los bifosfonatos.

Fisioterapia

En una siguiente etapa, el tratamiento se complementará con fisioterapia. De la misma hay varias opciones, como la radiofrecuencia, la termoterapia, la magnetoterapia, etcétera. El fortalecimiento muscular será muy importante, siempre después de la desaparición del edema óseo y bajo supervisión médica.

Se preferirán actividades de baja carga de la articulación, en este caso específico de la rodilla, como la bicicleta, elíptica o los ejercicios en el agua (aquagym o natación). Sumado a esto, se sugiere bajar de peso con el fin de reducir la sobrecarga articular. 

En cualquier caso, no hay un protocolo unificado en cuanto al tratamiento fisioterapéutico de esta condición, ya que cada caso se presenta de forma diferente. Aún así, tanto los antiinflamatorios como los analgésicos y la fisioterapia favorecen su resolución.

Fisioterapia de rodilla.
En la mayoría de los casos, la fisioterapia contribuye a mejorar los síntomas del edema óseo. Esta, a menudo, se combina con antiinflamatorios o analgésicos.

Tratar el edema óseo de rodilla lo antes posible

La duración de los síntomas de un edema óseo de la rodilla es variable; incluso, puede extenderse por varios meses. En general, esto depende de la gravedad, la causa y la prontitud con que se inicie el tratamiento. 

Por este motivo, ante la presencia de dolor en la rodilla, incluso si no se evidencia ningún traumatismo, se sugiere la pronta consulta.  En muchos casos, su evolución es autolimitada, con una restitución completa.


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