12 síntomas de colesterol alto que no debes ignorar
Revisado y aprobado por el médico José Gerardo Rosciano Paganelli
Los síntomas del colesterol alto no son evidentes casi nunca. Se trata de una condición silenciosa que se desarrolla con lentitud y que se expresa una vez que aparecen las complicaciones.
El colesterol es una sustancia grasa indispensable para el funcionamiento del organismo. Las células lo necesitan para su estructura y para llevar adelante procesos metabólicos. Además, es fuente de energía para el cuerpo.
El llamado colesterol malo o LDL (lipoproteínas de baja densidad) es el más asociado a los problemas de salud. Puede acumularse en las paredes de las arterias, formando placas. Se asocia con un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Por lo tanto, lo que ahora describiremos como síntomas de colesterol alto, serán en realidad signos de las complicaciones que ya se empiezan a volver evidentes. Ante su presencia, lo indicado sería consultar con un médico.
1. Sensación de adormecimiento de las extremidades
El colesterol alto en la sangre es causa de aterosclerosis. La formación de placas en las arterias que llevan sangre a las manos y los pies interrumpe el flujo normal de sangre.
Ello se manifestará con hormigueos, parestesias, paresias y adormecimiento en los miembros. El compromiso circulatorio hace que los tejidos no reciban suficiente oxígeno y nutrientes.
2. Mareos
El colesterol alto puede contribuir a problemas cerebrovasculares que, a su vez, podrían causar mareos o vértigos. La relación la vuelve a establecer la aterosclerosis.
Cuando las arterias que suministran sangre al cerebro se ven afectadas por las placas de ateroma, el flujo disminuye a las neuronas. Las reducciones momentáneas del suministro de oxígeno al cerebro se podrían expresar con síntomas vagos neurológicos, como el mareo.
De base, lo que estaría sucediendo sería el cuadro clínico clasificado como arterioesclerosis cerebral, lo que conduce a una insuficiencia circulatoria crónica cerebral. La situación es grave, ya que se asocia a un riesgo aumentado de ictus y mortalidad en general.
3. Dolores de cabeza
Cuando existe aterosclerosis cerebral, la reducción del flujo sanguíneo y del oxígeno podría desencadenar dolores de cabeza. Incluso, en los adultos mayores, los niveles elevados de colesterol y de triglicéridos se asocian a migrañas con aura.
Además, las personas con factores de riesgo cardiovascular, como el colesterol alto, a menudo pueden tener otros problemas que contribuyen a los dolores de cabeza, como la hipertensión arterial. Entonces, la combinación de circunstancias podría derivar en una mayor frecuencia de cefaleas en este grupo.
4. Reducción de la visión
Los síntomas del colesterol alto en el sentido de la visión tienen que ver con avances del problema en la circulación de la retina. La aterosclerosis puede afectar también a los vasos sanguíneos pequeños que llegan al globo ocular.
Si se afectan las arterias que irrigan la retina, podrá aparecer una condición llamada retinopatía. Sobre todo, en las personas que viven con diabetes, los niveles elevados de colesterol se asociaron a un mayor riesgo de esta complicación, según información publicada en Diabetes Research and Clinical Practice.
Una situación más grave se deriva de la oclusión de la arteria retiniana. Esto sucede si una placa de ateroma se rompe en este conducto arterial, de forma aguda. El resultado es una pérdida súbita de la visión.
5. Xantelasmas en los ojos
Las acumulaciones de grasa en la piel (xantomas) pueden concentrarse alrededor de los ojos. De hecho, el xantelasma palpebral es la forma más común de xantomatosis.
Más allá de lo estético, esta lesión es capaz de interrumpir la normal funcionalidad de la vista. Cuando se trata de un bulto muy grande, dificulta la visión periférica, provoca caída del párpado y podría hasta lesionar la córnea.
