5 consejos para salir de la zona de confort en el trabajo
Escrito y verificado por el psicólogo Andrés Carrillo
En términos psicológicos, la zona de confort en el trabajo puede ser entendida como una actitud. Algunas personas creen que esta hace referencia a un espacio físico o un lugar, pero en realidad va un poco más allá. En particular, es un estancamiento que ocurre de manera paulatina con el paso del tiempo.
A menudo, se presenta en el área laboral cuando una persona lleva mucho tiempo desempeñando el mismo cargo y, a pesar de tener oportunidades para mejorar sus condiciones, prefiere mantener su situación tal y como ha estado siempre. ¿Cómo afrontar esta situación? Veamos algunos consejos.
Beneficios de salir de la zona de confort laboral
Para empezar, vamos a destacar algunos de los beneficios que se obtienen al superar la zona de confort en el trabajo. En efecto, salir de la comodidad laboral brinda una mejoría notable en cuanto al crecimiento personal.
1. Mejora la capacidad de hacer insight
Hacer insight se refiere a realizar una inspección propia para poder reconocer dónde están aquellos aspectos que nos limitan como individuos. De este modo, podremos aceptarlos y buscar los mejores recursos para salir adelante.
Buscar y asumir nuevos retos laborales permite fomentar la capacidad de autoevaluación. En este sentido, una persona puede mejorar sus facultades de autocrítica cuando está dispuesta a aprender cosas nuevas para poder crecer en este ámbito de su vida.
2. Mejora los niveles de motivación
Cuando estamos dispuestos a experimentar nuevos escenarios laborales, nuestra mente se mantiene motivada al conocimiento. La motivación no siempre será instantánea, pero podemos hacer que se vuelva más fácil de adquirir al salir de la zona de confort en el trabajo.
Por ejemplo, cuando tomamos un nuevo reto, tal vez no estemos muy seguros de hacerlo. Sin embargo, a medida que avanzamos nos vamos sintiendo cada vez más cómodos en el proceso.
3. Incrementa la proactividad
Ser proactivo está intrínsecamente vinculado a la capacidad de renovación. En los escenarios laborales, las personas se pueden estancar en un cargo y, poco a poco, su energía para hacer las actividades disminuye. En consecuencia, surge la procrastinación. Como contrapartida, la proactividad incrementa si las personas asumen nuevos retos.
4. Permite el desarrollo personal
Estar dispuesto a aceptar nuevos retos dentro del área laboral beneficia el desarrollo personal en términos generales. En otras palabras, las condiciones de vida mejoran. Por otra parte, aquellos que se estancan en su trabajo tienden a experimentar estados depresivos intensos en algún momento.
Es importante tener en cuenta que la calidad de vida no implica solo el aspecto monetario. Para mantener el bienestar hay que cuidar la autoestima. Por eso, es conveniente asumir desafíos que nos ayuden a sentirnos mejor conforme avanzamos.
5. Permite romper con las rutinas
Permanecer estancado en las mismas actividades «cómodas» resulta limitante. Suele ocurrir que las personas no notan dicha situación porque las rutinas repetitivas en las que están inmersos generan una falsa sensación de acción.
Al comenzar a salir de la rígida zona de confort en el trabajo, nos damos cuenta de que existen una variedad de alternativas para mejorar nuestro desempeño laboral. Por ejemplo, cursos de capacitación en nuestra área, el aprendizaje de un nuevo idioma, entre otras actividades.
5 consejos para salir de la zona de confort laboral
Ahora que hemos revisado los beneficios de superar las barreras mentales que nos impiden potenciar nuestro desempeño, veamos 5 consejos efectivos para dejar a un lado la zona de confort en el trabajo.
1. Capacitación constante
En la actualidad, los avances tecnológicos y metodológicos avanzan con más rapidez en comparación con épocas anteriores. Por tal motivo, es importante mantenerse en constante capacitación. Con esto no queremos decir que debemos estar estudiando todo el tiempo, pero sí es buena idea realizar actualizaciones académicas de vez en cuando.
2. Intercambiar opiniones con los compañeros de trabajo
Es natural que, al cabo de un tiempo en un mismo trabajo o cargo, la comunicación entre compañeros no se enfoque precisamente en lo laboral. De hecho, es frecuente que las personas en sus horas laborales hablen más de sus vidas personales que de los aspectos relacionados con el empleo.
Una buena idea para salir de la zona de confort es conocer los puntos de vista de los demás trabajadores. Es decir, habrá que enfocar los temas de conversación en la situación laboral del colectivo y, entre todos, aportar ideas para mejorar.
3. Utilizar las plataformas digitales para difundir conocimiento
Las plataformas digitales son herramientas útiles para abandonar la zona de confort. Una alternativa puede ser escribir en un blog personal sobre nuestra profesión para brindar conocimiento a otras personas que estén estudiando la misma carrera. Incluso, puede servir a otros profesionales en el área.
4. Expandir las relaciones laborales fuera del trabajo
Relacionarse con los compañeros fuera del ambiente laboral permite interactuar de una forma diferente a la habitual, dejando un poco de lado los temas referentes al trabajo. Además, no se encuentra la competitividad natural que suele haber en la dinámica de oficina.
5. Asistir al psicólogo para salir de la zona de confort
Por lo general, las empresas tienen a un psicólogo empresarial dentro de sus nóminas. Sus funciones son las de procurar un ambiente laboral adecuado para todos los trabajadores. De este modo, si nos sentimos estancados dentro de nuestro empleo, podemos acudir a la oficina del psicólogo.
En caso de que no exista la figura del psicólogo en la empresa donde trabajamos, o que nos desempeñemos como trabajadores independientes, siempre tendremos la alternativa de acudir a una consulta psicológica con un profesional privado. Este profesional nos podrá brindar las mejores herramientas para optimizar nuestro desempeño.
¿La zona de confort siempre es negativa?
Buscar la comodidad no debe ser entendido como algo negativo. De hecho, gran parte de la salud mental depende de alcanzar un estado de comodidad con la vida. Por el contrario, la conformidad debe ser evitada. Resumiendo lo planteado, no es lo mismo estar cómodo que ser una persona conformista.
Entendemos la comodidad como una sensación placentera con nuestras circunstancias, sin que eso implique un estancamiento en ninguna de nuestras áreas. A diferencia del conformismo, el cual implica un malestar respecto al desempeño personal. Esto significa que ser conformista no resulta positivo, pues sobrevendrá la ansiedad.
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