Nos pasa a todos: viajar en avión aumenta la sensación de flatulencias
Revisado y aprobado por el médico Leonardo Biolatto
Permanecer varias horas a 10 000 metros de altura trae efectos indeseados en el organismo. El aire reciclado, la humedad nula y la baja presión pueden causar desde acné hasta dolores de cabeza. Sin embargo, existe otra situación tal vez más incómoda: la producción de gases. Descubre por qué viajar en avión aumenta la sensación de flatulencias y qué hacer para reducirla.
¿Por qué viajar en avión aumenta la sensación de flatulencias?
Algunos procesos biológicos se desequilibran dentro del ambiente que se genera en un avión. El organismo se expone a situaciones poco comunes durante varias horas, como el espacio reducido, los asientos incómodos y un aire diferente.
Es común que en un avión se renueve el aire cada 3 minutos, lo que reduce la humedad al mínimo. En consecuencia, se incrementa la posibilidad de infecciones respiratorias y se potencia la resequedad de la piel.
No obstante, hay otra problemática derivada de la baja presión del aire que circula en altura. Se trata de la producción de gases, un proceso normal del sistema digestivo. Pero está comprobado que esta producción se incrementa cuando nos encontramos a una altura superior a los 3353 metros.
El estudio que explica por qué viajar en avión aumenta la sensación de flatulencias
Tener gases y expulsarlos mediante eructos y flatulencias es parte del proceso digestivo regular. Se producen cuando los carbohidratos que se ingieren llegan al intestino grueso sin digerir. Es entonces cuando el microbioma intestinal produce gases mientras descompone los alimentos de compleja digestión.
Los gases que se generan en exceso son eliminados de la forma descrita, y el hecho de retenerlos, puede ocasionar molestias estomacales, según refiere la Clínica Mayo. Por este motivo, se estima que las personas expulsan hasta 20 gases al día; pero la estadía en un avión suele incrementar la sensación de flatulencias, y esto se debe a la baja presión del aire.
Un estudio publicado en la revista científica The Western Journal of Medicine, investigó la temática y hasta le dio un nombre: high-altitude flatus expulsion (HAFE). Significa ‘expulsión de flatos a gran altura’, y se trata de un síndrome que explica el incremento espontáneo de flatulencias al sobrepasar cierta cantidad de metros.
La investigación demostró que la presión del aire disminuye en altura, lo que provoca la expansión de los gases dentro del organismo, y una mayor necesidad de expulsión. La ecuación es sencilla: a mayor altura, menor presión atmosférica, por ende, gases intestinales con más volumen y necesidad de expulsión.
También en las montañas
Otro estudio, cuyo objetivo era investigar los riesgos de seguridad en la industria alpina australiana, evaluó los síntomas que produce la altura en las personas. En este caso, se trata de una publicación de la revista Medical Hypotheses, donde se relata el ascenso de 8 personas en automóvil hasta una cumbre de 1800 metros.
Los resultados revelaron que la frecuencia de producción de gases se duplicó con creces después del ascenso. Registraron un promedio de 14 expulsiones por persona durante el período de registro. Por lo tanto, es un proceso que no se puede evitar, aunque existen diferentes acciones que pueden reducir los efectos.
Lo que debes evitar al momento de viajar
Nada se puede hacer para evitar un proceso natural como las flatulencias, pero sí es posible tomar algunas medidas para reducir los efectos de la altura en la digestión.
Estas medidas se vinculan con el tipo de comidas, pero también con algunos hábitos de ingesta y con el ingreso de aire. Aunque no todos los alimentos producen los mismos efectos en todas las personas, existen algunos que, en general, es preferible evitar antes y durante el vuelo:
Bebidas
Si la preocupación por evitar las flatulencias durante el vuelo es grande, es aconsejable no consumir bebidas carbonatadas 24 o 48 horas antes de viajar. Muchos menos se deben ingerir gaseosas dentro del avión o en el aeropuerto, ya que es conveniente evitar el dióxido de carbono. La cerveza también incrementa la producción de gases estomacales.
Tragar aire empeora la situación
Uno de los causantes de la producción de gas estomacal es el aire que ingresa al organismo mientras tragamos. Si bien tragar aire es inevitable mientras se come o se bebe, ingresa una mayor cantidad cuando se masca chicle, se fuma o se comen caramelos.
Por lo tanto, es importante evitar estas prácticas en los momentos previos al abordaje. Además, la acción de comer o beber rápido también hace que se trague más aire.
Levantarse y caminar cada cierto tiempo ayuda a transitar la digestión dentro del avión. Sobre todo, en los viajes de muchas horas, es recomendable sentarse cerca del baño para poder pararse y dirigirse al mismo.
Existen métodos y alternativas que ayudan a disminuir las flatulencias
Los efectos del ambiente en la cabina y la generación de gases son situaciones que no pueden modificarse. Sin embargo, aplicando una serie de tratamientos naturales, es probable que se reduzcan; pero si esto no ocurre, es aconsejable consultar con un especialista antes de abordar un vuelo, acerca de métodos y alternativas que ayudarían a mejorar las molestias estomacales y, por ende, a reducir las flatulencias.
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