6. Dolor en el pecho
Entre los síntomas del colesterol alto, el dolor en el pecho puede ser uno de los más peligrosos. No se deriva directamente de las grasas elevadas en la sangre, pero sí de sus complicaciones más severas, como la angina y el infarto agudo de miocardio.
La aterosclerosis es un factor de riesgo cardiovascular. Y a mayor edad, mayor es el riesgo. De acuerdo con información publicada en The Lancet, las personas entre 70 y 100 años con altos niveles de LDL tienen el mayor riesgo absoluto de infartarse.
Lo que sucede es que la aterosclerosis lleva a la enfermedad coronaria, donde las arterias que irrigan el músculo del corazón se estrechan o bloquean. Cuando el músculo cardíaco no recibe suficiente oxígeno, se expresa con dolor. Pero aún, si una placa de ateroma se rompe y forma un coágulo, podrá bloquear por completo una arteria coronaria, lo que resultará en un infarto.
7. Debilidad y fatiga
Los altos niveles de colesterol provocan sensación de decaimiento y falta de energía por la afectación de la circulación. Hay que considerar que la aterosclerosis también contribuye a un menor flujo de sangre en los músculos.
Las personas que, además, padezcan una complicación cardiovascular, encontrarán que su corazón es menos potente para llevar sangre a todos los tejidos. De este modo, los miembros inferiores, por ejemplo, podrían recibir menos oxígeno y nutrientes, favoreciendo el cansancio prematuro.
En particular, en personas con esclerosis múltiple, pareciese que el colesterol podría jugar un rol bioquímico en la fatiga característica de la enfermedad. Los pacientes con buenos niveles de HDL o colesterol bueno registran menos debilidad que los otros.
8. Xantomatosis
La xantomatosis es un trastorno cutáneo caracterizado por la formación de xantomas, que son depósitos amarillentos de grasa debajo de la piel. En especial, el colesterol elevado es el que determina la acumulación, además de algunos trastornos metabólicos que la favorecen.
Hay varios tipos de xantomatosis:
- Cerebrotendinosa: es una variante genética causada por la mutación del gen CYP27A1.
- Eruptiva: hay grupos de xantomas pequeños y elevados en la piel. Puede ser un indicio de hipertrigliceridemia.
- Tendinosa: implica la formación de xantomas alrededor de los tendones y puede estar relacionada con la hipercolesterolemia familiar.
9. Dolor en el costado derecho del abdomen
El colesterol elevado podría convertirse en cristales dentro de la vesícula biliar. De este modo, la precipitación a mediano plazo derivaría en cálculos o piedras biliares.
Esta litiasis puede cursar con diferentes síntomas. Entre ellos, el dolor en la zona alta y derecha del abdomen es uno de los más característicos. Se trata de un dolor tipo cólico que toma la forma de hemicinturón, desde la espalda hasta la mitad de la parte frontal del vientre.
Si bien los niveles altos de colesterol parecen explicar la formación de los cálculos, no es la única teoría. Para algunos investigadores, no está claro que un perfil de lípidos elevado sea causal de litiasis biliar.
10. Disfunción eréctil
Existe evidencia que sugiere una posible asociación entre el colesterol elevado y la disfunción eréctil. De acuerdo con una publicación científica de 2018, tanto el LDL alto como el muy bajo se asocian a problemas en la erección.
Si las placas de ateroma se concentran en los vasos que llevan sangre al pene, se podría interrumpir la correcta circulación allí. Ello impediría erecciones adecuadas.
La ateroesclerosis también afecta la elasticidad de las paredes de los vasos. Por lo tanto, los vasos sanguíneos del pene serían menos complacientes para permitir la entrada del flujo.
A esto hay que añadir las enfermedades concomitantes que son frecuentes en personas con colesterol alto. Tanto la diabetes como la hipertensión arterial son, en sí mismas, factores de riesgo para la disfunción eréctil.
11. Confusión y falta de memoria
Las personas con altos niveles de colesterol LDL tienen mayor deterioro cognitivo. En este sentido, los síntomas del colesterol alto podrían aparecer como deficiencias en el pensamiento o pérdidas de memoria.
