Vejiga neurogénica: síntomas, causas y tratamientos

Vaciar la vejiga para orinar necesita un mecanismo que pone en conjunción sistema nervioso y musculatura. En la vejiga neurogénica esta conexión se encuentra alterada.
Vejiga neurogénica: síntomas, causas y tratamientos
Galo Flores

Escrito y verificado por el médico Galo Flores.

Última actualización: 25 mayo, 2023

El proceso de vaciado de la vejiga al orinar requiere el trabajo coordinado de nervios y músculos. Cuando hay una alteración en los nervios que controlan este mecanismo se le llama vejiga neurogénica.

La salida voluntaria de orina de la vejiga se denomina micción. Por una parte, requiere que el órgano envíe señales de que se encuentra lleno. Por otro lado, la orden de vaciado proviene del sistema nervioso.

La función normal de la vejiga

La vejiga tiene dos funciones principales:
  • Almacena la orina hasta que está al máximo de su capacidad.
  • Cuando está llena, inicia el deseo de orinar y se vacía por completo por acción de su músculo.

Mientras está llena, la vejiga no debe tener fugas ni salida involuntaria de orina. Al terminar el vaciado, por su parte, no debería quedar orina residual.

En las personas con vejiga neurogénica se pierde el equilibrio entre la función de almacenar y vaciar. Hay dos formas generales de alteración de este control:

  • La vejiga se puede volver hiperactiva. Esto se presenta como urgencia repentina por orinar, salida involuntaria de orina o micciones frecuentes.
  • La vejiga se torna hipotónica. En estos casos, se llena más de lo debido porque perdió su capacidad para vaciarse.

¿Cuáles son las causas de la vejiga neurogénica?

Los mecanismos de control de almacenamiento y salida de la orina tienen un delicado equilibrio entre sí. Por lo tanto, las alteraciones musculares o de los nervios involucrados pueden producir una vejiga neurogénica.

Son muchas las enfermedades involucradas, entre las que contamos las siguientes:

  • Lesiones de la médula espinal.
  • Derrame cerebral.
  • Enfermedad de Parkinson.
  • Esclerosis múltiple.
  • Tumores del sistema nervioso central.
  • Casos avanzados de diabetes mellitus tipo 2.
Lesiones cerebrales causan vejiga neurogénica.
Las lesiones cerebrales y las patologías neurodegenerativas se relacionan al síntoma de la vejiga neurogénica.

Síntomas de la vejiga neurogénica

El síntoma más frecuente de esta alteración es la incapacidad para controlar la salida de orina. También se puede presentar de las siguientes formas:

  • Dificultad para orinar: implica tener que pujar o esforzarse para iniciar la micción.
  • Orinar con mayor frecuencia: algunas personas acuden a orinar ocho o más veces al día, con poco volumen en cada ocasión.
  • Flujo de orina débil: o goteo al haber terminado.
  • Sentir urgencia: es la necesidad de orinar inmediatamente.

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¿Cómo se diagnostica?

La evaluación integral para un problema de micción incluye varios pasos. El primero de ellos es un registro de 3 días. Como su nombre lo indica, se anotan los horarios y datos acompañantes de cada una de las micciones. Luego el profesional prescribirá métodos complementarios.

Estudios urodinámicos

Una vez que se observaron la frecuencia y características de la orina, se realizan estudios urodinámicos. Con ellos se evalúa la función de la vejiga.

Como son más invasivos se emplean solo si hay datos de sospecha certeros para vejiga neurogénica. El ultrasonido brinda información muy valiosa. Con él se mide la capacidad, la presión y el vaciado después de orinar.

Cistoscopia

Si el médico lo considera conveniente puede solicitar una cistoscopia. Esta prueba consiste en observar el interior de la vejiga y de la uretra. Esto es con la finalidad de ver si hay alguna obstrucción al paso de la orina.

Valoración neurológica

También es necesario realizar estudios del sistema nervioso central, en especial de la médula espinal. Se busca determinar si ahí se encuentra la causa de la disfunción urinaria. Esto se concreta con un neurólogo.

Complicaciones de la vejiga neurogénica

Las complicaciones de esta enfermedad se relacionan con la incapacidad del control de la orina. En primer lugar está el impacto de los síntomas urinarios en la calidad de vida. La urgencia por orinar y el aumento en la frecuencia causan estrés y ansiedad.

Cuando la orina se acumula y la vejiga no se vacía por completo se pueden producir infecciones urinarias. Tenerlas a repetición favorece el daño renal.

¿Cuáles son las opciones de tratamiento?

El tratamiento de esta alteración deberá elegirse dependiendo de la causa o el tipo de vejiga neurogénica que se padece. Los objetivos principales son dos:
  • Reducir la presión de las vías urinarias por acumulación de orina.
  • Mejorar la calidad de vida de las personas que la padecen.
Por lo general, los tratamientos para esta alteración de la orina son combinaciones de los siguientes:
  • Terapia física: la recomendación consiste en tener un horario para orinar. Esto requiere llevar un control de las horas en que se bebieron líquidos para saber en qué momento será conveniente tener un sanitario cerca.
  • Medicamentos: no hay fármacos específicos para la vejiga neurogénica, pero algunos pueden mejorar las contracciones del músculo.
  • Cateterización intermitente: se utiliza una sonda o catéter que se introduce por la uretra para vaciar la vejiga con intervalos regulares. Se deben seguir medidas de higiene estrictas para evitar infecciones urinarias asociadas.
  • Terapia eléctrica-estimulatoria: consiste en colocar unos electrodos pequeños en la vejiga. Cuando son estimulados por la cantidad de orina envían señales al cerebro indicando que necesita ser vaciada.
  • Cirugía: se puede colocar un esfínter artificial que cierra la uretra y evita las fugas urinarias. Este esfínter se libera manualmente. Hay otras técnicas para reconstrucción que ayudan también.
Infección urinaria por vejiga neurogénica.
Las infecciones urinarias a repetición añaden un problema al aparato renal, con la posibilidad de dejar lesiones permanentes.

Vejiga neurogénica y diagnósticos diferenciales

Esta enfermedad puede producir síntomas muy diversos. Si eres mujer y presentas alguno de estos signos, tu médico debe descartar problemas ginecológicos. De hecho, muchas veces es solo una infección de las vías urinarias.

En el caso de los hombres, la valoración debe incluir un examen completo de riñones, uréteres y próstata. Esta última, cuando crece, puede producir aumento de la frecuencia o dificultad para orinar. Solo el profesional y las pruebas diagnósticas nos conducirán para saber el origen de los síntomas.


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