Tríada de la mujer deportista: ¿qué es y por qué ocurre?

La falta del período, los bajones de energía y la debilidad en los huesos son señales de la tríada de la mujer deportista. Descubre cómo abordar el trastorno.
Tríada de la mujer deportista: ¿qué es y por qué ocurre?
Leidy Mora Molina

Revisado y aprobado por la enfermera Leidy Mora Molina.

Última actualización: 25 mayo, 2023

Enfocadas en alcanzar su máximo rendimiento, algunas atletas padecen la tríada de la mujer deportista, una condición que perjudica los hábitos alimenticios, causa debilidad ósea y produce amenorrea.

El síndrome se asocia a la presión, en ocasiones promovida por el entrenador o el entorno, sobre todo en disciplinas que demandan bajo peso corporal. Así lo señala un trabajo difundido por la revista Nutrición Hospitalaria.

¿En qué consiste la tríada de la mujer deportista?

La tríada de la mujer deportista influye negativamente en el desempeño de la atleta, acarreando afecciones endocrinas, esqueléticas, reproductivas, alteraciones del sistema nervioso central y del cardiovascular, así como fallas gastrointestinales y renales. Este problema médico, que también deriva en consecuencias psicológicas, tiene tres raíces.

1. Déficit de calorías

Cuando la atleta no come las cantidades acordes con el nivel de la disciplina que practica, ocurre una baja disponibilidad de energía. Aunque en ocasiones el desequilibrio sucede por accidente, puede ser producto de un trastorno de la conducta alimentaria.

Te das cuenta en el momento que el cuerpo envía señales exigiendo mayor ingesta calórica. Por lo general, las chicas no se alimentan lo suficiente y evitan las comidas que consideran inadecuadas. Además de dañar su desempeño, están en peligro de lesionarse, ralentizar su desarrollo y padecer enfermedades.

Mujer con la tríada de la mujer deportista.
Al reducir la ingesta calórica en exceso, las mujeres con este síndrome no ingieren los nutrientes básicos para su organismo.

2. Falta de la menstruación

La pérdida del período es otra señal. Muy lejos de representar un alivio por la ausencia de cólicos o del síndrome premenstrual, que falte la regla no es saludable. No siempre sucede como parte de la tríada de la atleta, pero para descartar opciones es imprescindible consultar a un médico.

Los trastornos de la menstruación conocidos como oligomenorrea o amenorrea se producen al consumir insuficientes calorías. El ejercicio físico que realizan estas deportistas es muy intenso y existe mayor probabilidad de producir menor cantidad de hormonas.

3. Baja densidad ósea

Una atleta joven que no come adecuadamente y padece amenorrea, tiene tendencia al desarrollo de osteoporosis. La baja densidad ósea conlleva riesgos de lesiones y fracturas, de acuerdo con un artículo publicado por Sports Science Exchange. 

Síntomas de la tríada de la mujer deportista

Es probable que alguna mujer experimente señales de la tríada, pero las desconozca. Además de la amenorrea, la debilidad en los huesos y las bajas calorías, las atletas manifiestan poca concentración, pérdida de peso significativa y fracturas por estrés.

Asimismo, suelen tener caries, tensión arterial baja, bradicardia, dolor de pecho, ansiedad o depresión, uñas y pelo quebradizos, trastorno dismórfico corporal, sensibilidad al frío y fatiga.

Causas y factores de riesgos

Por lo general, el síndrome se detona por la alta competitividad, el control de peso riguroso, la obsesión con la delgadez y el hecho de ejercitarse más de lo debido.

La condición es frecuente en disciplinas que clasifican por categoría de peso, como las artes marciales, la halterofilia o el remo. Incrementan el riesgo los deportes o las actividades que valoran positivamente la delgadez, como los clavados, el patinaje artístico, la gimnasia rítmica y el ballet.

¿Cómo tratar la tríada de la mujer deportista?

Para conocer las causas del trastorno, la familia, el entrenador, el preparador físico y quienes rodeen a la paciente, junto con el médico, tienen que registrar una historia clínica minuciosa que detecte las deficiencias y ayude a derrumbar las creencias erróneas. Con un diagnóstico preciso se da paso a las siguientes fases de tratamiento:

  • Terapia nutricional: se mejora el consumo diario de alimentos desde la cantidad, la frecuencia y modo de preparación. El especialista ajustará un plan saludable que se corresponda con las características de la deportista.
  • Terapia hormonal: subir el aporte calórico favorece al sistema hormonal y regula la menstruación. El tratamiento podría incluir desde técnicas de relajación hasta masajes de tejido conjuntivo.
  • Terapia para la masa ósea: esta fase se consigue una vez que la atleta baja la intensidad de los entrenamientos y sigue una dieta saludable. Los cambios en la densidad de los huesos se notan poco a poco.
Huesos con osteoporosis en la tríada de la mujer atleta.
Las mujeres con este síndrome son más propensas a las fracturas por la falta de densidad ósea adecuada.


Prevención y estilo de vida

Romper el tabú que para algunas mujeres representa hablar de la menstruación es de gran ayuda en el tratamiento del síndrome. Del mismo modo, divulgar información sobre la tríada resulta clave en la prevención.

Como parte de un estilo de vida sano, es recomendable que la deportista lleve un registro de sus períodos menstruales y acuda al nutricionista para adecuar una dieta rica en calcio, hierro y proteínas. No conviene saltarse las comidas y es bueno contar con un tentempié en el casillero del gimnasio o en el bolso.

También es importante no ceder a la presión de los padres, el equipo o los entrenadores. Ya que lejos de disfrutar el deporte, se pone en riesgo la salud.

¿Cómo ayudar a una atleta que padece la tríada?

Frente a los síntomas de la tríada de la mujer deportista es fundamental buscar asistencia profesional. Cuando no eres la paciente, pero conoces a alguien que expresa las señales, comunícale tus sospechas para que solicite ayuda.

En el caso de un equipo deportivo, antes y durante la participación de los atletas, debería descartarse la condición con un interrogatorio que aborde lo concerniente a los detalles de la menstruación, la prescripción de anticonceptivos, la alimentación, el control de peso y las lesiones. No solo es responsabilidad de la mujer, sino de todos los involucrados en ese deporte.


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