En concreto, la reducción del flujo sanguíneo a las neuronas por aterosclerosis cerebral afecta el proceso de cognición. La demencia vascular es una consecuencia que puede manifestarse con confusión, amnesia y dificultades cognitivas.
12. Calambres en las piernas
La claudicación intermitente es un síntoma caracterizado por dolor, calambres o molestias en las piernas durante la actividad física, como caminar. Es una condición asociada a la enfermedad arterial periférica, que implica la acumulación de placas de colesterol en los vasos que irrigan las extremidades inferiores.
Según expertos de la Universidad de California, la presencia de dislipidemia es el principal indicador de riesgo para padecer enfermedad arterial periférica. Sobre todo, cuando se altera la relación entre el colesterol total y el HDL, con aumento del primero y reducción del segundo.
¿Qué valores de colesterol se consideran altos?
Los síntomas del colesterol alto aparecerán cuando se superen ciertos niveles de los lípidos en la sangre. Pero recuerda que no son signos inmediatos. En general, los primeros meses y hasta años de la elevación son silenciosos, sin señales evidentes.
De acuerdo con la Fundación Española del Corazón, los siguientes son los valores a considerar:
- Colesterol total: es normal por debajo de 200 miligramos por decilitro (mg/dL). Se considerará alto cuando supere los 240 mg/dL. Entre 200 y 240 es normal-alto y merece atención.
- Colesterol HDL o bueno: en este caso, los hombres tendrían que tener más de 35 mg/dL y las mujeres más de 40 mg/dL. De este modo, se asegura que la sustancia cumpla su función protectora, de limpieza de las arterias.
- Colesterol LDL o malo: menos de 160 mg/dL es lo recomendado para la mayoría. Por debajo de ese valor no debería existir riesgo cardiovascular. Pero si un paciente tiene ya diagnóstico de enfermedad cardiovascular, como hipertensión, entonces ese límite de seguridad baja a 55 mg/dL.
- Triglicéridos: para este tipo de grasas, lo normal es menos de 150 mg/dL.
La única manera de certificar los niveles es a través de un examen de sangre.
¿Se pueden prevenir los síntomas del colesterol alto?
Las complicaciones asociadas con el colesterol elevado se previenen con cambios en el estilo de vida. Entre ellos, los más importantes son los siguientes:
- Mantén un peso corporal saludable.
- Deja de fumar si lo haces y no consumas alcohol.
- Realiza actividad física aeróbica, como caminar, correr, nadar o andar en bicicleta.
- Limita la ingesta de grasas saturadas, grasas trans y alimentos que suben el colesterol.
- Prueba con jugos para bajar el colesterol y remedios naturales que tu médico apruebe.
- Adopta una dieta rica en frutas para bajar el colesterol, verduras, granos enteros, legumbres, pescado azul y grasas saludables.
En algunos casos, si se certifica el colesterol elevado con un análisis de sangre, el médico puede recetar medicamentos. Las estatinas son las más utilizadas en la población general. También hay remedios caseros que podrían contribuir al tratamiento médico.
¿Qué hago si tengo síntomas de colesterol alto?
Si experimentas síntomas que podrían estar relacionados con el colesterol alto, es crucial que busques la orientación de un profesional de la salud. Consulta con un médico para que te puedan ordenar un análisis de sangre y evalúen tu riesgo cardiovascular.
A la par, puedes aplicar cambios en tu estilo de vida que sean beneficiosos en múltiples sentidos, junto con una dieta diseñada para reducir el colesterol. Luego, si se requieren medicamentos, el médico te los prescribirá y te dirá las dosis y cuánto tiempo hay que tomarlos.
Recuerda que el tratamiento y la gestión del colesterol alto son personalizados. Un profesional de la salud puede decirte qué estatina es mejor para ti y qué acciones son prioritarias para reducir el riesgo.
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